El último jalón
Ramón Zurita Sahagún jueves 2, Jun 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Fueron en promedio dos meses de campaña electoral el tiempo con que contaron los candidatos de los diversos partidos para convencer al electorado de sufragar a su favor.
Algunos de ellos lo aprovecharon al por mayor, otros no tanto, reflejado en el poco crecimiento alcanzado en conocimiento de los ciudadanos hacia sus personas, mientras otros lo consiguieron dando relativas sorpresas que cuajarán en una buena recaudación de votos el próximo domingo.
Es cierto que a varios de ellos no les alcanzará para el triunfo, pero si para posicionar a sus respectivos partidos dentro de las preferencias de los electores.
Sorpresas se darán el próximo 5 de junio, al iniciar el conteo de votos, cuando se confirme la pérdida de tiempo de algunos de los abanderados de los partidos o que compitieron como independientes y de otros que en solo dos meses consiguieron posicionarse ellos para un futuro inmediato a sus partidos.
La gran sorpresa electoral la constituye el candidato de Morena al gobierno de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, quien pasó de ser un ilustre desconocido en la mayor parte del estado a poner en riesgo la victoria de los abanderados de los dos principales partidos políticos.
Es cierto que anterior a ser candidato a gobernador, un año antes, ganó los comicios para la diputación federal, por un distrito de la capital del estado, pero eso no le garantiza el auge logrado en el resto del territorio veracruzano.
No se sabe todavía si ese crecimiento y popularidad le alcancen para rebasar a los primos Yunes, el priísta Héctor y el panista Miguel Ángel, pero en su partido están conscientes de que la marca Morena se convirtió en un fenómeno estatal.
El partido que preside Andrés Manuel López Obrador puede convertirse en el de mayor crecimiento electoral, considerando que se convirtió en competidor en varios estados del país: Veracruz, Zacatecas, Oaxaca y Tlaxcala, además de la Ciudad de México serán los que mayor porcentaje de votación logren para ese partido.
Se duda que esos buenos números le alcancen para ganar alguno de los doce gobiernos estatales en disputa, pero si pueden arrojar cifras que en general lo posicionen por encima del que está considerado, hasta ahora, como el principal partido de izquierda, el PRD.
Otra de las sorpresas que habrán de producirse en mostrar el cómo las candidatura independientes no son lo que muchos creen que serán a futuro, el trampolín para triunfos electorales.
Cuando menos en el marco de las doce gubernaturas no habrá triunfo alguno de los candidatos postulados por esa vía.
José Luis (Chacho) Barraza resulta el mejor situado entre todos los independientes y quedará rezagado de los candidatos postulados por el PRI y el PAN o PAN y PRI.
Nadie apuesta por una victoria de los independientes y las victorias quedarán repartidas entre los candidatos postulados por PRI, PAN y, tal vez, PRD, con sus respectivas alianzas.
El 5 de junio por la noche se sabrá qué tan eficaces fueron las alianzas entre el partido de la derecha (PAN) y el que está ubicado, hasta ahora, como el principal de izquierda (PRD).
La alianza se constituyó en cuatro estados, Durango, Oaxaca, Quintana Roo y Veracruz, en los que presenta un frente duro para la alianza conformada por el PRI con Nueva Alianza, el Partido Verde y hasta Encuentro Social, en algunas partes del país.
Dos estados en que se consideraba como posible la alianza no se pudo concretar, Puebla y Tlaxcala, donde cada uno de esos partidos, el PAN en ambos casos y el PRD en el segundo de ellos, mantienen posibilidades de triunfo.
Hace seis años, la alianza conformada por el PAN y PRD resultó triunfadora en tres estados del país, Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
Solamente en una de esas entidades pudo repetir la alianza entre esos partidos y la victoria se encuentra en duda.
En otro de ellos, el PAN yendo solo se mantiene a la cabeza de las apuestas, mientras que en el otro, ninguno de los dos partidos, PAN y PRD, parecen ser favorecidos por el voto electoral.
La apuesta del próximo domingo (cinco de junio) es acerca de cuántos estados ganará el PRI con sus candidatos, en cuántos podrá triunfar el PAN como partido solo y en cuántos más la alianza PAN-PRD tendrá resultados positivos y si eventualmente PRD o Morena pueden consolidar alguna victoria.
Los ojos se mantendrán fijos en varios de los estados, principalmente en Veracruz, donde la competencia está sumamente cerrada y podría darse la alternancia.
En Puebla, por ser gobernada por uno de los prospectos presidenciales más sólidos de Acción Nacional y en Tamaulipas donde la violencia es el signo de identificación de la entidad y los comicios representan un buen pretexto para desatarla, ante la parsimonia de las autoridades, tanto de nivel federal como estatal.
Cada uno de los dirigentes de los tres principales partidos llamados nacionales sabe que su futuro depende de las victorias que obtengan y en cuáles estados se producen.
LOS YUNES
Flaco favor le hacen al candidato priísta Héctor Yunes Landa, los espectaculares situados en diversas partes del estado, en los que, supuestamente, Miguel Ángel Yunes Linares, el candidato de la alianza PAN-PRD llama a votar en favor de su primo Héctor.
El despliegue se inserta como parte de la guerra sucia desatada en contra del ex director del ISSSTE y diputado federal con licencia que, según las últimas encuestas, no resintió tanto ese lodazal que le fue enviado por sus adversarios.