Se profundiza la pugna PRI vs Calderón-PAN
Roberto Vizcaíno jueves 4, Feb 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Así continúa el enfrentamiento entre las dos fuerzas políticas y del poder más importantes de México. Ya veremos qué más ocurre entre ellos hoy y los días siguientes.
¿Qué ocurre entre el presidente Felipe Calderón, su partido –el PAN-, y el PRI, sin duda la mayor fuerza política en México?
Lo que sea que haya ocurrido, o esté pasando entre ellos, la confrontación generada saca chispas todos los días, y se escala a cada momento.
Es obvio que cada uno, cada fuerza va por su carril y da la impresión de que están dispuestos a darse con todo, ocurra lo que ocurra, incluso con el país en medio.
Quizá el primer aviso de esta nueva etapa ocurrió el martes de la semana pasada, cuando Calderón exhortó a sus diputados en Puebla a defender con toda su fuerza su iniciativa de reforma política que comprende 10 puntos concretos.
En ese encuentro Calderón no sólo hizo ese exhorto, sino que se lanzó contra las cúpulas de los partidos que, dijo, se opondrán a su iniciativa de reforma política en defensa de sus estrechos cotos de poder. Fue obvio que Calderón hablaba de la cúpula del PRI.
Sin embargo la ruptura y confrontación con los priístas pareció dar un giro el sábado anterior, cuando en Mérida, Yucatán, el secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont aprovechó la plenaria de los senadores blanquiazules para indicarles que ninguna reforma podría ser aprobada en el Congreso sin la voluntad y participación del PRI, lo cual es obvio.
Se entendía que su jefe, el presidente Felipe Calderón, había recapacitado y que había instruido al jefe del gabinete, a Gómez Mont –el encargado de las relaciones institucionales con diputados y senadores, con los partidos-, para recomponer de alguna forma la relación con los tricolores.
Pero no.
El lunes, al iniciarse formalmente el segundo período de sesiones de la 61 Legislatura, el representante de los panistas desde la tribuna de San Lázaro volvió a la cargada contra los priístas.
La reacción fue inmediata. Mientras desde la misma tribuna el diputado coahuilense Rubén Moreira le pidió al presidente Calderón moderación y actuar como estadista, otro legislador del mismo partido, el oaxaqueño Héctor Pablo Ramírez Puga denunciaba que el también diputado federal oaxaqueño, pero por Acción Nacional, Guillermo Zavaleta y el propio dirigente estatal blanquiazul, Carlos Moreno Alcántara, son corruptos porque reciben dinero de parte del gobierno y de personajes priístas.
Como lo relatamos ayer en este mismo espacio, el legislador priísta Ramírez Puga indicó que tiene videos donde se ve a ambos recibir dinero y otros apoyos del gobierno oaxaqueño y de personajes del tricolor.
Metidos en esta dinámica, durante la sesión del siguiente día, del martes 2 de este febrero, el diputado chihuahuense Javier Corral subió a tribuna y acusó al actual gobernador de Chihuahua, el priísta José Reyes Baeza de haber recibido dinero del narcotráfico para su campaña hace 6 años.
Esto lo sabe, dijo Corral, porque él fue, con el apoyo del PRD y PAN, el opositor de Reyes Baeza en aquella contienda electoral.
“Yo rechacé, como candidato a gobernador –dijo Corral-, cualquier ofrecimiento de las mafias del narcotráfico. Incluso a mí me señalaban que cometía un error porque del otro lado (es decir, Reyes Baeza) habían aceptado, y el doble, de los grupos principales que se disputaban la plaza…”
Frente a esta acusación hecha desde la tribuna de la Cámara de Diputados, los priístas reaccionaron de inmediato.
El vicecoordinador de la bancada del tricolor en San Lázaro le exigió a Corral pruebas de lo que afirmaba a lo cual el diputado panista respondió que las autoridades de la PGR de aquel momento fueron enteradas del encuentro y del ofrecimiento.
Hoy el diputado Manuel Guillermo Márquez, coordinador de los diputados federales del PRI por Chihuahua le exige a la PGR informarle al Congreso si es cierto que Corral interpuso alguna demanda sobre aquel encuentro y ofrecimiento, y que, de no existir esa denuncia, llame al panista a declarar y proceda a pedir su desafuero como corresponde, a fin de que sea procesado por encubrimiento y contubernio.
