Tajamar, conflicto social que crece en Quintana Roo
¬ Augusto Corro viernes 22, Ene 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- Posible caso de corrupción en los permisos
- Desaparecen manglar con argucias legales
Buen fin de año, sin duda, el que tuvieron los vacacionistas que decidieron celebrar la llegada del Año Nuevo en los paradisiacos lugares de Cancún, Quintana Roo.
Muy bueno también para quienes viven por esos lares, pues el turismo representa una gran fuente de ingreso extraordinaria en esta temporada del año.
De fuera y de allá, hasta hace unos días la plática versaba sobre los desarrollos turísticos y el entorno natural que hacen único el lugar, “ojalá se sigan conservando”, decían en su emoción por lo visto.
No pasó mucho tiempo, de la emoción pasaron al desencanto, les vino la tristeza, el coraje.
Bastaron cuatro días para que el Malecón de Tajamar, en Cancún, Quintana Roo, desapareciera en su totalidad. Habitantes del lugar y activistas pro ecología hablan de daños irreversibles contra el entorno natural del lugar, denuncian que la devastación ha provocado la muerte de animales, entre cocodrilos, iguanas, aves y ardillas.
Pero cuál fue la causa, pues resulta que desarrolladores inmobiliarios e inversionistas en el sector turismo ingresaron al Malecón Tajamar para rellenar y retirar la flora y fauna que ahí existía, todo ello con la complacencia y la autorización de las autoridades locales.
A ciencia cierta aún se desconoce la totalidad del área afectada, pero en la opinión pública se habla del desmonte de más del 80 por ciento de un terreno de 75 hectáreas.
Aunque las autoridades estatales y municipales han informado que en dichos trabajos existen los permisos correspondientes y que éstos se otorgaron con estricto apego al derecho, no estaría mal que alguien hiciera ver a las autoridades sobre la gravedad del daño ecológico, cosa que a estas alturas parece imposible porque lo único que vieron fue el signo de pesos y si esto es cierto, como se dice, pues entonces quienes deben intervenir son las autoridades judiciales porque se estaría hablando de un caso de corrupción.
Es cierto, el daño es irreversible, pero en un acto de justicia nadie debe tomar a la ligera este asunto, porque de no hacer caso a los habitantes, pronto estaremos viendo un conflicto social de mayores consecuencias, hoy es por la ecología.
Por lo pronto, nos llegan noticias de que el Juzgado Segundo de Distrito, con sede en Cancún, concedió la suspensión definitiva contra los trabajos que desarrollan los promotores e inversionistas inmobiliarios, medida en respuesta a una demanda de amparo promovida por los habitantes que se oponen al mismo, lo que de alguna manera en lo inmediato se han suspendido todo tipo de actividades en el predio en conflicto.
De todo lo anterior, hacemos una reflexión:
Qué difícil es esto de los consensos y disensos, unos a favor otros no. Pero más difícil resulta entender cuando además de los consensos hay razón en lo que se defiende, difícil porque ya no se trata de un asunto de números, no, es un asunto de razonamiento, de conciencia y la buena convivencia es lo que está de por medio.
Ese es el caso de Tajamar, proyecto que seguro generará empleos, seguro contribuirá a reactivar la economía de la región, pero para que eso suceda se está destruyendo el entorno natural, ese es el problema.
LOS PERMISOS.- Para nadie es desconocido que para salvar los ordenamientos vigentes en materia de desarrollo urbano y ecología, el otorgar permisos con muchos años de anticipación al desarrollo de proyectos son la solución.
Parece ser ese el caso de los permisos que los desarrolladores han exhibido en el asunto del Malecón de Tajamar. Dicen que cuentan con permisos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), sólo que éstos corresponden a las administraciones de gobiernos de los hoy ex presidentes Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón.
Manifestación del impacto ambiental, cambio de uso del suelo y desarrollo urbano, cuentan con el visto bueno y las autorizaciones correspondientes de varios años atrás y con ellos han sorprendido a los habitantes del lugar aduciendo que en dichos permisos se habla de la inexistencia del manglar, el cual hace unos días ya lo desaparecieron.
No hay duda, las irregularidades, ilegalidades, inconsistencias, falsedades, son el pan de cada día que desarrolladores voraces utilizan como escudo un día sí y otro también.
Lo peor del caso, es que las autoridades locales se hagan las sorprendidas con este tipo de documentos, cuando lo correcto es enviar este tipo de proyectos a su revisión estricta por las autoridades en la materia, pero como por lo general estos permisos se presentan con billete de por medio, por eso suceden casos como los de Tajamar.
Lástima por los daños “irreversibles” causados al ecosistema del lugar; Lástima por los desarrolladores sin escrúpulos que sólo miran por sus intereses; Lástima por las omisiones interesadas de las autoridades locales. En fin, un conflicto que los habitantes de Cancún exigen solución y sanción a quienes haya que sancionar, porque de que existía un manglar eso nadie lo duda.
CANDIDATO DEL PRI, HASTA MARZO.- Ya que estamos con temas de Quintana Roo, los priístas de la entidad en apego a sus estatutos y en cumplimiento a los resolutivos de la V Sesión Extraordinaria del Consejo Político Estatal, han informado que será en marzo cuando se elija y postule a su candidato a gobernador.
Ojalá que para esas fechas el gobernador Roberto Borge ya haya desactivado el conflicto Tajamar, porque si no le dejará un duro paquete de sortear a quien su partido elija como candidato a sucederlo. Eso dicen.