La corrupción tocó la puerta y… entró a Uber
Nacional martes 6, Dic 2016Derecho de réplica
Yolanda Montalvo
La historia de Uber es un ejemplo de cómo la tecnología y la innovación se unen para satisfacer una necesidad y mejorar lo establecido, para hacerlo eficiente y económico a la vez. Fue en París, hace apenas ocho años, en medio de uno de esos días nevados donde la sensación térmica helada cala hasta los huesos, donde a Travis Kalanick y Garrett Camp, después de pasar horas tratando de conseguir un taxi, se les prendió el foco e inventaron una aplicación para teléfonos inteligentes, con la que sólo apretar un botón se podía tener un servicio de transporte particular, rápido, de excelente calidad y a la vez mucho más económico que el ofrecido de manera tradicional.
A su llegada a México, fue la sensación, sobre todo en urbes grandes, como la Ciudad de México y la zona conurbada, donde millones de personas requieren del servicio. Sin embargo, poco duró el gusto, al poco tiempo la corrupción, el mal servicio y las altas tarifas son la principal característica de Uber, lo que lo convierte en el más grande chasco para muchos usuarios.
Uber representa una competencia desleal para los trabajadores del volante, que pasaron muchos años de trabajo en espera de que el gobierno les otorgara una concesión o en la mayoría de los casos, después de un enorme sacrificio económico, lograron comprarla.
De ejemplo, le pongo la CDMX, donde una concesión de taxi costaba más de cien mil pesos, ahora perdió su valor y una placa no cuesta más de 15 mil pesos. Por esa razón, muchos de los concesionarios dejaron de prestar servicio y cambiaron su esquema a Uber, donde en sólo un día se pueden echar a la bolsa unos 2 mil pesos, sin haber pagado al gobierno un permiso por realizar esa actividad.
La tarifa dinámica que aplica Uber puede elevar el costo de un viaje hasta en cinco veces su valor regular, ésta es aplicada ante cualquier incremento de la demanda del servicio o de la cantidad de tráfico en la zona.
Para darle un ejemplo, sin tarifa dinámica un viaje de la colonia Nápoles al Aeropuerto Internacional de la CDMX, le cuesta no más de cien pesos; sin embargo, con tarifa dinámica puede usted a llegar a pagar más de 300 pesos por el mismo viaje. Un radiotaxi, por el mismo recorrido cobra 160 pesos y una unidad con taxímetro unos cien pesos, en el mismo trayecto que le comenté.
Ahora, los conductores de Uber se dan el lujo de cancelar el servicio si el viaje solicitado es corto o al llegar al lugar el conductor, después de examinar a su próximo pasajero, decide que no quiere prestarle el servicio; incluso, los pasajeros son obligados a bajar de las unidades, so pretexto de que de manera inexplicable el servicio fue cancelado.
Por mucho, el servicio de Uber en las ciudades del país donde trabaja, dejó de ser lo soñado por sus creadores, pues las mismas mañas y más, que tenía el servicio de taxi lo aplican ahora los conductores de Uber.
Buscan se catalogue como delito
En Quintana Roo, desde septiembre pasado, cuando se supo del inicio de la operación de Uber en el estado, inició una batalla campal entre los sindicatos de taxistas y transporte turístico en contra de la trasnacional, pues en base a la Ley de Transporte vigente en la entidad, está prohibido para los particulares que no cuentan con una concesión otorgada por el gobierno del estado para prestar servicio de transporte y cobrar por él.
Ese mismo mes, en Mérida, Yucatán, se llevó a cabo una reunión entre los líderes del Frente Único de Trabajadores del Volante de ese estado, Héctor Fernando Zapata; de Campeche, José Luis Arjona, y de Quintana Roo, Erick Castillo Alonzo, quienes acordaron crear un Frente Único Peninsular de Taxistas para combatir a Uber en el sureste de México.
Desde esa fecha, manifestaciones, protestas, enfrentamientos a golpes, daños a automóviles y heridos, de los concesionarios Uber y taxistas, han sido el resultado de la resistencia que los martillos han presentado ante la posibilidad de enfrentar la devaluación de sus concesiones, que en Cancún tienen un valor de 400 mil a 450 mil pesos, así como la competencia desleal, pues un solo concesionario de Uber puede tener varios autos bajo el esquema de la trasnacional, en su mayoría extranjeros, que ven en esta modalidad de servicio una oportunidad de ganar dinero sin esfuerzo, sin permisos de trabajo y sin reportar de manera directa su actividad al SAT.
Con la ley de su lado, el gremio de taxistas, que encabeza Erick Castillo, ha solicitado al Congreso del estado, se modifique la legislación para que prestar el servicio de transporte sin concesión, pase de ser una falta administrativa a un delito penal. Sin embargo, en el circo local, ¡No! Perdón, en la Cámara de Diputados de la entidad, andan ocupados en exigir que no les digan “ignorantes”, jijiijiji, por lo que otros asuntos tendrán que esperar a que se les quite lo….del exceso de trabajo, jejejeje.
Negociaciones con Sintra
Desde su puesta en marcha en Cancún, Uber ha realizado intentos de diálogo con la Secretaría de Infraestructura y Transporte, que encabeza Jorge Portilla Manica, aún sin éxito, pues hasta la fecha, las detenciones que ha realizado la dependencia en contra de los socios de la trasnacional supera las 500 unidades, con un costo de multa de unos 58 mil pesos, más gastos de arrastre de grúa y corralón.
Uber ha dado su respaldo a sus socios, por lo que el pago de multas es lo que ha causado molestias a la trasnacional, que busca que se detengan las acciones de Sintra.
En un comunicado, Uber aseguró que las detenciones no tienen el objetivo de velar por la seguridad de Cancún, ni por los intereses de la mayoría, y señaló al gobierno de Carlos Joaquín González de cobrar multas tan elevadas, con el fin de sacar del bache financiero por el que atraviesa el estado, de abuso de autoridad y de tramar pagar la deuda de la entidad a costillas de Uber, jijijiji, motivo por el cual las autoridades de Quintana Roo se niegan a legalizar la actividad de los socios de la trasnacional.
Sintra niega ataque directo
Por su parte, el secretario de Infraestructura y Transporte del estado, Jorge Portilla, aunque ha aceptado escuchar lo que los representantes de Uber tienen qué decir, aún no se llega a un acuerdo que permita a la trasnacional realizar su actividad de manera legal.
En cuanto a las detenciones, en Sintra aseguran, los operativos de vigilancia donde se han detectado a los concesionarios de Uber, no tiene dedicatoria para ellos y que la mayoría de los autos detenidos se encuentran fuera de la legalidad, no cuentan con tarjeta de circulación y andan sin placas, los permisos que portan levantan sospechas, pues los autos no todos son recién salidos de la agencia y ya deberían contar con el trámite de emplacamiento.
En Sintra se curan en salud, pues en el caso de que exista un accidente donde se vea involucrado un vehículo de Uber, ¿quién va a responder por la vida de ese ciudadano, si en el estado operan de manera irregular? Si algo ocurre, se inculparía a Sintra por no realizar las verificaciones.
Cómo puede ver mi estimado lector, este asunto no se trata de ofertar un servicio de calidad, tanto por parte de los taxistas como de Uber, aquí de lo que se trata es de los millones de pesos que están en juego. ¡A…bue….lita, tus chanclitas! Tantán.
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