Los panistas van por todo
Ramón Zurita Sahagún viernes 16, Dic 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Reposicionado como se encuentra, el Partido Acción Nacional analiza las estrategias a seguir en los tres estados con elección de gobernador en 2017: Coahuila, Estado de México y Nayarit.
En las tres entidades, los panistas tienen altas posibilidades de triunfo, si es que seleccionan bien a su abanderado, mantienen la unidad, evitan fracturas o rompimientos y definen bien sus estrategias.
Los tres estados han constatado que el panismo es una franquicia rentable. En Coahuila, han gobernado las dos principales plazas, Saltillo y Torreón, además de otros ayuntamientos importantes como Monclova y Piedras Negras, entre otros.
Es cierto que Coahuila se mantiene como una de las pocas entidades que no han sido gobernadas nunca por alguien ajeno al PRI y ahora se ve como una oportunidad a modo.
El agotamiento del modelo Moreira y el declive de la popularidad de ese apellido, unido al enfrentamiento y distanciamiento familiar entre los dos principales miembros políticos de esa familia, les da la oportunidad a otro partido de alzarse con la victoria.
Los panistas son los únicos, ajenos al PRI que tienen presencia en todo el estado y que cuentan además con prospectos sólidos, de gran presencia.
Tres son los aspirantes panistas mejor posicionados: el senador Luis Fernando Salazar, el ex senador Guillermo Anaya y el alcalde de Saltillo, Isidro López.
Cualquiera de ellos, bien respaldado podría ganarle a quien resulte candidato del tricolor y más todavía si Javier Guerrero va como candidato independiente a gobernador y Humberto Moreira a alcalde de Saltillo.
Sin importar si los independientes ganan, le restarían un buen número de votos a los priístas.
Con todo y ello, se busca que el candidato del PAN vaya respaldado por una alianza que integrarían otros partidos de izquierda y otros organismos locales.
Estado de México es otra de las entidades en la que nadie ajeno a la militancia priísta ha gobernado.
Soportado por el mítico Grupo Atlacomulco, los priístas han defendido a ultranza la victoria alguna vez amenazada por José Luis Durán Reveles y seis años después por Rubén Mendoza Ayala, candidatos panista en 1999 y 2005, respectivamente.
En esta ocasión, han buscado la alianza con el PRD, para lo que tienen hasta el 24 de diciembre para concretarla, ya que pasando esa fecha, cada partido tendría su candidato propio.
Josefina Vázquez Mota parecía la candidata idónea, la que aparecía dentro del panismo como la mejor posicionada y más conocida y con mucho potencial electoral.
La ex candidata presidencial simplemente no quiere entrarle al tema de una candidatura, temerosa de que pudiese perder como le sucedió en la presidencial del 2012, cuando siendo la candidata del partido en el poder fue relegada hasta el tercer lugar, abajo del ganador Enrique Peña Nieto y del segundo lugar, Andrés Manuel López Obrador.
Josefina se vio entusiasmada al principio, pero bastó que se filtraran una serie de datos en los que se consignan las cifras millonarias, por encima de los mil millones de pesos que se han entregado a su fundación, para que bajara la guardia.
Y es que el miedo de Josefina es que nuevamente pierda, en su segunda elección, ya que las dos veces que ha sido diputada federal, lo hizo por la vía de los diputados plurinominales.
Dejando de lado el nombre de Josefina, los panistas tienen aspirantes competitivos, aunque, por el momento, no les alcanzarían sus números para ganar.
Eso sí, de lograrse la alianza con el PRD, las cifras se emparejarían, ya que los panistas tienen una alta votación en lo que se denomina el corredor azul, donde se ubican los municipios de Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán, Atizapán y hasta Toluca, los que han gobernado en más de una ocasión.
Los perredistas tienen a su favor el corredor amarillo con Nezahualcóyotl, Texcoco, Los Reyes, Chalco y demás ayuntamientos del oriente del Estado de México, que también han gobernado por más de una vez.
Ulises Ramírez, diputado federal, ex senador y aspirante hace seis años que mantiene control de parte de la estructura blanquiazul en el estado se enfila como uno de los prospectos más sólidos, en su contra opera que su manejo del partido no ha sido todo lo eficiente que se requería y cuenta con muchos malquerientes.
José Luis Durán Reveles es la otra carta sólida. Él ya fue alcalde de Naucalpan un par de veces y candidato a gobernador en 1999, donde puso a temblar la estructura del partido tricolor.
Después de ello fungió como subsecretario de Gobernación a nivel federal y ahora quiere revivir el pasado con una nueva candidatura al gobierno estatal.
El triunfo para el panismo en el Estado de México se ve sumamente complicado, aunque ellos no descartan la eventualidad de lograrlo.
Nayarit parece un estado con menos complicación para que los panistas lo ganen, además de que en el pasado ya lo gobernaron.
En 1999, el ex priísta Antonio Echevarría Domínguez consiguió derrotar a su ex partido, mediante una gran alianza con la izquierda.
Doce años después su esposa, Martha Elena García intentó hacer lo propio como candidata del PAN, fracasando en su propósito.
18 después del triunfo de su padre, Antonio Echevarría García pretende ser lo mismo que su padre y madre, candidato del PAN al gobierno estatal.
Toño chico tiene seguidores, aunque dentro de su partido tiene un gran competidor en el alcalde con licencia de Tepic, Leopoldo (Polo) Domínguez, quien ya dejó ese cargo para buscar la nominación de su partido.
Los tres estados, Coahuila, Estado de México y Nayarit son un bocado apetitoso para el panismo que ya ganó siete de las doce gubernaturas en juego en 2016.