Chikungunya y la hipersensible industria del turismo
Mauricio Conde Olivares miércoles 5, Ago 2015“Hora 14”
Mauricio Conde Olivares
Ahora que el virus del chikungunya abarca con su presencia más de la mitad de las entidades federativas de México, conviene recordarle al gobierno de la República la necesidad de manejar cualquier brote epidemiológico con suma pulcritud, mesura y raciocinio, porque a cinco años de distancia aún se resienten en los destinos turísticos, como Cancún y la Riviera Maya, los efectos económicos y devastadores cometidos por errores estratégicos durante la pasada pandemia mundial de Influenza H1N1.
Tras el pánico que dejó la gripe porcina y las fallas de estrategia del entonces secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, se registró una generalizada caída de las tarifas hoteleras, que apenas en esta temporada vacacional se remontaron pues se ha mantenido una ocupación promedio de niveles históricos con 15 millones de visitantes al año en el Caribe mexicano.
Al igual que hoy el chikungunya, en aquél entonces el virus desconocido H1N1, para el que tampoco había vacuna, amenazaba a los seres humanos con una inminente muerte, paralelismos singulares con el virus de moda proveniente de los vectores Aedes aegipty .
Incluso, justo hace un año, en agosto de 2014, se disparaban las alertas sanitarias en el Aeropuerto Internacional de Cancún para contener un brote internacional del ébola, así que el destino y sus agentes económicos están muy maduros para saber cómo responder a estas calamidades sanitarias sin tener que frenar el comercio ni la hotelería.
Y es que fueron tiempos aciagos entre 2009 y 2010 en que para evitar contagios de la gripe porcina se recomendó evitar sitios concurridos o actos multitudinarios, mantenerse alejado de las personas que padecieran enfermedades respiratorias, lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, no saludar de beso, no compartir alimentos, vasos o cubiertos, ventilar y permitir la entrada del sol en casa, oficinas y en todos los lugares cerrados, etcétera.
El 2 de mayo de ese 2009, la OMS reveló que México había ignorado las alertas; la primera la recibió el 11 de abril, pero no le dio importancia. El entonces secretario de Salud contestó que “respondimos a tiempo”.
El 3 de mayo, quien fuera presidente, Felipe Calderón, alabó la “ejemplar respuesta ciudadana” y anunció el triunfo nacional sobre la influenza. De 590 personas infectadas, se registraron 22 muertes.
Agustín Carstens, titular del Banco de México, hizo un recuento: la epidemia costó a México 69 mil millones de pesos, algo así como la mitad del recorte presupuestal de ese año.
Hoy, ante el incremento del dos mil por ciento en los casos registrados de chikungunya el gobierno de Enrique Peña Nieto destina en este 2015 la cantidad de 719.4 millones de pesos; 319.4 para el control del vector y 400 millones para la promoción de la salud y la atención médica.
Quintana Roo ya aportó su cuota de víctimas por el virus de chikungunya, pues se han registrado 371 casos sin defunción alguna, ¿esto es o no motivo de alarma?
La respuesta inmediata es que no, que es motivo de prevención como se ha hecho con la capacitación del personal sanitario y con la dotación de medicamentos que mitiguen el siguiente cuadro sintomatológico: Fiebre, dolores severos en las articulaciones, dolor de cabeza, dolores musculares, náuseas, fatiga y erupciones cutáneas.
Hasta el momento, no hay comercializada ninguna vacuna contra el virus chikungunya, por lo que esta enfermedad de no atenderse puede ser peligrosa.
En virtud de la presencia del vector Aedes aegipty, todo el territorio nacional se encuentra en riesgo de brotes de fiebre chikungunya; sin embargo hasta el pasado 31 de julio, se confirmaron en 16 estados de la República, 3 mil 306 casos autóctonos del virus, sin deceso alguno, afirmó Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud ante la actual secretaria de Salud, Mercedes Juan López.
