Hechos y dichos
¬ Salvador Estrada martes 28, Jul 2015Folclor urbano
Salvador Estrada
El gobierno, desde hace tiempo, en su deseo de no ser criticado por las clases populares aguantaba hasta donde podía detener el alza de precios y para no herir susceptibilidades acuñó el término “ajuste de precios” para no decir “subieron los precios”.
Y, aunque moleste el término, “es necesario, pero doloroso”, “subió el precio de la leche”, no toda, solamente la leche Liconsa, la leche del pueblo. La leche que para comprarla se tiene que formar desde la cinco de la mañana en el expendio. Subió de 4.50 a 5.50 pesos. ¡Un pesote por litro! Para las familias humildes, que requieren de cuatro litros diarios de leche, tienen que desembolsar extra ¡120 pesos al mes!
Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social -Coneval-, había dicho que en México ha aumentado la pobreza por el alza de precios. Y de 53 millones de pobres pasamos a 55 millones. Un incremento de 2 millones de pobres.
La repartición de la riqueza no funciona en México. Los ricos se hacen millonarios y los pobres más pobres.
Acto de fe, titulamos la columna anterior, donde señalaba que la fe era necesaria para creer a los políticos que decían lo contrario a Coneval, que el ingreso de los pobres había aumentado en 2014, por la política social, como lo aseguró Rosario Robles.
Es necesario tomar en cuenta de que si aumentan el precio de los alimentos, urge que se incremente el salario mínimo, a fin de adquirir lo indispensable.
Los políticos en el poder deben hablar con la verdad y no querer tapar el sol con un dedo, que para eso está el PRD, el partido del sol azteca, que quiere postular a la Presidencia de la República a Miguel Ángel Mancera, quien desde hace tiempo pide un salario mínimo de 82 pesos, un aumento de casi 12 pesos diarios, como bandera para su adelantada campaña.
En política lo que valen son los hechos y no los dichos. He dicho.