Gobernador amasó fortuna
¬ Augusto Corro jueves 28, Ene 2016Punto por punto
Augusto Corro
El gobernador priísta de Chihuahua, César Duarte Jáquez, durante su administración amasó una fortuna de más de mil millones de pesos.
Declaró lo anterior el senador panista, Javier Corral Jurado, un aspirante a la gubernatura de Chihuahua, el estado más grande de México.
El mencionado Duarte Jáquez llegó a la política luego de desempeñarse como un modesto vendedor de automóviles usados. La grilla le sonrió y tras un paso gris por la Cámara de Diputados, logró la victoria en los comicios para gobernador.
Como mandatario siempre estuvo en el ojo de la tormenta por su intervención en la creación de un banco, en la que el invirtió cuantiosa suma de dinero.
El legislador panista, Corral Jurado, dijo que Duarte Jáquez es “como un kraken, esa gigantesca criatura parecida a un pulpo que, según la mitología, vive en las oscuridades del océano y sale a la superficie a devorar todo lo que le viene en gana. Barcos o marinos. O ambos”.
Además, el gobernador se distinguió por el temor que infundió en los empresarios, políticos, diputados, burócratas, etc. Todos le tienen miedo.
Sin embargo, hay hartazgo ciudadano, dijo el senador.
También explicó que Chihuahua tiene hoy la deuda más alta de las 32 entidades. Duarte Jáquez empezó su administración con un saldo de 12 mil 547 millones de pesos.
Ahora, esa deuda ronda los 41 mil 309 millones de pesos. Suficiente tesoro público para provocar tentaciones. ¿O no?
¿A QUÉ LE TEME EL GOBERNADOR?
El gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, de extracción perredista, cuenta con 63 policías que lo protegen.
Mientras, el común de los ciudadanos tiene que padecer la ola de violencia que azota a aquella entidad.
El problema de la inseguridad se encuentra muy lejos de las actividades cotidianas de Núñez.
Claro, el beneficio de la protección policiaca también alcanza a su esposa Martha Lilia López Aguilera y a un sinnúmero de familiares. En fin, decenas de policías están comisionados para brindar seguridad a cuanto funcionario público lo solicite.
El temor a gobernar llegó a Tabasco desde el anterior mandatario, Andrés Granier, priísta, que alcanzó a tener 173 uniformados para su resguardo.
Así pues, conseguir acercársele a un gobernador o funcionario público es más que imposible, prefieren vivir divorciados de la sociedad que exponer el pellejo. Esa práctica de protección a las autoridades se repite en casi todas los estados, principalmente en aquellos donde la delincuencia organizada tiene sus dominios. No hay problema alguno, el sueldo de los policías lo pagan los contribuyentes.
LAS DESAPARICIONES FORZOSAS
Siguen desaparecidos los cinco jóvenes detenidos por la policía y entregados al crimen organizado. La búsqueda de los muchachos se extendió a municipios oaxaqueños que colindan con Veracruz.
Como informamos, el lunes 11 de enero, cuatro jóvenes y una adolescente fueron interceptados por los uniformados en Tierra Blanca, Veracruz.
El pasado martes, las autoridades federales se trasladaron a la zona norte del estado de Oaxaca para continuar las investigaciones.
En un video aparecieron los jóvenes José Benítez de la O, Mario Arturo Orozco Sánchez, Alfredo González Díaz, Bernardo Benítez Arroniz y Susana Tapia Garibo, cuando fueron interceptados por los uniformados. No se volvió a saber nada de ellos. En la capital veracruzana más de 30 policías estatales fueron detenidos por su relación en el caso. Siete uniformados fueron encarcelados, tras aceptar su relación con la delincuencia organizada. Los padres de las víctimas exigen la aparición de los jóvenes con vida.
NO FUNCIONÓ LA ALIANZA
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional no se aliarán para participar en los comicios poblanos del próximo mes de junio.
De antemano se sabía que si el PRD no apoyaba al candidato panista a la gubernatura, difícilmente llegarían a un acuerdo.
En Puebla los perredistas tenían que agachar la cabeza ante el gobernador Rafael Moreno Valle y los militantes del partido del sol azteca de ninguna manera iban a ceder terreno.
Tampoco hubo acuerdo para una coalición en Tlaxcala. En esa entidad el PRD seguramente pensó que iba a recibir el apoyo de los panistas. No ocurrió así.
A la fecha, los gobiernos aliancistas vigentes no lograron gobernar como lo planteó la sociedad. Las administraciones como la de Oaxaca o Sinaloa fueron grises.
En Oaxaca, Gabino Cué, apoyado por el PRD, PAN y Convergencia, logró un gobierno sembrado de violencia, corrupción y pobreza. En la misma condición se encuentran el mandatario poblano Rafael Moreno Valle y Mario López Valdez.
Las alianzas políticas sí funcionan a la perfección cuando se trata de resolver problemas personales o de negocios que rebasan principios e ideologías.
En conclusión, a los perredistas-panistas se les hizo bolas el engrudo en los casos de Puebla y Tlaxcala.