Los razonamientos de Newton
Ramón Zurita Sahagún miércoles 29, Jul 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Isaac Newton en su Ley de Gravitación Universal, sentencia que todo lo que sube, tiende a bajar, en una simplista interpretación de una serie de complicados razonamientos realizados por el todólogo (matemático, filósofo, inventor y alquimista) inglés.
La sentencia debe ser aplicada en forma directa a lo sucedido con el entrenador de futbol mexicano, Miguel Herrera, conocido en forma coloquial como el “Piojo”.
Festejado y elevado a los principales terrenos de la popularidad, por encima de intelectuales, políticos, artistas, empresarios y demás personajes que llenan los principales espacios de diarios, revistas, medios electrónicos y redes sociales, Herrera disfrutó y se deleitó con esa fama.
Una sonrisa, una mueca, una expresión, un comentario, le eran festinados, sin importar lo que decía. Sus críticas a los árbitros, a su propia incapacidad como entrenador de futbol, a su manoseo de jugadores y sus raras explicaciones de las fallas cometidas eran tomadas como parte de su personalidad. Las redes sociales se convirtieron en un espacio natural para él, luego de que condenara el penal que determinó el árbitro en un partido de futbol entre la selección de México y su similar de Holanda.
De esa forma, el ya consentido “Piojo” justificó el mal resultado obtenido en un partido que para los amantes de este deporte resultaba fundamental.
Perder ese encuentro no afectó la carrera de entrenador del personaje, lo que sí había sucedido con otros entrenadores que habían llegado hasta esa instancia, como son los casos de Miguel Mejía Barón, Manuel Lapuente, Javier Aguirre y Ricardo Lavolpe.
Después de eso, Herrera se convirtió en figura indispensable para darle realce a un acto público. Participaba en eventos culturales, artísticos, deportivos, bodas, XV años, bautizos, hasta que decidió que era tan popular que decidió incursionar como motivador político. Su tweet convidando a los electores a votar por el Partido Verde, mostró su fragilidad, situación que jamás tomó en cuenta. Las críticas se reprodujeron al por mayor y de ser el ajonjolí de todos los moles, al que se le veía en todo tipo de comerciales, se convirtió en un personaje criticado.
No lo entendió, se apoderó de él la soberbia de los que llegan a un sitio jamás esperado. Era un hombre rico, famoso y con poder público y de convocatoria, mismo que pretendió extender hasta su familia, para convertirlo en un coto familiar.
Lo nunca visto, la mamá del entrenador de futbol, se convirtió en una celebridad, su hija y su esposa fueron requeridas para el espectáculo. Todo era diversión, entretenimiento y dinero para las arcas familiares.
El “Piojo” se convirtió en un recurso publicitario donde el dinero, la fama, la lisonja, corrían a raudales y todos querían compartir parte de lo que ahora podemos ver fue una fama efímera.
La figura de Miguel Herrera continuaba en crecimiento, sin un moldeador o un escultor que le ayudara en la definición de ello. Crecía como pasto silvestre, solamente apto para el hato ganadero, hasta que recibió su primer freno.
Ávido de poder, de dinero, de fama, no midió las consecuencias de retar al poder político y caro pagó las consecuencias, fue objeto de escarnio, repudio generalizado y hasta se cuestionó su eficacia y eficiencia como técnico de futbol.
Envalentonado se embarcó en una misión harto difícil, formar dos equipos de futbol, representativos de los mejores exponentes del futbol mexicano.
El fracaso fue terrible, los equipos sudamericanos se encargaron de situarlo en su dimensión correcta y ni siquiera sobrevivió a la primera etapa. Se empalmó con lo que se consideraba como primer equipo y sufrió en serio para no ser eliminado, donde providencialmente sucedió lo que tanto había criticado, los árbitros le regalaron algunos tiros de penal.
Para ese momento, lo de Brasil y el penal marcado en contra del equipo en el juego contra Holanda eran recuerdos vagos, pero surgió la crítica de un cronista deportivo que cuestionaba la manera de dirigir del técnico y al que amenazó por la vía que tanto le gusta, la de las redes sociales.
No pasó nada, ya que se creyó era una balandronada, en la que su activa hija participó. Simples amenazas que no pasan de la calentura de un partido de futbol, pensaron todos.
Sin embargo, envalentonado por ganar en forma dudosa una competición sumamente cuestionada, el “Piojo” enfrentó al cronista, lo injurió y hasta atacó, mientras su hija hacía lo propio con otro cronista de la misma casa televisiva.
Fue entonces cuando los medios, aquellos mismos que fomentaron su crecimiento exponencial, decidieron bajarlo de la nube, desinflar el globo y mandarlo al sitio en que se encontraba antes de esta efímera fama.
El “Piojo” fue despedido como técnico de la selección de futbol, su fama se empieza a desmoronar y hoy se encuentra expuesto al escarnio, aunque no se descarta que en poco tiempo sea recontratado por otro equipo que requiere de reflectores.
Según el dirigente de este deporte en forma profesional, los resultados no pueden ponerse por encima de los estatutos, aunque rara vez se apliquen.
RECUERDOS
Sólo un par de recuerdos, ya que el futbol mexicano es manejado como se juega y no solamente el “Piojo” puede ser sujeto al escrutinio, otros técnicos como Javier Aguirre, pateando a un jugador panameño y vinculado a presunta compra de juegos y Ricardo Lavolpe, acusado de acoso sexual, son hoy figuras reconocidas.
JUAN MANUEL CARRERAS
Durante una reunión entre el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador electo de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras, se estableció el compromiso de mantener una estrecha coordinación entre las dos administraciones en todos los ámbitos de trabajo y, por parte del nuevo gobernante, la voluntad de acompañar los esfuerzos del gobierno de la República para concretar las acciones que permitan mejorar las condiciones de vida de los potosinos y ampliar sus niveles de bienestar.