Corrupción, origen de las tragedias
Ramón Zurita Sahagún jueves 22, Dic 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
México es una nación de tragedias, donde se repiten cíclicamente por el descuido, la escasa capacitación del personal, pero principalmente por la corrupción que priva en muchos sectores, especialmente el público.
Tragedias hay muchas en la historia del país, pero éstas crecen notablemente entre mediados del siglo XX y las dos primeras décadas del XXI.
En lo que se refiere al uso de la pólvora, año con año, las tragedias se repiten y casi siempre en la misma zona y aunque el sitio de ella cambie, las causas son similares.
La zona norte del Estado de México, donde se ubica el municipio de Tultepec es sumamente conocido por la vocación de coheteros de sus habitantes, un oficio digno y regularmente remunerado.
Son muchas las familias abocadas a esas labores, donde se expone la vida, ya que se trabaja con pólvora, por lo que se requiere de permisos especiales para su uso, que van desde la Secretaría de la Defensa Nacional, pasando por las autoridades estatales, municipales, bomberos, entre otros, que supervisan el manejo de este explosivo.
Con todo y ello, la tragedia es inminente, como sucedió apenas el martes pasado en el municipio citado y en el mercado de la localidad, donde se expende este tipo de productos.
Hace apenas unos días, las autoridades habían considerado el mercado como el más seguro de América Latina, de cuantos se dedican al manejo de cohetones y los llamados juegos pirotécnicos.
La tragedia enlutó decenas de hogares y se contabilizan 32 muertos y decenas de heridos, además de incontables pérdidas materiales, entre las que se destacan, además de los muertos, el quedarse sin empleo decenas de trabajadores.
Claro que estas tragedias se presentan en ocasión de todo tipo de festividades que son adornadas por los cohetones o demás productos que requieren del uso de la pólvora, por lo que son más frecuentes en fiestas patrias o navideñas.
Tultepec es una localidad ubicada en el Estado de México, identificada por el resto del país como la principal proveedora de juegos pirotécnicos, sin embargo, también es reconocida por los múltiples accidentes que se han registrado la zona por el manejo de fuegos artificiales.
En los años recientes son diversas las explosiones provocadas por el uso indiscriminado y nada escrupuloso del manejo de la pólvora.
El 16 de septiembre de 2005, un incendio acabó con 300 puestos del tianguis de San Pablito, dejó más de 50 heridos y más de 70 autos calcinados. La crisis fue controlada por las autoridades después de dos horas, en donde no se reportaron fallecimientos.
El 11 de septiembre del 2006, de nueva cuenta, San Pablito fue escenario de un incendio que destruyó más de 400 puestos. El mercado había sido reinaugurado en noviembre del 2005 para evitar catástrofes. El accidente se presentó a pesar de los intentos de las autoridades por implementar medidas de seguridad después de la explosión ocurrida un año antes.
Otra más el 22 de enero del 2010, se presenta la explosión de un polvorín en un presunto taller clandestino de la colonia La Morita que deja dos personas muertas y cuatro heridos.
Una más el 26 de enero del 2012, en La Saucera, una zona de polvorines, ocurren una serie de explosiones, dejando como saldo un muerto y 10 heridos.
Con todo y los 32 muertos de Tultepec, la mayor tragedia provocada por el uso de pólvora para juegos pirotécnicos sucedió en Celaya, Guanajuato, con el deceso de 73 personas y más de 300 heridos por la explosión en la Central de Abasto de esa localidad, ya que en sus bodegas se guardaban pólvora y otros materiales que provocaron el accidente.
Pero otros accidentes del mismo tipo han dejado saldos lamentables como el ocurrido el 31 de diciembre de 2002 en el puerto de Veracruz, por lo mismo el manejo indiscriminado y sin cuidado de ningún tipo de los juegos pirotécnicos, con saldo de 23 muertos y la destrucción del mercado; otras más en el mercado La Merced en el extinto Distrito Federal.
Pero las tragedias son un sino que sigue la vida activa de los habitantes de la República Mexicana, en muchas de las cuales se ha visto inmiscuido Pemex.
Una de las mayores tragedias de pérdidas de vidas humanas fue la ocurrida en San Juanico, Estado de México, aunque esta fue provocada por una fuga de gas que dejó más de medio millar de muertos, centenares de heridos y una gran destrucción.
Otra más fue la de Guadalajara con más de 200 muertos y de igual forma, centenares de heridos, provocada por una fuga de gas en las alcantarillas y que se propagó por esa vía.
Una más con relación a Pemex es la de sus oficinas centrales a menos de dos meses de que asumió la presidencia Enrique Peña Nieto. El saldo fue de 26 muertos y más de un centenar de heridos.
Referente a la poca capacitación del personal en el manejo de gasolina y gas, hay que tomar en cuenta la tragedia provocada por un camión cisterna que transportaba gas y que explotó en otro municipio del Estado de México, Ecatepec, con el conteo de 20 muertos, 45 viviendas destruidas y casi una cuarentena de heridos.
Con esta relatoría de algunas de las grandes tragedias provocadas por explosiones en México, sería bueno que las autoridades recapacitaran y revisaran en qué están fallando y donde se inicia la cadena de corrupción que permite que este tipo de “accidentes” sucedan.