De crisis a crisis
¬ Claudia Rodríguez viernes 24, Sep 2010Acta Pública
Claudia Rodríguez
La Arquidiócesis de México lanzó una alerta a todas las parroquias del país, debido a que se avecina un problema mayúsculo para abastecerles del tan necesario vino de consagrar -de origen nacional-, en cada rito litúrgico. El aviso se da, una vez que se están acabando las reservas, mismas que arrojaron una fecha fatal cuando ya desde julio de este año las empresas vitivinícolas suspendieron la producción de esta bebida.
Pero ya la Arquidiócesis de México busca un arreglo a esta dificultad.
La importación de vino de consagrar debe ser una salida. Ya se dio carta abierta para que las diócesis inicien sus pedidos de exportación de botellas e incluso de barricas que provengan de Estados Unidos, de Chile y también desde otras áreas vitivinícolas de Europa.
Pero no se trata de una mera transacción comercial y de los trámites aduanales que deben cumplimentarse. También se requiere del sello episcopal de aprobación, mismo que se otorga cuando el análisis de pureza del vino lo certifican los obispos autorizados.
Así que este rito católico, en México, está en crisis, una vez que los anaqueles de cada iglesia católica de este país, ve disminuir sus reservas de vino de consagrar.
Si usted en casa ha visto disminuir su alacena día a día y no ha podido abastecerla de manera adecuada a los requerimientos de usted y su familia, piense un poquito que tal vez eso le acerque más al cielo, al final sufre igual que los religiosos por la crisis económica.
La única diferencia es que seguramente cada iglesia de este país al final contará con los recursos económicos -y los permisos celestiales- para dotar sus anaqueles del vino de consagrar que hoy tanto les escasea. Pero ¿y qué hay de los simples mortales?
Para hacer honor a la máxima casa de estudios de nuestro país, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a un siglo de su fundación, así como a sus centros de investigación y práctica, desde la Facultad de Economía se reporta que las familias de los trabajadores mexicanos adquieren en la actualidad, 35 por ciento menos alimentos que al inicio de la actual administración federal. La pérdida del poder adquisitivo consecuencia de los bajos salarios y la falta de fuentes de empleo, son las causas principales del desabasto familiar.
Pero lejos de las posibilidades monetarias que tiene la Arquidiócesis de México, los economistas de la UNAM han proyectado que de seguir así la situación en el terreno laboral, la precariedad financiera se agudizará aún más en cada familia mexicana.
Hay de crisis a crisis. ¿O no?
Acta Divina… El primer día de este septiembre, el secretario de Economía, Bruno Ferrari, afirmó que la recuperación económica del país no es sólo un discurso y que los mexicanos empiezan a palpar en sus bolsillos la mejoría que se tiene en indicadores como empleo, crecimiento y creación de empresas.