Falta voluntad política
Luis Muñoz miércoles 15, Jul 2015Segunda vuelta
Luis Muñoz
La niñez en México, y en el mundo, requiere de voluntad política para superar la barrera que los margina y los condena a la desnutrición y miseria.
En nuestro país, al menos 55% de los menores de cinco años son pobres, en tanto que cuatro millones de infantes en el continente americano padecen desnutrición.
Consciente de la situación que viven los menores, el catedrático chileno de la London School of Hygiene and Tropical Medicine, Ricardo Uauy, hizo un llamado para que los gobiernos atiendan inmediatamente la desnutrición infantil.
Explica que los costos derivados de la desnutrición representan entre el cuatro y el siete por ciento del PIB en países de Centroamérica y el Caribe; sin embargo, el gasto en la salud es de apenas el ocho por ciento de lo que cuesta la desnutrición.
Aunque Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua son los países con los más altos índices de este mal en el continente, Chiapas (México) es el estado donde se registran las tasas más altas de desnutrición.
Ricardo Uauy, profesor del Instituto de Nutrición de la Universidad de Chile, subrayó que al analizarse esta problemática usualmente se destacan las consecuencias inmediatas: mortalidad, morbilidad o el gasto público para atenderlo, pero no lo que implicará para el resto de la vida de quien la padezca.
Cabe destacar que no se trata sólo de niños mal nutridos o con bajo peso al nacer, sino de un ciclo que va a generar adolescentes mal nutridos, igual que las madres, que van cerrando el círculo de la desnutrición transgeneracional, círculo que debe romperse porque afecta el desarrollo psicomotor y cerebral de la persona.
En el caso concreto de México, la Unicef ha dicho que se necesita voluntad política para salir adelante en el caso de los menores de cinco años que vive en pobreza.
Expertos en el tema advierten acerca de la necesidad de que el gobierno invierta más en la primera infancia y legisladores aseguren un “buen presupuesto”.
La jefa de Políticas Públicas de Unicef México, Erika Strand, advirtió que pese a la rentabilidad de invertir en los menores de cinco años, el 55% de este sector poblacional en nuestro país sufre de pobreza, por lo que se precisa “voluntad política desde arriba” para sacar adelante a los 11.1 millones de infantes que componen el total de este grupo etario, mayor al de otros países de la región.
Lo anterior, fue expuesto durante el “Congreso Internacional Invierte Temprano: Aportaciones para el Presupuesto Base Cero”, donde se enfatizó que los menores de cinco años son los más pobres en comparación con otros grupos etarios del país, resultado de un gasto insuficiente del gobierno en su apoyo que, además, no cubre todos los derechos ni se distribuye equitativamente.
Lo más grave de todo esto es que 30% de los niños de tres a cinco años no recibe educación preescolar, ni gozan de los beneficios de los programas de gobierno, además de que 1.5 millones de menores padecen desnutrición crónica, mientras que los niños indígenas tienen el doble de riesgo de morir.
En consecuencia, lo que hoy por hoy debe hacerse es que diputados que integrarán la próxima legislatura, al momento de formular el Presupuesto Base Cero deben asegurar que los recortes y nuevas estructuras que se planteen no afecten a la primera infancia. El objetivo es invertir más y dirigir efectivamente las políticas a poblaciones en desventaja cuando se trate de reducir la pobreza”.
ALTA TECNOLOGÍA EN HOSPITAL DEL ISSSTE
Una buena noticia es la que dio a conocer el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE): dotó al Hospital General Tacuba de la Delegación Regional Poniente del Distrito Federal, de un Ecocardiógrafo Tridimensional, que permitirá detectar en forma oportuna y preventiva enfermedades cardiopáticas de alto nivel.
El equipo de alta tecnología Epiq 7 de fabricación alemana, y el más avanzado a nivel mundial, brinda a los aproximadamente 51 mil 500 afiliados en esa zona de la ciudad de México, una valoración médica que da la oportunidad de tener un diagnóstico preventivo para detectar aneurismas, trombos, cardiopatías isquémicas, entre otras enfermedades del corazón.