Recaptura de “El Chapo”
¬ Augusto Corro martes 14, Jul 2015Punto por punto
Augusto Corro
Son varias las versiones que se manejan en torno a la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Como se informó, el sábado en la noche el sinaloense se escapó del penal de alta seguridad conocido como el Altiplano o Almoloya.
De acuerdo con las autoridades, el capo alcanzó la libertad tras recorrer un túnel de 1.5 kilómetros, que empieza en la regadera del penal y termina en la bodega de una casa.
También existe la hipótesis de algunos investigadores en el sentido de que el líder del Cártel de Sinaloa salió por la puerta principal. Sin ningún obstáculo.
Los dos puntos de vista nos llevan a la conclusión irrebatible: “El Chapo” se escapó amparado por la corrupción de los custodios y funcionarios del penal.
El daño ya está hecho y las autoridades tendrán que trabajar intensamente para superar su error de falta de vigilancia en las cárceles de alta seguridad.
Así pues, es urgente la recaptura del capo y el castigo ejemplar a quienes lo ayudaron a fugarse. Sin duda, es numerosa la lista de personas que intervinieron en la gran escapada.
En la evasión necesariamente intervino gente del exterior y del interior de la cárcel. Construir un túnel perfecto como el que usó el sinaloense no es fácil hacerlo.
Hubo necesidad de desplazar un camión lleno de tierra un sinnúmero de veces y usar la mano de obra de decenas de personas. Ningún autoridad se percató del movimiento, menos del ruido de la excavación.
Y si “El Chapo” abandonó el reclusorio por la puerta principal, luego se sabrá quiénes fueron sus colaboradores.
LA RECAPTURA
Mientras, las autoridades federales deben multiplicar sus esfuerzos en la recaptura del narcotraficante.
Con esa acción se recuperaría un poco la confianza tan deteriorada por las acciones de los custodios y funcionarios del Altiplano.
Claro, de paso revisar la administración en otros reclusorios para evitar la repetición de hechos tan graves como el registrado el sábado.
Nunca será tarde para reorganizar la autoridad en los penales, principalmente en los llamados de alta seguridad.
El caso que nos ocupa debe investigarse a fondo y castigar con severidad a los implicados. No fue una gracia lo que hicieron, pues ayudaron a escaparse al enemigo público número 1.
Se supone que la búsqueda del sinaloense no será tan complicada como la anterior, porque sus escondites y sus contactos y su manera de vivir y desplazarse son conocidos por los encargados de perseguirlo.
LOS CÓMPLICES
Si realmente existe el interés de aclarar el asunto de la fuga, los investigadores tendrán que revisar los videos de las visitas que recibía el sinaloense, que incluían amigos, familiares y abogados, es decir la red de apoyo. La construcción del túnel impresiona por sus trazos perfectos.
En la entrega de ayer hablamos del capo y su experiencia sobre la construcción de túneles para introducir droga en Estados Unidos. El sistema de pasillos subterráneos también lo ocupaba en algunos sitios de Mazatlán para burlar a la policía. Conoce, pues, muy bien la técnica para moverse en los subterráneos.
Seguramente, esa experiencia la aprovechó en el Altiplano con todos los obstáculos que presentaba excavar y traspasar los muros de una prisión de alta seguridad. ¿Cómo se logró esa exactitud de comunicación?
Sin duda, alguien le consiguió los planos de la prisión al capo. Sólo con la descripción correcta de los espacios interiores se podría llegar hasta la regadera de “El Chapo”. Algo muy difícil. Complejo, pero no imposible de lograrlo.
Esto nos lleva a pensar en la otra posibilidad de la fuga que, según otra línea de investigación, como señalamos arriba, que el capo abandonó el reclusorio por la puerta principal. Ya tenía la experiencia de su primera fuga en el penal de Puente Grande (“puerta grande”) en Jalisco.
Aquella vez, se dijo que “El Chapo” salió de la cárcel, también de alta seguridad, disfrazado de policía federal.
En el Altiplano, al líder del cartél de Sinaloa no le costó ningún trabajo repetir la experiencia. En esta fuga fueron mayores los obstáculos que superó. Desde luego, el ambiente de corrupción no fue diferente al de Puente Grande. Los recursos económicos tampoco faltaron. El escenario fue propicio para que otra vez “El Chapo” se burlara de las autoridades.