Partidos, partidos
Ramón Zurita Sahagún lunes 27, Sep 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La política y los políticos mexicanos se encuentran inmersos en la sucesión presidencial. El reacomodo de piezas y fuerzas políticas es una realidad, por lo que el tono de los personajes sube constantemente.
Todos aquellos que desean formar parte del gran acontecimiento que resulta ser la sucesión presidencial alzan la voz y pasan lista de presentes, algunos buscando sus propias candidaturas, otros intentando ocupar un espacio del que se encuentran relegados.
El toma y daca es cada vez más sonoro y afecta lo mismo en lo individual que en lo grupal y se cuela en las estructuras partidistas, las que no se consideran sólidas como para aguantar estas cuarteaduras que amenazan con provocar fracturas y posible escisiones.
No es gratuito que los opositores al PRI iniciaran el golpeteo en contra del principal posicionado en la carera presidencial, el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, quien aventaja hasta tres a uno en las encuestas a su principal adversario.
El pretexto es lo de menos, el interés primordial es debilitarlo, ya sea mediante denuncias, acusaciones, presiones o simples especulaciones.
La llamada “ley Peña” es un pretexto magnífico para cuestionarlo e intentar exhibirlo, aunque el resultado alcanzado hasta ahora no es el esperado. Panistas y perredistas han topado con una indiferencia generalizada en torno al tema de las alianzas y el posible establecimiento de una megacoalición en tierras del Estado de México con vista a la elección de julio del año próximo terminaría con este discurso.
Es tal el posicionamiento del priísta y tan escaso el resultado de las ofensivas declarativas y mediáticas de sus opositores, que desde la propia oposición le ven tamaños para convertirse en el ganador del proceso electoral del 2012.
Vicente Fox Quesada, el primer Presidente de la República no priísta, advirtió sobre el efecto Peña Nieto, lo que derivará en el inminente regreso del PRI a Los Pinos en 2012.
Es tal la creencia del guanajuatense -lo avalan los dados y los datos- que advirtió a los priístas para que arreglen las cosas desde ahora y puedan gobernar a gusto, ya que cuentan con los instrumentos para ello.
Las palabras de Fox Quesada causaron un revuelo dentro del PAN, por lo que pronto recibió respuesta a sus palabras en la voz del propio presidente nacional del partido, César Nava Vázquez y del ex secretario general y actual coordinador de los senadores de ese partido, José González Morfín, lo que refutaron y descalificaron las palabras del locuaz ex presidente.
Y es que dentro de Acción Nacional no se vive la tranquilidad de un partido gobernante, ya que las cosas no salen favorables para ellos en ningún aspecto.
La crisis interna es sumamente preocupante, con un Presidente de la República -Felipe Calderón Hinojosa- convertido en el gran elector y un organismo político partido internamente en varios segmentos, los que muestran sumisión al Ejecutivo y los que muestran contrario a su constante injerencia en la vida interna del partido y en la imposición de sus dirigentes.
A eso se le agrega que el partido se quedó sin figuras públicas y las que se pretende elevar a esa categoría no muestran la entereza para ello, frustrando todos los intentos por posicionarlos y meterlos desde ahora en la lucha por la sucesión presidencial.
Ernesto Cordero Arroyo, secretario de Hacienda; Javier Lozano Alarcón, secretario del Trabajo; Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública; Juan Molinar Horcasitas, secretario de Comunicaciones; Heriberto Félix Guerra, secretario de Desarrollo Social; Gustavo Madero, aspirante a la presidencia nacional de su partido y los demás integrantes del gabinete que muestran deseos de ser tomados en cuenta para la carrera presidencial se encuentran sumamente distantes de sus correligionarios la diputada Josefina Vázquez Mota y el senador Santiago Creel Miranda, personajes no gratos en los altos círculos del poder para la candidatura presidencial.
La sucesión del presidente del PAN puede llevar a una crisis más fuerte dentro del partido, ante los esfuerzos por empujar la candidatura del favorito de Los Pinos en detrimento de los otros (a) aspirantes.
Pero si dentro del PAN los golpes soterrados y las patadas en las espinillas se convirtieron en una constante, en sus aliados de la izquierda las cosas se ponen peor, con uno de los aspirantes presidenciales en plena campaña y desde ella golpeando con todo a la actual dirigencia partidista, de la que se encuentra sumamente distante.
Andrés Manuel López Obrador, es, sin duda, un icono de la izquierda y cuenta con decenas de miles de seguidores en todo el país, por lo que desde hace seis años se encuentra entregado a su movimiento, con el que piensa catapultarse a una nueva candidatura de la izquierda.
En este propósito, el tabasqueño cuenta con aliados dentro y fuera del partido en que todavía milita (PRD) y al que, tal vez, no necesite para convertirse en candidato.
Sin embargo, eso no es obstáculo para que el ex candidato presidencial refleje con constancia su malestar por la forma en que se maneja el partido y critique el entreguismo de su actual dirigencia con el partido de la derecha (PAN) y con el propio Felipe Calderón Hinojosa, en un esfuerzo por ir de la mano (PRD-PAN) en la contienda presidencial del 2012.
Por eso, explica el tabasqueño, existe un divorcio entre la militancia y la dirigencia del partido, ya que se toman acuerdos sin consultar a la base.
Las alianzas van en contra de nuestros principios de nuestra dignidad y si deciden continuar en alianzas con el PAN, se quedarán solos, advirtió.
Con este panorama en los dos principales partidos adversarios del PRI, el camino para el partido tricolor se encuentra asfaltado y solamente es cuestión de que no surjan diferencias en torno al candidato y a los métodos del que surgirá para que los priístas entren a Los Pinos el uno de diciembre del 2012.