En Tultepec se alistan para el “Paseo de los Farolitos”

Estado de México* jueves 27, Oct 2016

• Tradicional procesión el último día de octubre

 

 

Tultepec, Estado de México.- Como cada año, desde 1875, Tultepec se prepara para celebrar el tradicional “Paseo de los Muertitos”, también conocido como “Paseo de los Farolitos”, iniciado por doña Juanita Solano, oriunda del municipio, quien siendo catequista hizo la invitación a todos los niños para que, acompañados de sus familiares, realizaran una procesión el último día de octubre.

Juana Antonieta Zúñiga Urbán, la cronista municipal, explicó que el objetivo era guiar con una candela encendida (farol), las almas de los niños que han muerto y que no recuerdan el camino a casa de sus familiares, “quienes de acuerdo con la creencia, los vienen a visitar el 31 de octubre de cada año a partir de las 12:00 horas, retirándose a la misma hora del 1 de noviembre”.

Dijo que cuando en 1955 falleció don Mardonio, otro de los iniciadores de esta tradición, dejó la encomienda del “Paseo de los Muertitos” a los hijos de doña Cristina Silva, dirigidos por el hijo mayor, Don Víctor Manuel Urbán Silva y su hermano Agustín.

Antes de morir en 1970, don Manuel dejó a cargo de la tradición a sus hijos, Marta y Fausto Urbán Velasco, integrantes de la familia que conformó con Carmen Velasco Guzmán, quienes junto con otras personas del pueblo continúan aportando con entusiasmo los recursos que hacen posible seguir esta tradición de devoción y respeto.  Esta tradición se lleva a cabo el último día de octubre a las 18:00 horas; antes partía del panteón, ubicado en San Martín, hasta el centro del pueblo.

Actualmente, el recorrido inicia con música en la zona centro por las principales calles y avenidas del primer cuadro, hasta regresar a la explanada municipal.

Muchos de los participantes, la gran mayoría familias completas de éste y otros municipios, llevan consigo un farol hecho con papel china, carrizo y una vela en el centro para guiar a sus casas las almas de los niños difuntos, donde la creatividad se hace visible en cada farol con cajas de muerto, cruces y calaveras, entre otros.