A través del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), se han identificado de manera oportuna los casos, lo que ha permitido extender la cobertura de operativos preventivos; pero que al tratarse de una ‘enfermedad nueva’ la población no tiene antecedentes inmunológicos que la proteja, lo que la hace vulnerable, por ello las acciones de educación para la salud y la participación de la comunidad son fundamentales para el control de este padecimiento
Mercedes Juan López avaló que desde principios de 2014 se han llevado a cabo actividades específicas, dentro de las que destacan: capacitación al personal en las unidades de vigilancia epidemiológica en las 32 entidades federativas; casi 30 mil trabajadores de la salud capacitados, entre otras acciones.
Por eso, entre otras medidas preventivas se recomienda a las personas que viajen a zonas de riesgo que adopten precauciones básicas, como el uso de repelentes, pantalones largos y camisas de manga larga o la instalación de mosquiteros en las ventanas.
La Organización Mundial de la Salud anima a los países a crear y mantener capacidades que les permitan detectar y confirmar casos, atender a los pacientes y poner en práctica estrategias viables.
Las entidades con mayor número de casos registrados además de los 371 pacientes quintanarroenses, son Guerrero con mil 161, Oaxaca con 646; Chiapas con 576; Michoacán con 416; Veracruz con 249 y Colima con 171.
Por eso es necesario colocar mosquiteros contra insectos en puertas y ventanas, usar camisas y pantalones de manga larga siempre que la temperatura lo permita siguiendo los pasos y las medidas de prevención se puede controlar este problema.
De marzo a la fecha el número de casos del virus del chikungunya crecieron -poco más de siete veces- al pasar de 458 a 3 mil 306 casos, además antes sólo dos estados tenían la presencia de esta enfermedad, actualmente la mitad del país, es decir, 16 estados tienen chikungunya.
Del total de casos aceptados de chikungunya, el 63% corresponde a mujeres y el resto a hombres.
Un paliativo para enfrentar esta nueva enfermedad son las medidas aplicadas en Cancún para prevenir enfermedades transmitidas por el vector como el dengue, que también transmite el chikungnya, en una tarea que implica que sus habitantes revisen los patios de sus domicilios al menos una vez por semana y mantenerlos limpios, que puede hacer una gran diferencia entre la salud y la enfermedad, según lo informó la Jurisdicción Sanitaria número 2.
Con el objetivo de proteger a los habitantes de las Colonias México, Valle Verde, El Milagro, Avante, Tres Reyes y el poblado de Leona Vicario, entre otros asentamientos irregulares se están realizando actividades de nebulización y control larvario, por lo que se solicita a los habitantes de las viviendas que abran puertas y ventanas para que el insecticida entre en los domicilios.
Estas enfermedades virales, son ocasionadas por la picadura del mosco Aedes Aegypti, produce fiebre, malestar general, dolor muscular, dolor de cabeza y dolor de huesos, entre otros síntomas, de ahí la importancia de acudir al médico quien le diagnosticará y dará tratamiento oportuno de acuerdo a su padecimiento.
Por eso, es importante que la población participe en el control de ambas enfermedades sumando esfuerzos con nosotros, deben involucrarse en el cuidado del domicilio, de este modo las acciones son más eficientes y duraderas, deben revisar –como decía- por lo menos una vez por semana sus patios y azoteas en busca de cacharros o recipientes que pueden convertirse en criaderos potenciales de dengue.
Es necesario voltear, vaciar, tirar y tapar los recipientes donde se almacena el agua, como cubetas, botes, floreros, tinas, pailas y recipientes de mascotas, así mismo se deben lavar estos recipientes con un cepillo, agua y jabón, de este modo se barren los huevecillos que se encuentren en el recipiente.
Ante la presencia de fiebre mayor a 38 grados centígrados, dolor muscular, dolor de cabeza y malestar general, deberá acudir a la unidad de salud más cercana para ser revisado por un médico, sin automedicarse; pero esto será motivo de posterior análisis en otra entrega de Hora 14.