Repudio a los sicarios
¬ Augusto Corro jueves 18, Feb 2016Punto por punto
Augusto Corro
En uno de los estados más golpeados por la delincuencia organizada, el Papa Francisco dijo, ante miles de jóvenes, que Jesús “nunca invitaría a ser sicarios. El quiere discípulos, jamás mandaría a sus hijos a la muerte, porque todo en el es una invitación a la vida”.
El Vicario de Cristo destacó que la riqueza de México es su juventud, la cual con los estímulos correctos “se convertirá en la esperanza”.
El Obispo de Roma tocó un tema muy sensible para la sociedad mexicana, que ve como un elevado índice de muchachos cae en las redes del crimen por ambición al dinero o por la falta de oportunidades para emplearse.
Esos ejércitos de jóvenes sin posibilidades de un futuro, mejor son excluidos de la sociedad porque carecen de recursos económicos para terminar sus estudios.
O en un sinnúmero de casos, por esa falta de oportunidades ya como profesionistas tienen que trabajar “en lo que sea”, para conseguir algo de dinero; muchos optan por incursionar en el comercio informal, donde obtienen ganancias miserables. En las estadísticas se maneja la cifra de 7 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan: los “ninis”.
Se trata pues de una realidad social compleja, mayúscula, que necesita el concurso, la participación, el empeño de toda la sociedad para superarla con empleos, mayor número de universidades, etc.
Porque como lo enfatizó el Papa Francisco, “es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven, es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte”.
INOCENCIA Y CANDOR PANISTA
Luego de una investigación sobre la “chapodiputada” y su relación con el Partido Acción Nacional, se llegó a la conclusión que los dirigentes no supieron que en Sinaloa, Lucero Sánchez tuvo la oportunidad de llegar al Congreso local.
Federico Döring fue comisionado para investigar quién o quiénes ayudaron a Lucero a colarse en las filas panistas y llegar al cargo de legisladora en el Congreso sinaloense.
De entrada, Döring exoneró a los dirigentes panistas Gustavo Madero y Cecilia Romero de una posible responsabilidad, porque no detuvieron a tiempo las ambiciones de la “chapodiputada”, que los utilizó.
La dirigencia panista carecía de información en su momento sobre el estatus real de la legisladora. El único responsable del juego político de Lucero y sus ganancias es, o era mejor dicho, Guadalupe Carrizoza, coordinador de la bancada panista en el Congreso estatal.
Lucero es la diputada que visitó a Joaquín “El Chapo” Guzmán antes de que éste se fugara de la prisión de alta seguridad “El Altiplano”. Para tal fin uso documentación falsa. Después, se reunió con el capo, cuando este era prófugo, para recibir al año nuevo 2016.
El escándalo embarró al Partido Acción Nacional, que permitió en sus filas a una persona que mantenía relaciones estrechas con uno de los narcos más famosos.
La diputada Lucero quedó en el limbo político y es investigada por las autoridades federales que ya solicitaron desaforarla. El hilo, como es tradición, se reventó por lo más delgado y el coordinador Guadalupe Carrizoza será expulsado del partido blanquiazul.
Gustavo y Cecilia, acostumbrados a los escándalos, no tienen la mínima preocupación, ya están acostumbrados a sortear los malos tiempos.
VIOLENCIA EN LAS CÁRCELES
Durante 2008 y 2014 se registraron 445 homicidios en penales estatales.
Lo anterior se informó en una reunión efectuada en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México. De ese dato de violencia se desprende que las cáceles mexicanas “son espacios de muerte y destrucción”.
Las riñas y motines en esos centros de reclusión se derivan de los privilegios que gozan unos cuantos, así como del control que ejerce el crimen organizado en esos lugares.
Un ejemplo claro de esas irregularidades se vio en la masacre ocurrida recientemente en el penal de Topo Chico.
En esos hechos perecieron 49 internos en una lucha por el poder, en una cárcel manejada por bandas criminales.
La crisis que se vive en las prisiones mexicanas no es nueva y múltiples llamados de las asociaciones civiles para el cumplimiento estricto de los derechos humanos; y la rehabilitación real de los internos para su retorno a la sociedad.
Mientras las autoridades toman en serio la solución del problema, en las cárceles seguirá la sobrepoblación de reos, la violencia y la muerte.