Los derechos de mexicanos en EU no son negociables
Nacional lunes 14, Nov 2016- Se coordinan SRE, embajadores y cónsules
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se mantiene en coordinación con los 50 cónsules y el embajador de México en Estados Unidos, Carlos Manuel Sada Solana, para atender las necesidades, orientar a los connacionales y reiterar que los derechos de los mexicanos dentro y fuera del país nunca van a ser negociados.
Para ello, la canciller Claudia Ruiz Massieu encabezó una reunión de trabajo con el equipo de la Subsecretaría para América del Norte, en la que analizaron los resultados de la elecciones en Estados Unidos y discutieron acciones concretas sobre el futuro de la relación bilateral.
Durante el encuentro celebrado la víspera, Ruiz Massieu convocó a un grupo de cónsules de México en EU para diseñar planes de protección.
De igual forma, instruyó a los cónsules a mantenerse cercanos a la comunidad mexicana y a transmitir mensajes de confianza y tranquilidad, así como a evitar provocaciones y posibles fraudes migratorios.
Trump: hasta 3 millones de migrantes serían deportados
Dos o tres millones de inmigrantes indocumentados, quienes tengan historiales criminales, serán deportados o encarcelados apenas inicie el nuevo gobierno en Estados Unidos, expresó el presidente electo Donald Trump.
En un fragmento de una entrevista transmitida por el canal CBS conducida por el periodista Lesley Stahl, Trump indicó que el destino de los inmigrantes que no cuentan con historial criminal, aquellos que son “personas estupendas”, será determinado una vez que la frontera sea “segura”.
“Lo que vamos a hacer es sacar a las personas que son delincuentes y que tienen historial criminal, miembros de pandillas, traficantes de drogas. A muchas de estas personas, quizá dos millones, o puede ser incluso tres millones, los vamos a sacar del país o los vamos a encarcelar”.
El presidente electo señaló que una vez que deporte a esos inmigrantes con historial criminal, y que su gobierno establezca lo que llamó una “frontera segura” y un ambiente donde “esté todo normalizado”, decidirá la manera en que procederá con otros inmigrantes sin documentos en Estados Unidos.
“Vamos a hacer una determinación sobre las personas de las que se habla, que son personas estupendas. Son personas estupendas pero haremos una determinación sobre eso. Pero antes de hacer esa determinación, Lesley, es muy importante asegurar la frontera”, declaró. Durante su campaña, Trump había prometido crear “una fuerza de deportación”, que expulsaría de Estados Unidos a 11 millones de inmigrantes indocumentados, luego de lo cual permitiría el regreso a algunos de ellos, que no tuvieran antecedentes criminales, de manera documentada. Trump aseguró que el muro que propuso construir en la frontera con México para, supuestamente, detener la migración indocumentada, podría ser en parte “una cerca”, como han sugerido algunos congresistas.
Trump podría borrar en 100 días legado de Obama
En octubre pasado, en el mismo sitio donde Abraham Lincoln pronunció, en 1863, uno de los discurso de lo que sería el nuevo país que se forjó al fragor de la guerra civil, Donald Trump delineó su visión de país que pocos anticipaban se concretaría.
Empero, tras su sorpresiva victoria del martes, el discurso pronunciado por Trump en Gettysburg, Pensilvania, se presenta ahora como el mapa de ruta de su gobierno durante los próximos cuatros años para «hacer grande a Estados Unidos otra vez».
Trump presentó el discurso del 22 de octubre como su «contrato con Estados Unidos», similar al que ofrecieron los republicanos en 1994 cuando tomaron el control del Congreso encabezados por New Gingrich, convertido ahora en asesor de Trump y un potencial miembro de su gabinete.
Ese discurso se presenta igualmente ahora como una suerte de acta de defunción adelantada de mucho del legado del presidente Barack Obama, tanto en términos de política doméstica como exterior.
De los 18 puntos de acción y 10 amplías propuestas de política ofrecidas entonces por Trump, varios incluyen la eliminación o rechazo de algunas de las principales políticas promovidas y adoptadas por Obama en sus ocho años de gobierno.
Durante su campaña electoral, Trump prometió de manera reiterada su intención de repelar la Ley Asequible de Salud (ACA) u Obamacare, considerado el mayor logro doméstico del mandatario.
«El cambio real empieza con el inmediato rechazo y reemplazo de Obamacare», prometió Trump en un evento de campaña en octubre pasado, y sí su discurso de Gettysburg constituye una guía de su gobierno, esto es que algo que pasará en los primeros 100 días como lo ofreció.