¿Uber o taxi?
¬ José Antonio López Sosa miércoles 4, Nov 2015Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Los taxistas siguen reclamando por lo que consideran ilegal, la permisibilidad del gobierno capitalino para el funcionamiento de Uber. Más allá del debate jurídico se trató de un tema de oferta y demanda, de pluralidad de servicios y sobre todo, de preferencias del consumidor.
Si el servicio de los taxis fuese eficiente, no habría consumidores que usaran Uber. Si el servicio de taxis en el aeropuerto y centrales camioneras no fuese tan oneroso, no habría usuarios para Uber.
Estamos de acuerdo que existe una sobrerregulación, se piden muchos y costosos requisitos para tener una concesión de taxi, esa es precisamente la oportunidad que dejaron pasar los gremios de taxistas. Cuando se discutía si se autorizaba o no a Uber, era un momento ideal para que exigieran a las autoridades capitalinas reducir o simplificar los trámites, tanto para concesiones como para tarjetones y revistas, no lo hicieron y se adhirieron al no por el no perpetuo, cosa que no les funcionó.
Otro problema es la existencia de taxis “piratas” o tolerados, esos sí son un peligro para la ciudadanía, porque lejos de contribuir y cumplir con las reglas, obedecen a cotos de poder político y enriquecen a sus líderes a costa de su trabajo. El gobierno de la capital sigue siendo tibio (por no decir frío) frente a este problema. No deberían existir taxis “piratas” en la Ciudad de México.
Volviendo el tema de Uber, una vez perdida la oportunidad de exigir una reducción de costos/requisitos, lo que resta es hacerse competitivos, tener un servicio de calidad y tratar con honestidad a los usuarios. No dudo que habrá miles de taxistas que así lo han hecho y luchan por su trabajo a diario, pero existen otros que no aprenden la lección y por ellos, el mercado se sigue orientando hacia Uber en gran medida.
Los líderes gremiales de los taxistas siguen viviendo la utopía que en algún momento se revertirá el permiso para Uber, en lugar de preparar a su gremio para competir en el mercado y tener mejores opciones.
Hoy día en la Ciudad de México es más barato un taxi libre que un Uber; sin embargo, no explotan esa ventaja, haciéndose competitivos y serviciales en muchos casos.
El tema no es esperar a que la ley cambie, el fondo es prepararse para la competencia, mercado hay para todos.
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