Casos polémicos, Espino y el Bar Bar
Ramón Zurita Sahagún jueves 30, Sep 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
A contracorriente, el ex dirigente nacional el PAN, Manuel Espino Barrientos, pide la expulsión del dirigente nacional de ese partido, César Nava Vázquez.
Lo hace, apoyado en que la alianza electoral establecida por el joven dirigente nacional con los partidos de izquierda es una traición al partido que preside.
Contrarios a la ideología del partido gobernante y severos críticos de la forma de gobierno que ejerce el PAN, pero además cuestionadores del triunfo electoral de Felipe Calderón Hinojosa, PRD, PT y Convergencia se convirtieron en aliados del PAN en los procesos electorales celebrados en media docena de entidades, logrando el triunfo conjunto en la mitad de ellos (Puebla, Oaxaca y Sinaloa).
Por eso, aprovechando la notificación de su propia expulsión, Espino Barrientos pone a la vista las razones para que César Nava sea sometido al mismo proceso.
Y es que se acrecienta la polémica desatada alrededor de la inminente expulsión del duranguense avecindado en Chihuahua, cuando la propia dirigencia le informó que se encontraba en proceso su expulsión.
En Twitter ese moderno medio de comunicación de centellante rapidez, Espino Barrientos mantuvo abierta la discusión sobre el tema, donde lo menos que le dijo al presidente nacional de su partido fue intolerante.
Y es que desde el mediodía, el también ex dirigente de la OCDE anunció a través de su cuenta en Twitter que ya había sido notificado el proceso de expulsión del partido.
La expulsión del ex dirigente nacional del PAN se decretó en la más reciente reunión nacional, donde se consideró que las críticas y algunas acciones adoptadas por el también ex diputado federal eran merecedoras de que se analizara la posibilidad de su expulsión.
Entre las faltas adjudicadas a Espino Barrientos se encuentran la promoción de candidatos ajenos a su partido y un constante abuso de su derecho a la libertad de expresión.
Antes que Espino, el que corrió esa suerte fue el gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat, quien en un juicio sumario fue expulsado del partido que lo llevó a la presidencia municipal de Aguascalientes y al gobierno de esa entidad, acusado de favorecer a sus opositores.
Ahora toca el turno al ex dirigente nacional, quien se convirtió en uno de los más feroces críticos de la forma en que se maneja el partido en el poder y de las constantes intromisiones del Ejecutivo.
La discusión sobre el caso de Espino Barrientos diluye el escándalo en que se encuentra envuelto el presidente nacional del PAN, César Nava Vázquez por la compra de un lujoso departamento en Polanco, cuyo costo asciende a 15 millones de pesos, pero que, según los compradores, les costó la bagatela de siete millones de pesos.
El presidente nacional del PAN se casa el próximo sábado con su novia, la cantante Patricia Sirvent, conocida en el medio de la farándula como Paty Lú y, según una revista de espectáculos, el regalo de bodas fue el departamento de 15 millones de pesos.
La noticia fue negada por el político, el que reveló que la propiedad fue adquirida entre los dos, a un costo inferior del difundido en un inicio.
*Otra polémica revivida esta semana es la referente al Bar Bar, el centro de diversión en que fue herido el futbolista Salvador Cabañas, incidente que trastocó los intereses de la empresa Televisa, propietaria del club de fútbol América.
La televisora inició una campaña de desprestigio contra el Bar y los propietarios del mismo, donde, se supo después, había otros intereses de por medio, ya que el dueño del lugar era socio de la televisora en otra empresa dedicada a la promoción y representación de personalidades.
Ocho meses después de ocurrido el hecho que dejó como saldo un herido de bala y una campaña de cobertura del evento inédita en la historia de la televisora, el propietario del Bar Bar, Simón Charaf envió una carta al Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, en la que pide su intervención en el caso y frene las campañas mediáticas que la televisora endereza en contra de quienes revelan las anomalías que en la empresa se cometen.
Simón Charaf refiere en su escrito la monumental campaña del incidente, donde se desvirtuaron los hechos y la escasa cobertura dada a eventos similares, en los que si existieron pérdidas humanas.
Los asesinatos en Starbucks (donde perdió la vida un testigo protegido de la PGR), en un bar de Pabellón Copilco, en un bar de la calle de Cuernavaca y otros más, donde los sitios de diversión o reunión, trabajan normalmente.
En cambio en el BAR BAR, el encargado del sitio se encuentra detenido todavía y el lugar clausurado, mientras el derecho de réplica en la televisora le es negado.
Unos días antes de la misiva entregada en la Presidencia de la República, Charaf fue entrevistado por el periodista Carlos Ramos Padilla, donde reveló muchas situaciones oscuras en el manejo de la investigación y se mostró el examen médico practicado al herido (Salvador Cabañas) en el que se consigna el uso de sustancias prohibidas por parte del deportista.
*Menudo lío el que ocasionó la muerte del diputado federal panista Guillermo Zavaleta, coordinador de la campaña de Gabino Cué.
El oaxaqueño tenía tres parejas, dos oficiales y una no tanto, por lo que la Cámara de Diputados decidió incrementar en un 50 por ciento el seguro de vida, para que correspondieran cinco millones de pesos a cada una, las dos oficiales y la que no.
De lo que nadie quiere hacerse cargo es de las deudas del fallecido legislador, de las que se avientan la responsabilidad entre las tres parejas que dejó el diputado federal.