Belisario Domínguez
Ramón Zurita Sahagún viernes 13, Nov 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cuando Raúl Baillères fundó lo que hoy se conoce como el Instituto Tecnológico Autónomo de México no pensó que sería una herramienta fabulosa como plataforma de lanzamiento de los hombres del poder político y mucho menos que serviría para que su hijo alcanzara la Medalla Belisario Domínguez.
En aquel lejano 1946, el hoy ITAM llevaba como propósito contribuir a la formación integral de la persona y al desarrollo de una sociedad más libre, más justa y más prospera”.
Raúl Baillères fue un empresario que llegó a fundar hasta ocho instituciones crediticias, entre ellos el Banco de Crédito Minero y Mercantil, Crédito Afianzadora S.A. y el Banco Industrial en la década de los 30.
La fortuna de la familia Baillès está catalogada como la segunda más importante de México y 32 del mundo, ubicada por encima del rango de los 18 mil millones de dólares.
El hijo de Raúl, Alberto, se hizo merecedor de la Medalla Belisario Domínguez del 2015, con respaldo, principalmente de su amigo Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los senadores del PRI y respaldado por la gran comunidad itamita, ubicada en los primeros planos políticos.
Roberto Gil Zuarth, presidente del Senado es uno de los egresados de sus planteles, al igual que Ernesto Cordero, Gabriela Cuevas ( panistas todos ellos), pero también el militante de Morena, Mario Delgado y los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray Caso y Sedesol, José Antonio Meade, entre otros.
Devolver parte de lo que la institución les dio fue considerado como parte de los hombres y mujeres bien nacidos.
Y es que desde que la Medalla Belisario Domínguez se convirtió en una moneda de cambio para los tres principales partidos que se la alternan la entrega de la misma, no deja satisfechos a los otros.
En esa ocasión, los insatisfechos fueron, Andrés Manuel López Obrador, líder moral del partido del senador Mario Delgado, así como los grupos de izquierda en el Senado.
Sin embargo, los senadores del PRI y PAN, consideraron al empresario merecedor de esa distinción que le fue entregada ayer mismo.
El reconocimiento es el máximo galardón que otorga el Senado y cuenta con la asistencia del Presidente de la República en turno, además de otras personalidades.
Regularmente, durante los tiempos del priísmo como partido mayoritario, solamente gente afín a este partido la recibió, siendo hasta 1997 cuando un personaje ajeno al partido tricolor se hizo merecedor de ella. Fue el recién fallecido dirigente de la izquierda y senador Heberto Castillo Martínez, quien en forma póstuma la recibió.
Hasta ese entonces, los premiados eran personas vivas, por lo que el fundador del Partido Mexicano de los Trabajadores fue el primero en recibirla de esa manera.
Después siguieron otros, José Ángel Conchello, también senador en funciones; Carlos Castillo Peraza, Antonio Ortiz Mena, Javier Barros Sierra, Manuel Gómez Morín, Ernesto de la Peña, forman el septeto de recipiendarios de dicha presea en forma póstuma.
Lo curioso de esto es que algunos de estos personajes recién habían muerto cuando fueron postulados para ese merecimiento, por lo que de seguir vivos, tal vez no lo habrían conseguido.
Hasta antes de ese 1997, los priistas dominaban el escenario de la Belisario Domínguez con personajes de la talla de algunos veteranos revolucionarios como Esteban Vaca Calderón, Raúl Madero, Ramón F. Iturbe, Francisco L. Urquizo, Heriberto Jara, Pablo Macías Valenzuela, Antonio Díaz Soto y Gama, Roque Estrada, por lo que se consideró como una presea destinada a los involucrados con la gesta iniciada en 1910.
Incluso la distinción llegó a algunos de los diputados constitucionalistas del 17 como el propio Jara, además de Ignacio Ramos Praslow y Jesús Romero Flores, todos ellos vivos.
Hasta antes se respetaba la tradición de que solamente personajes de la vida nacional vivos recibían la medalla, sin importar si eran sindicalistas, maestros, pintores, intelectuales, escritores, internacionalistas, en una muestra variopinta de la cultura nacional.
Cuando se rompió la hegemonía de los priistas y arribaron al Senado las distintas fracciones legislativas, se decidió que cada una de las tres principales podría definir el nombre del premiado, a razón de dos por cada sexenio.
Priístas, panistas y perredistas se arrogaron ese derecho y desde entonces se premió al tres veces candidato presidencial de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, a los ex candidatos de la izquierda a los gobiernos de Hidalgo y Chiapas, Miguel Ángel Granados Chapa y Eraclio Zepeda Ramos.
El ex dirigente nacional y fundador del Partido Acción Nacional, Manuel Gómez Morín, el también ex dirigente nacional del partido blanquiazul, Luis Héctor Álvarez, el ya mencionado Carlos Castillo Peraza, también ex dirigente nacional del PAN, al igual que José Ángel Conchello.
Los priístas también decidieron premiar a sus militantes que alguna vez formaron parte del gobierno federal como son los casos del ex secretario de Salud, Jesús Kumate Rodríguez; Hacienda, Antonio Ortiz Mena; Trabajo, Salomón González Blanco; Obras Públicas, Javier Barros Sierra y la primera mujer gobernadora en México, Griselda Álvarez Ponce de León.
Pocos empresarios e intelectuales han tenido esa distinción en los años recientes, como son los casos de Baillères y Gilberto Borja Navarrete, en el caso de los primeros y Carlos Fuentes, Ernesto de la Peña, Leopoldo Zea y Luis González y González, Miguel León Portilla entre los segundos.
Eso si se revivió a los personajes que cada partido quiso, sin importar si habían muerto recientemente o ya con varios años antes.
BAILLÈRES
El empresario Alberto Baillères González dijo al agradecer la Belisario Domínguez que su único mérito para recibirla es su gran amor a México.