El milagro de Caifanes en el Domo de Cobre
* Especiales, Espectáculos lunes 14, Dic 2015- Ofrecieron una noche memorable, nostálgica, llena de recuerdos, de temas clásicos y de añoranzas
Asael Grande
Una de las agrupaciones más respetadas y legendarias del rock mexicano, Caifanes, regresó (después de dos años) al Palacio de los Deportes, para deleitar una vez más a sus fieles seguidores. Rendidos a sus pies, Saúl Hernández, Sabo Romo, Diego Herrera y Alfonso André, acompañados del guitarrista Rodrigo Reyes, hicieron de la noche una velada, cual ritual de los dioses, una noche llena de historia musical, de viejas añoranzas y de recuerdos.
En punto de las 21:25 horas las luces se apagaron, y las pantallas proyectaron a los integrantes de Caifanes saliendo rumbo al escenario para dar inicio al ritual con Debajo de tu piel, Para que no digas que no pienso en ti y Miedo, que de inmediato pusieron a corear a las 19 mil gargantas que se dieron cita en el Domo de Cobre. “Bienvenida raza, éste es tu ritual, es tu ceremonia, esto es un milagro, esto no es un concierto, es un milagro, es un sueño, obviamente el aplauso es tuyo, no para nosotros”, fueron las palabras de Saúl Hernández, quien demostró que su voz aún es potente.
El mar de recuerdos continuó con las clásicas Te estoy mirando, Cuéntame tu vida, Viento, Detrás de ti y Mátenme porque me muero: “quizás no es necesaria la confrontación, ni acercarnos a que mejore el gobierno, del cual estamos desilusionados, la mejor forma de cambiar este país es la bondad, la recuperación de valores, ese es finalmente el espíritu de conciencia que nos va a llevar a recuperar nuestro camino”, expresó el Caifán mayor, Saúl Hernández, quien interpretó en versión acústica el tema Metamorféame, que dio paso a La célula que explota, Ayer me dijo un ave (versión eléctrica), Antes de que nos olviden y Los dioses ocultos, canciones que provocaron la euforia del público.
Hasta que dejes de respirar, Aviéntame y De noche todos los gatos son pardos, fue la siguiente tercia que puso a brincar y a cantar a los asistentes, entre quienes se encontraban jóvenes y niños, una nueva generación de fieles seguidores de Caifanes. Otros clásicos infaltables que sonaron en la memorable noche fueron Amanece, Perdí mi ojo de venado, Nubes y la bella, Nos vamos juntos.
La parte en profundidad lírica llegó con Quisiera ser alcohol, Mariquita y Amárrate a una escoba y vuela, para cerrar con las infaltables Afuera (que tocaron en una nueva versión), No dejes qué y La negra Tomasa, en la que tanto el público como los integrantes de Caifanes disfrutaron y bailaron al máximo, en lo que fue una noche memorable: nostálgica, llena de recuerdos, de temas clásicos, de añoranzas, y que cerró, al tiempo que se salían del escenario los Caifanes con el tema Imagine, de John Lennon.