Importancia de un buen acuerdo
Mauricio Conde Olivares lunes 25, Ene 2016“Hora 14”
Mauricio Conde Olivares
En la pasada entrega de esta columna, publicada el viernes último, le comenté los acuerdos de Enrique de la Madrid Cordero, secretario de Turismo mexicano con Carmen Riu, dirigente de la cadena hotelera con ese nombre, en torno a su nuevo hotel que se construye en Cancún, específicamente en Punta Nizuc.
Sitio de por sí saturado en la dotación de servicios públicos y que se vería sobrecargado con la llegada de 565 cuartos, conforme el plan original, mismo que disminuyó a 530 para echar a andar apresuradamente el proyecto y que ahora tendrá menos llaves para no dar pie a nuevas protestas de ambientalistas hambrientos, no quien se las hizo, como el caso de Malecón Tajamar, sino ¡de quién se las pague!
El jueves por la noche tuvo lugar este encuentro en Madrid, España, dentro de los trabajos de la Feria Internacional de Turismo.
Como le informé, apreciado lector, De la Madrid previamente a la reunión con Carmen Riu, tuvo un encuentro de emergencia con Héctor Gómez Barraza, titular de Fonatur, así como con el gobernador Roberto Borge, sobre la polémica desatada con los trabajos de chapeo y desmonte en el Malecón Tajamar Cancún, además de que los funcionarios analizaron este tema, también determinaron el mejoramiento ecológico de ese lugar.
Después, procedieron a sostener reuniones privadas con empresarios, y como lo indiqué, con Carmen Riu, presidenta del Grupo Hotelero RIU, que está más que involucrado en los temas ambientales de Quintana Roo.
Pero, permítame explicarle de qué hablamos.
Resulta que el llamado proyecto Riu Riviera Cancún, que fue aprobado hace 36 días por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat, un día antes de que terminara el 2015, vendría a causar un aumento a la erosión del límite costero en lo que conocemos como Punta Nizuc, precisamente situado en la tercera etapa de la Zona Hotelera, esa que vino a inaugurar el entonces Presidente Vicente Fox.
La devastación de la duna costera se realizaría mediante la inversión de 95.6 millones de dólares en este año, aunque se afectaría el manglar.
Todas las obras del proyecto se ubicarán en un predio en el kilómetro 17 de la Zona Hotelera que cuenta con una superficie total de 20 mil 929.45 metros cuadrados, de la cual el proyecto ocupará 19 mil 654.22 metros cuadrados, correspondiendo los restantes a la zona Federal Marítimo Terrestre.
El hotel Riu Riviera-Cancún será el quinto Riu en este destino turístico. Este mismo proyecto ya fue rechazado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en marzo del año pasado.
Luego del primer rechazo por parte de la Semarnat, la empresa española ingresó una nueva Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para construir un complejo de 530 habitaciones, es decir, una ligera disminución en el número de habitaciones, respecto del proyecto original.
El problema es que un estudio de la Conacyt, denominado “Estudio de la Vulnerabilidad y Programa de Adaptación ante la Viabilidad Climática y el Cambio Climático”, precisa que la zona de Punta Nizuc, entre el hotel Club Med y el Río Nizuc Resorts, está muy dañada por erosión y destrucción de manglares.
Al efecto, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Cemda, se manifestó en contra, pues ahí es muy alta la vulnerabilidad ambiental.
Le explico, dicha área tiene el máximo valor de gestión ambiental e índice de vulnerabilidad costera en Cancún; en detalle, esto ocurre por la interrupción del transporte de sedimentos y los posibles cambios en la corriente litoral.
Si bien, la idea original de construir 565 cuartos fue reducida a 530 cuartos luego de que la Semarnat negó en el mes de marzo la autorización del hotel; el quinto de la cadena Riu en Cancún; ahora doña Carmen Riu autorizó otra reducción en los planes arquitectónicos, misma que seguramente darán a conocer las autoridades quintanarroenses en cuanto regresen de España.
Las malas lenguas afirman que “el predio donde RIU podría construir su complejo fue beneficiado por el Programa de Desarrollo Urbano (PDU) de la actual administración municipal; ya que este instrumento de planeación permitió pasar de una construcción de 75 cuartos por hectárea y tres niveles de altura, a una densidad neta de 270 cuartos por hectárea y máximo 565, con altura de 20 niveles ó 70 metros”, pero usted no lo crea, ese tipo de cosas no ocurren en nuestro país.
Lo único real es que la Sala Constitucional y Administrativa del Poder Judicial de Quintana Roo decretó la suspensión de la licencia de construcción 68269 con folio 2191, expedida por el secretario de Desarrollo Urbano del municipio de Benito Juárez, Rolando Melo, el pasado 19 de diciembre de 2014 a favor de Riusa II.
Por eso, la cadena RIU entregó a Semarnat una nueva Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para las citadas 530 habitaciones misma que fue autorizada, y ahora doña Carmen obsequió a las autoridades mexicanas una nueva reducción, ya veremos qué tan generosa fue, porque si no satisface a las hordas ambientalistas locales podríamos estar ante nuevos plantones y manifestaciones en pleno centro de la zona hotelera de Cancún; pero esto será motivo de posterior análisis en otra entrega de Hora 14.