El regreso de Mayans
Ramón Zurita Sahagún lunes 9, Ago 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Con el camino asfaltado y contando con toda la estructura del Partido Revolucionario Institucional a su servicio, Humberto Mayans Canabal decidió dar el golpe definitivo a sus aspiraciones de gobernar Tabasco.
Con una exactitud cronométrica, el secretario de Gobierno de la administración de Andrés Granier Melo, pidió su reingreso al PRI, partido por el que pretende competir como abanderado al gobierno estatal en los comicios del 2012.
Humberto Mayans Canabal es uno de los políticos con mayor experiencia y grado de preparación entre los tabasqueños, aunque contrasta con la prepotencia y elitismo con que se maneja y sus ires y venires de partidos políticos.
Considerado como uno de los alumnos aventajados de Enrique González Pedrero, Mayans Canabal pasó por toda la estructura de gobierno estatal. Secretario de Obras, secretario de Comunicaciones, dos veces secretario de Gobierno y presidente estatal del PRI, partido al que renunció al no ser elegido por Roberto Madrazo Pintado como su sucesor en la contienda por el gobierno estatal.
El distanciamiento de Mayans con Madrazo lo llevó a buscar refugio en el PRD, donde fue recompensado con una diputación federal plurinominal por su traición al partido tricolor y por convertirse en el coordinador de la campaña del candidato del sol azteca al gobierno estatal, Raúl Ojeda Zubieta.
La mancuerna fue tan exitosa que provocaron la nulidad de los comicios y la convocatoria a un proceso electoral extraordinario en Tabasco, lo que reventó, en parte, la ascendente carrera política de Madrazo Pintado y de su “delfín”, Manuel Andrade Díaz.
Mayans en su segunda participación como diputado federal, aunque con colores distintos pasó inadvertido, como también lo fue en su paso por el Senado de la República, donde lo más relevante que hizo fue formar parte del Grupo Galileo, donde se fraguaron grandes traiciones al PRI que llevaron a este partido a perder la Presidencia de la República en el año 2000.
En su paso por el perredismo, Humberto Mayans se convirtió en un exitoso operador en el sureste del país, coordinador de la campaña de gobernador de Pablo Salazar Mendiguchía en Chiapas, operador en Yucatán, manteniendo un perfil bajo, aunque insatisfecho por no encontrara la ruta hacia el gobierno de Tabasco.
Cuestiones de dinero lo llevaron a ventilar el manejo oscuro de la campaña de Raúl Ojeda Zubieta, lo que desató una guerra entre ambos primos, donde el lodo fue el signo de representación de un debate a la altura de ambos.
El rompimiento fue evidente y Humberto decidió no participar en la tercera oportunidad de Ojeda Zubieta por el gobierno de Tabasco, y prefirió ir con otro amigo de la infancia como lo fue Ojeda, Andrés Granier Melo, de quien se convirtió en su principal operador político.
Conocedor de la gran penetración alcanzada por Granier Melo dentro de la población, el triunfo del priísta no tuvo mayores complicaciones, con todo y que tres meses antes los tabasqueños habían decidido en la federal otorgar carro completo al perredismo(seis diputaciones federales y dos senaduría de mayoría).
Designado por su amigo secretario de Gobierno, Humberto inició la construcción de la plataforma que lo proyectaría al gobierno estatal, aunque enfrentó la resistencia de diversos priístas que lo consideraron como un arribista y oportunista que deambula por los partidos en busca de satisfacer sus ambiciones personales.
Sin darle importancia a ello, Mayans Canabal buscó los canales por los que podría tender los puentes de comunicación, incluso con adversarios y enemigos del pasado.
Roberto Madrazo Pintado, personaje por el que, supuestamente, Humberto Mayans decidió su salida del partido tricolor y al que acusó de solapar la impunidad, la ilegalidad y el fraude, fue uno de los primeros en ser buscado por el poderoso secretario de Gobierno, aún y cuando existía una prohibición por parte del gobernador para ello.
Realizó un primer intento por reafiliarse al PRI y no procedió, ya que este organismo político lo presidía su principal adversaria por la candidatura al gobierno estatal, Georgina Trujillo.
Buscó entonces construir una estructura paralela en los 17 municipios, para los comicios intermedios y apostó a la recuperación de los principales ayuntamientos, lo que consiguió el año pasado, mediante su grupo de operadores.
Cambió de estrategia y se vinculó familiarmente con los principales aspirantes a la candidatura perredista al gobierno estatal, la senadora Rosalinda López Hernández y el diputado federal Adán Augusto López Hernández.
Hoy, Humberto Mayans Canabal se encuentra convertido en el político más poderoso del estado, controla la estructura territorial del PRI, maneja la política de gobierno, mantiene poderosos vínculos con los adversarios perredistas y se le allanó el camino al gobierno estatal con su reafiliación al PRI, aunque, eso sí, mantiene en la barriga demasiados gatos que pueden ocasionarle un severo revés a sus ambiciones personales.
En otra ocasión abordaremos las diversas reacciones viscerales, traiciones y redireccionamiento de sus relaciones personales.
*El gobernador electo de Veracruz, Javier Duarte, se pronunció a favor de fortalecer los puentes de diálogo entre las diversas instancias de gobierno y políticas, para avanzar en la concreción de acuerdos y consensos. Reconoció la decisión y el valor político del presidente Calderón para enfrentar a la delincuencia organizada, tarea en la que tiene y seguirá teniendo el respaldo del gobierno de esa entidad.
*Al acercarse el inicio del período ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, el jurista Federico Ponce Rojas recordó a los legisladores que entre sus prioridades deberá estar la aprobación de las reformas a la Ley de Seguridad Nacional.
Expertos en temas de seguridad y ex subprocurador de la República, Ponce Rojas urgió a los integrantes del Congreso de la Unión para que den un nuevo marco jurídico a la intervención de los militares en labores de seguridad pública.