Márquez indicó que la FEPADE (la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales), les ha informado no tener conocimiento de ese hecho y mucho menos de que el entonces candidato y hoy gobernador Reyes Baeza haya recibido dinero o tenido algún encuentro con representantes de los cárteles o las mafias chihuahuenses.
Los diputados federales del PRI que encabeza el mexiquense Francisco Rojas indicaron que: “le exigimos (a Javier Corral) exhibir los documentos donde testifica tal acción, en la que da los nombres de quién lo contactó para ese ofrecimiento, el lugar y la fecha en que ocurrió ese encuentro. Pero sobre todo que diga cuáles son los dos grupos que se disputan la plaza”.
La bancada priísta indicó que Corral tiene que aclarar y fundamentar su acusación porque su denuncia va mucho más allá de un debate político, y constituye la comisión de un delito.
“Le requerimos aclare o demuestre esos hechos y, de no hacerlo, es obvio está encubriendo ese tipo de prácticas, ya que él tuvo conocimiento, dado que lo contactaron, como lo aduce en su intervención”.
Lo exhortaron a mostrar las copias del acta de denuncia que presentó ante la PGR y que, en caso de que no exista, la PGR lo cite y se inicie un proceso por encubrimiento.
Es evidente que la denuncia de Corral, como todo lo anterior, forma parte de una confrontación que ha escalado entre el PAN, el presidente Calderón y el PRI.
Una confrontación que no es nueva y que forma parte de una serie de desencuentros ocurridos a lo largo del presente sexenio.
Simplemente habría que recordar que a principios del año pasado, en una comida a la que fueron invitador por Calderón a Los Pinos, hubo expresiones del Presidente que tuvieron respuesta inmediata de varios gobernadores priístas y de personajes como Manlio Fabio Beltrones y la propia dirigente nacional del tricolor, la tlaxcalteca Beatriz Paredes. En esa ocasión Calderón acusó a los gobernadores de ser muy tibios en el combate al narco y la delincuencia organizada.
Aquella comida se interrumpió, y unos y el otro terminaron casi a mentadas.
Ayer Calderón publica un texto en varios diarios capitalinos, en el cual hace una férrea defensa de su iniciativa de 10 puntos de Reforma Política mientras que el subcoordinador de los diputados federales blanquiazules, Roberto Gil Zuarth les indica a los priístas que los legisladores panistas apoyarán y votarán a favor en las reformas económica, hacendaria y fiscal que quieren sacar adelante los tricolores siempre y cuando estos voten a favor la Reforma Política de Calderón. En buen español es decir que el PAN condiciona la reforma económica, hacendaria y fiscal que quiere el PRI a la aprobación de la reforma política de Calderón.
Al mismo tiempo el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont anunció la puesta en marcha de una página en Internet, destinada a que los ciudadanos y las organizaciones civiles-no gubernamentales, se expresen y apoyen la iniciativa de Reforma Política de Calderón. Es en sí una respuesta al foro realizado la semana pasada en el Senado sobre la reforma política.
Es decir, que la guerra entre él, el PAN y los del PRI, sigue adelante, tope donde tope.
En obvia respuesta el diputado priísta Sebastián Lerdo de Tejada comentó que tanto las declaraciones como las acciones del PAN, Calderón y sus secretarios han caído en la esquizofrenia.
Y puso un ejemplo:
“Habría que ver las declaraciones que hizo en Nueva York el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, el 20 de enero y que luego confirmó en Davos. Son -por decirlo amablemente-, incomprensibles, donde afirma que la reforma hacendaria no es prioridad para la Secretaría de Hacienda; que lo importante es la reforma política lo cual -desde mi punto de vista, por decirlo, insisto, amablemente-, es paradójica, que el titular del ramo declare en ese sentido, y en Davos incluso llegó a decir que la reforma política generaría empleos. Yo tengo muchas dudas de cómo una reforma política generaría empleos y beneficios económicos para la gente. Pero seguramente será de las cosas que el secretario de Hacienda nos podrá explicar.
“Me llama mucho la atención que el señor Cordero, cuando era secretario de Desarrollo Social hablaba de temas de Hacienda y ahora que está en Hacienda, habla de temas de Gobernación. Quizá lo que le urge es un curso de orientación vocacional”, precisó Lerdo de Tejada.
Así continúa el enfrentamiento entre las dos fuerzas políticas y del poder más importantes de México. Ya veremos qué más ocurre entre ellos hoy y los días siguientes.