Lugo Verduzco y Ochoa Reza
Ramón Zurita Sahagún jueves 14, Jul 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Enrique Ochoa Reza se convirtió en el primer personaje en presidir el PRI, sin contar con un cargo de elección popular o con un expediente político de importancia, desde el arribo de le tecnocracia a los cargos públicos.
Antes de él, solamente Adolfo Lugo Verduzco había sido cuestionado sobre si conocía siquiera donde se ubicaba el edificio sede nacional del partido tricolor, pero el hidalguense tenía a su favor que desde tres meses antes fungía como senador de la República.
Y es que en los tiempos de preponderancia partidista del PRI, ocupar la titularidad del partido equivalía a ser parte del gabinete presidencial.
Desde que asumió la Presidencia de la República Miguel de la Madrid Hurtado, el Partido Revolucionario Institucional ha tenido 25 dirigentes nacionales, función desempeñada por 23 hombres y mujeres que ostentaron dicha función en un período de 34 años.
Es decir, un promedio de poco más de un año tres meses y medio cada uno.
Hay dos políticos que repitieron en la posición, un hombre y una mujer, aunque en el caso de la mujer fue por breve tiempo una y otra vez.
Mariano Palacios Alcocer relevó a Humberto Roque Villanueva y después a Roberto Madrazo Pintado en sus dos apariciones como dirigente nacional del partido tricolor.
Cristina Díaz Salazar lo hizo en doble contingencia. La primera ante la renuncia obligada de Humberto Moreira Valdez y la segunda esperando la llegada de César Camacho.
La llegada de Ochoa Reza a la presidencia nacional del partido fue sumamente cuestionada, aunque los altos mandos, acostumbrados a no criticar ese tipo de decisiones en tiempos de gobierno federal priísta, aplaudieron a rabiar en la toma de posesión del personaje que cubrirá el período para el que fue electo Manlio Fabio Beltrones.
Las expresiones de rechazo a su designación quedaron en el olvido y ya nadie repite un eventual propósito de impugnar ante el INE el que Ochoa Reza no cubre los requisitos indispensables para ello.
Ocho Reza no es el priísta más joven en presidir al partido, desde el arribo de los tecnócratas al poder, ya que Luis Donaldo Colosio tenía 38 años cuando ocupó el mismo cargo. Genaro Borrego Estrada tenía 43 años, unos meses menor que el actual dirigente nacional del partido.
Eso sí, todos los presidentes del partido contaban con, cuando menos, un cargo de elección popular antes de asumir la presidencia nacional tricolor y otros ya habían pasado por el gobierno de sus respectivos estados.
Jorge de la Vega, Chiapas; Rafael Rodríguez Barrera, Campeche; Genaro Borrego, Zacatecas; Ignacio Pichardo, Estado de México; Mariano Palacios Alcocer, Querétaro; Dulce María Sauri, Yucatán; Roberto Madrazo Pintado, Tabasco; Beatriz Paredes Rangel, Tlaxcala; Humberto Moreira Valdez, Coahuila; Pedro Joaquín Coldwell, Quintana Roo; César Camacho, Estado de México y Manlio Fabio Beltrones, Sonora, han gobernado sus respectivos estados, lo que da un total de 12 de los 23 nombres que han presidido el partido tricolor en 34 años.
Otros, como Fernando Ortiz Arana, coordinó las tres cámaras legislativas de mayor importancia: Asamblea Legislativa del DF; Cámara de Diputados y Senado de la República.
María de los Ángeles Moreno tiene la misma distinción como coordinadora de sus compañeros priístas en los mismos tres sitios; mientras Humberto Roque Villanueva lo fue en la de Diputados, todos ellos antes de ser presidentes del partido.
Hoy, César Camacho es coordinador, pero después de fungir como presidente del partido, igual que sucedió con Rafael Rodríguez Barrera.
Luis Donaldo Colosio, el más joven de estos 23 nombres fue diputado federal y senador, antes de presidir el Comité Ejecutivo Nacional y resulta ser conjuntamente con Roberto Madrazo Pintado los dos únicos que han resultado candidatos presidenciales de su partido, aunque los dos con finales trágicos. Colosio fue asesinado y Madrazo acabó su vida política al perder la elección.
Humberto Moreira renunció al partido por líos en su gestión gubernamental y también pasó al ostracismo político, mientras que Santiago Oñate Laborde y José Antonio González Fernández tuvieron su despegue político en la misma administración presidencial de Ernesto Zedillo y después prefirieron alejarse de la actividad política.
Otros como Jorge de la Vega, Rafael Rodríguez Barrera, Ignacio Pichardo Pagaza, Mariano Palacios Alcocer, José Antonio González Fernández y Pedro Joaquín Coldwell, lograron ascender a secretarios del gabinete presidencial, luego de su paso por el PRI.
Cinco han sido las mujeres que han presidido al partido tricolor en toda su historia: María de los Ángeles Moreno, la primera; Dulce María Sauri Riancho, la segunda; Beatriz Paredes Rangel, la tercera; Cristina Díaz Salazar, la cuarta y Carolina Monroy del Mazo, la quinta.
Curioso, pero en 34 años transcurridos, solamente dos de los 23 nombres consiguieron terminar con el cargo para el que fueron electos: Beatriz Paredes Rangel y César Camacho Quiroz lo hicieron posible, mientras que los demás no concluyeron y un gran número de ellos fueron designados para concluir los períodos.
La época en que desfilaron más personas por la presidencia del PRI fue en la gestión presidencial de Ernesto Zedillo Ponce de León, ya que pasaron por ahí María de los Ángeles Moreno, Santiago Oñate, Humberto Roque Villanueva, Mariano Palacios Alcocer, José Antonio González Fernández y Dulce María Sauri Riancho, uno por año.
Dos han sido los personajes cuestionados sobre su experiencia política y militancia partidista, Adolfo Lugo Verduzco, aunque era senador cuando fue designado en el cargo y Enrique Ochoa Reza.
Con Lugo Verduzco se produjeron las primeras pérdidas de importancia para el PRI, cuando se perdieron posiciones como las capitales de Durango y Chihuahua, así como Ciudad Juárez, con Ochoa Reza apenas inicia el proceso.