Rescatan a mujer y a su hija, víctimas de trata laboral
Seguridad lunes 25, Oct 2010La Fiscalía Central de Investigación para Delitos Sexuales de la PGJDF informó que la víctima no recibía sueldo por parte de las persona que la contrataron.
Con engaños, los hermanos Beatriz y Miguel Ángel Cuautla Hernández, así como Jorge Gómez Miranda, acudieron a Veracruz para ofrecerle trabajo a la hoy agraviada.
Sin embargo, cuando llegaron a la ciudad de México los tres sujetos golpearon y obligaron a la mujer a realizar al menos 500 gorditas y quesadillas para un puesto de comida ambulante, instalado cerca de la estación del Metro Auditorio.
La subprocuradora de Atención a Víctimas del Delito y Servicios de la Comunidad de la PGJDF, Dylcia Samantha García Espinosa de los Monteros, explicó que los agresores le quitaron a la víctima a su hija menor, a quien no pudo ver durante los 45 días que fue abusada laboralmente.
De acuerdo con la declaración de la víctima, el 21 de octubre pasado acompañó a Miguel Cuautla al mercado de La Merced para realizar compras y que en la estación del Metro Balderas se extravió, por lo que solicitó el auxilio de elementos de la Policía Auxiliar que condujeron a la ofendida al Instituto de las Mujeres del Distrito Federal que, a su vez, pidieron la ayuda del Centro de Apoyo de Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) de la PGJDF.
En esta institución, la víctima narró que es originaria del poblado El Mirador, ubicado en la región de Uzuama, Veracruz, donde el pasado 12 de septiembre fue contactada por una persona a la que identifica con el nombre de Salvador “N”, quien le ofreció trabajo en la ciudad de México. Señaló que viajó, junto con su pequeña de nombre Maricela, de dos años, a la capital del país.
Esta persona, de nombre Salvador “N”, declaró la mujer ante el representante social, la presentó con el matrimonio formado por Beatriz Cuautla y Jorge Gómez quienes le informaron que se dedican a la venta de gorditas y quesadillas en un puesto ambulante, ubicado en las inmediaciones de la estación del Metro Auditorio y que por sus servicios le pagarían 500 pesos semanales.
La ofendida señaló que fue conducida junto con su hija a un domicilio -ubicado en calle Santa Cruz, manzana 1, lote 20, colonia Xalpa, perímetro de Iztapalapa- donde le dieron unas cobijas para acostarse en el piso. Ahí conoció a Miguel Cuautla, hermano de Beatriz.
La ofendida narró ante el representante social que su jornada laboral iniciaba a las cinco de la mañana para picar y preparar los alimentos que después comercializaría en el puesto ambulante, para retornar al domicilio, ya entrada la noche, para continuar labores domésticas, como lavar ropa y asear la casa, para acostarse aproximadamente a la una de la mañana.