Peña va por la transformación del PRI
Roberto Vizcaíno lunes 27, Jul 2015Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- EPN hizo un recuento de las aportaciones del tricolor a México el siglo pasado
- Hoy, dijo, el partido en el poder debe adecuarse para ayudar a los mexicanos a superar los retos de este siglo
- La amenaza inmediata, indicó, es el populismo que destruye en días lo construido en decenios
Luego de darles un estatequieto a quienes andan acelerados con las presidenciales del 2018, y advertirles que “hoy no hay espacio para proyectos personales”, el presidente Enrique Peña Nieto anunció la inminente transformación de organización y estructura del PRI.
Un sueño que, por ejemplo, Carlos Salinas no pudo cumplir.
La transformación para ir a la cuarta etapa del PRI, explicó el presidente Peña Nieto ante las cúpulas del tricolor y unos 10 mil priístas de todo el país, concentrados en una enorme carpa colocada en la gran explanada de la sede nacional tricolor, requerirá de un amplio debate.
“Tenemos que definir juntos el PRI que queremos para los siguientes años”, adelantó.
Luego de ser creado por Plutarco Elías Calles en 1929 como Partido Nacional Revolucionario, el general Lázaro Cárdenas lo convirtió en 1939 en el Partido de la Revolución Mexicana. A partir de ahí entra en su segunda etapa.
Ocho años después, en diciembre de 1946 el presidente Miguel Alemán lo transforma en Partido Revolucionario Institucional, PRI con lo que inicia la tercera etapa.
Carlos Salinas intentó convertirlo en Partido Solidaridad. No pudo.
EL POPULISMO, UNA AMENAZA
El mandatario había advertido previamente a los mexicanos de la amenaza que representan los populismos:
“Hoy la sombra del populismo y la demagogia amenaza a las sociedades democráticas del mundo. En varias naciones estás surgiendo opciones políticas que en su ambición de poder prometen soluciones mágicas, que en realidad terminan por empobrecer a las familias y restringir la libertades ciudadanas.
“Las consecuencias de esta nueva ola populista son graves; sus costos se advierten ya en la experiencia que viven otras naciones.
“Diversos países que se consideraban democracias consolidadas, porque tenían una sociedad civil fuerte, medios de comunicación independientes, e instituciones sólidas, hoy han dejado de serlo a causa de liderazgos irresponsables.
“La historia nos ha enseñado que la condición de una sociedad democrática, libre y plural, perdura mientras quienes encabecen sus instituciones tengan vocación democrática.
“Las decisiones populistas, demagógicas e irresponsables, destruyen en sólo unos días lo que llevó décadas de esfuerzo institucional construir.
“México tiene que estar consciente de estos riesgos”, precisó.
Por supuesto, Peña Nieto hablaba de lo que ocurre hoy en Venezuela, Grecia y España y en especial de Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena.
CRISIS DE CREDIBILIDAD
Indicó que el ascenso de estas corrientes y dirigentes populistas que ofrecen cosas imposibles de cumplir, va aparejado a “una crisis global de falta de credibilidad y confianza en las instituciones”.
Y ello se deriva de un “cambio de paradigma, un cambio de modelo en las relaciones entre ciudadanos e instituciones”.
Ocurre, dijo, que cambios demográficos junto con avances en los niveles educativos y de la revolución tecnológica, hacen que los ciudadanos estén hoy más informados y tengan a su alcance nuevos medios para expresarse, organizarse y hacerse presentes.
“Estas tendencias, lejos de frenarse, se habrán de acelerar… (por ello) nuestro partido necesariamente tiene que renovarse para enfrentar esta nueva realidad.
HACIA LA CUARTA ETAPA
“(De ahí que) una vez más tenemos que actualizar y reformar a nuestro partido para que siga siendo el partido de la transformación nacional.
“Es momento de que el PRI actualice su organización y estructura para reflejar las nuevas condiciones y dinámicas sociales del país.
“Es momento de que el PRI regrese a las universidades, que despierte nuevamente el entusiasmo de la juventud.
“Es tiempo y oportunidad de que nuestro partido sea un espacio de participación para los jóvenes talentosos, comprometidos con su país… de que el PRI renueve su misión ética y social en favor de los menos favorecidos, de los que padecen hambre y viven en marginación… tiene que ser el partido solidario, el que procura a los adultos mayores y abre oportunidades a las personas con discapacidad.
“El PRI tiene que ser el principal aliado de los trabajadores y campesinos; el auténtico promotor de los emprendedores y el firme respaldo de las clases medias que buscan mejorar sus condiciones de vida… el de la igualdad y la libertad… el que reconoce y empodera a las mujeres. El partido que incluye y da voz a quienes son discriminados.
“En pocas palabras: el PRI tiene que ser la opción de todos los que quieren construir un mejor país… de los millones que quieren un México exitoso y en constante ascenso.
“Hagamos del PRI un espacio para escuchar e intercambiar propuestas y opiniones en favor del desarrollo nacional. Seamos promotores del debate; seamos los primeros en escuchar y tomar en cuenta los puntos de vista de la nueva sociedad mexicana.
“El PRI tendrá la oportunidad y la obligación de darle valor y prestigio a la política.
“Con acciones concretas en favor de la transparencia, la rendición de cuentas y el combate frontal a la corrupción, las autoridades emanadas del PRI deben ser ejemplo de una nueva mística de integridad en el servicio público”, subrayó.
¿QUIÉN LO DIRIGIRÁ?
Así, Peña dejó establecidos los retos y carencias del PRI. De entrada si este partido debe regresar a las universidades, si debe ser el principal aliado de trabajadores y campesinos y debe ser el partido de la igualdad y la libertad y además ser la opción de quienes quieren construir un mejor país, es porque hoy no lo es ¿no?.
Si lo fuera, entonces no necesitaría ir a su cuarta etapa.
Y al establecer lo que este partido necesita ser, Peña Nieto delineo el perfil de quien deberá dirigirlo a partir de fines del próximo mes y durante los siguientes 3 o 4 años.
Hoy la interrogante es: ¿Manlio Fabio Beltrones, César Duarte Jáquez o Enrique Martínez y Martínez tienen el perfil de ser ese líder del PRI que encabece la transformación que delineó Peña Nieto?
¿O ir a la cuarta etapa del PRI requerirá de alguien como… Aurelio Nuño?
El discurso de Peña Nieto no tiene desperdicio. Hay que leerlo y releerlo. Lo cierto es que luego de revisarlo no queda duda: los futuristas dentro del gabinete podrían tener los días contados; el populista que todos conocemos seguro tendrá un PRI concentrado en combatirlo… y quienes pensaban que Peña estaría arrinconado, o en una especie de letargo y declive en el segundo trienio de su mandato, van a ver a un mandatario que ahora va a liderar, con un ánimo y vigor insospechados, una transformación radical de su partido con miras a garantizar el triunfo en su sucesión.
Sólo hubo que verlo cómo llegó y salió del evento el sábado. Una actuación como en la mejor etapa de su campaña presidencial, yendo de un lado a otro, subido en sillas y escaleras, apoyado en barandales, estirándose para saludar a los miles que lo aclamaban. Treinta minutos de saludos de entrada y cuarenta de despedidas a la salida. Con abrazos, apretones de mano y tomas de selfies. Incansable. Entero. Un Peña Nieto muy, pero muy lejano física y anímicamente del que algunos dicen está enfermo y en fase terminal.