AMLO acusa sin pruebas a Ejército y Marina
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 20, Mar 2017Como veo, doy
Jorg Palacios
- En Nueva York se burla del padre de normalista de Ayotzinapa
- Mentira e intolerancia
Al más puro estilo de “al diablo las instituciones” y “ya cállate chachalaca”, la semana pasada Andrés Manuel López Obrador, el dueño, perdón, líder del Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), también conocido como el peje, fue a Nueva York principalmente a dos cosas, uno: a echar culpas a las fuerzas armadas de México por la desaparición de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa, y dos: a mostrar su ya conocido carácter intolerante contra un padre que lo único que le reclamó es una explicación de la relación que tiene con José Luis Abarca, ex presidente municipal de Iguala, Guerrero, y ahora preso con imputaciones de ser cabeza intelectual de tan penoso caso.
De los señalamientos que hizo contra los elementos del Ejército y Marina el tabasqueño recibió puntual respuesta de los titulares de la Secretaría de Gobernación y la Vocería de la Presidencia, Miguel Ángel Osorio Chong y Eduardo Sánchez, respectivamente, quienes con justa razón hicieron una férrea defensa a dichas instituciones.
Eduardo Sánchez dijo que es la segunda vez que Andrés Manuel lanza acusaciones falsas contra las Fuerzas Armadas. Además de falsas, calificó como injustas las acusaciones que AMLO hizo en contra de las fuerzas armadas y a nombre del gobierno reconoció la labor que realizan el ejército y la Marina.
Por su parte, el Secretario de Gobernación señaló que Manuel López Obrador tiene que presentarse ante el Ministerio Público para presentar las pruebas del señalamiento directo que hizo.
“Preocupa que alguien que lleva 18 años buscando la Presidencia de la República, que busca encabezar a nuestras Fuerzas Armadas, denigre, señale, y por eso yo refiero el poco respeto que tiene a las instituciones”, dijo.
Agregó que el discurso de AMLO es un discurso simplista, que señala, lástima y no prueba”, recalcó Osorio Chong.
Después de los señalamientos vertidos por el Macuspana, Tabasco, algunos nos preguntamos si Andrés Manuel anda bien de sus facultades mentales o si, en un caso hipotético de que pudiera ganar las elecciones presidenciales de 2018, estaría preparado para encabezar a las instituciones que, una y otra vez, ha descalificado en su afán de ganar notoriedad política.
En los dos casos, su actitud nos dice que no.
En la Gran Manzana (así se le conoce a Nueva York) AMLO tildó de “provocador” a afligido padre de uno de los 43 normalistas desparecidos en Iguala, Guerrero, y con una actitud poco respetuosa le restregó un “Ya callate” a quien lo único que tiene como objetivo de vida es la verdad sobre tan nefastos acontecimientos acaecidos la noche del 26 de septiembre de 2014.
Inexplicable actitud de un personaje que se dice deseoso de representar los intereses de los mexicanos, lo correcto para Andrés hubiera sido bajarse del auto y escuchar a quien lo increpó, pero no, el peje mostró su lado intolerante y mentiroso, porque además del maltrato a quien ahora sabemos lleva por nombre Antonio Tizapa, papá del normalista, el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México acusó sin más pruebas, por su odio a todo lo que suena a instituciones públicas, a las Fuerzas Armadas.
Por si eso fuera poco, en lugar de ofrecer una disculpa a Antonio Tizapa, aunque fuera a manera de control de daños, de la mente y actitud de AMLO sólo hubo rencor y más burla.
En conferencia de prensa reiteró que el reclamante era un “provocador” y a los representantes del poder Ejecutivo, vía su cuenta de Twitter, les pidió serenarse y les recomendó ya no ver las encuestas, al referirse seguramente a aquellas que lo ponen en ventaja frente a su posibles competidores en la carrera presidencial.
Es cierto, para nadie es desconocido que -a año y medio de distancia de los comicios donde estará en juego el cargo de las primer magistratura del país- AMLO encabeza las preferencias en la opinión pública, pero eso ni le da derecho a mostrase como un patán y no reconocer el dolor que aqueja no solo a los familiares y desaparecidos de Ayotzinapa sino al país en general, como tampoco, por querer evadir su responsabilidad de haber ayudado a llegar a la presidencia municipal al referido Abarca, quiera echar culpas sin mayor prueba que su odio a las instituciones.
No hay duda, la cara desencajada y al borde de la histeria que vimos de AMLO en Nueva York es la misma de siempre, solo que en los casi dieciocho años que ha estado en campaña política se ha disfrazado como un corderito de dios, pero no, ya vimos que es el mismo chacal de siempre y eso sí que debe preocupar a sus seguidores y aplaudidores.
VA MI RESTO.- No es la primera vez que AMLO acusa sin mayores pruebas a elementos de la Marina y del Ejecito, en un operativo de estos cuerpos de la milicia contra la delincuencia organizada el de tabasco los acuso de “una masacre contra menores de edad”.
Así se las gasta el candidato presidencial de Morena, la mentira y el discurso fácil son su mejor bandera ante las dificultades que vive el país, tal vez en esa visión él habría preferido que Ejercito y Marina hicieran presencia en este tipo de operativos contra la delincuencia acompañados de ramos de flores y con una solicitud por escrito para ser entregada en mano a los malhechores con la leyenda de “ríndanse”, eso mientras los infractores respondían a mansalva a las fuerzas armadas.
Qué lástima, AMLO no ha cambiado, y hasta ahí porque como veo, doy.