Taxis, la rebelión de los torcidos
Víctor Sánchez Baños martes 26, May 2015Poder y dinero
Víctor Sánchez Baños
La traición la emplean aquellos que no comprenden el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura.
Vicente Espinel (1550-1624) Escritor español.
Movilizaciones de taxistas “autorizados” en la ciudad de México contra el servicio vía redes sociales, Uber, generó un caos monumental. Miles de taxistas estrangularon una megalópolis de más de 15 millones de personas y pretendieron chantajear al gobierno, a fin de prohibir el servicio de taxis a una empresa que ha demostrado eficiencia.
Se entiende que es una competencia impresionante el servicio que se ofrece mediante una aplicación en los teléfonos inteligentes y que usan la tecnología suficiente de comunicación y orden en el envío de los servicios.
La justificación que ofrecen los taxistas concesionados, es simple: ellos pagaron por la concesión y las placas, así como la afiliación a grupos que los defienden ante las autoridades. Los taxistas de Uber no pagan más allá de lo que representan los servicios de organización y radiotaxi, por llamarlo de alguna manera.
Todo esto nos lleva a la reflexión: ¿Qué importa en el servicio de taxis, los taxistas o el consumidor… el gobierno que concesiona o el mexicano que en una democracia ordena a su gobierno?
En varias entidades hay gobernadores que hicieron del servicio de las placas de taxis el más rentable y multimillonario negocio. En el Distrito Federal los jefes de gobierno y en alguna época los jefes policíacos vendían, en precio actuales, en más de 200 mil pesos un juego de placas.
De acuerdo a la entidad es el precio de las placas y la concesión. En el DF, cuestan entre 50 mil y 150 mil pesos. Si el servicio es en el aeropuerto, el precio se eleva entre 250 mil y 300 mil pesos. En Guadalajara, en el precio varía entre 30 mil y 150 mil. Bueno, en los centros turísticos el tráfico de placas y permisos es impresionante, y que pueden llegar a costar hasta millón y medio de pesos.
Por eso, salen los taxistas a las calles a exigir a las autoridades que les protejan y les den como monopolio el servicio taxista. No importa la calidad del servicio, si el vehículo es limpio y en buenas condiciones, o si el conductor es amable o no. Pero lo más importante es que sean seguros. Que el viajero esté seguro desde que toma el vehículo hasta su destino.
Con los taxis concesionados, los vehículos en una gran mayoría son sucios, malolientes, el conductor no se baña y las condiciones mecánicas del vehículo son deplorables.
Por ello, Uber es una opción de competencia y, francamente, me interesa muy poco que los taxistas paguen grandes cantidades por sus concesiones. Lo que quiero como consumidor es un servicio seguro, limpio y amable. Calidad y precio, pues. Ah, si los dueños de los taxis son políticos, como ocurre sistemáticamente con los flotilleros, pues que se dediquen a otra cosa.
PODEROSOS CABALLEROS.- Anthony Wayne se reunió el fin de semana pasado con los candidatos al gobierno de Nuevo León y les dijo lo que muchos mexicanos pedimos: acabar con la corrupción y, sobre todo la impunidad. El mensaje fue directo y con poca diplomacia, el diplomático fue al grano, ya que la inseguridad mexicana le pega al sistema de seguridad nacional de Estados Unidos. Ahí estuvieron del PRI, Ivonne Álvarez; del PAN, Felipe de Jesús Cantú y Fernando Elizondo de Movimiento Ciudadano. Por cierto, el independiente Jaime Rodríguez, conocido por el apodo de “El Bronco”, y en honor a su mote, llegó tarde. *** El gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, siente pasos en la azotea. Primero, porque no puede controlar a su padre, quien se metió de lleno en el proceso electoral en apoyo a sus correligionarios priístas y después por los bloqueos que hace varios días generó el crimen organizado en varias regiones de la entidad. Mandó publicar en varios periódicos de la ciudad de México que no se va de la gubernatura. Para tranquilidad de Sandoval, se entiende lo que ocurrió aquella ocasión y que el crimen se encuentra en muchos rumbos de la entidad. La lucha contra esas organizaciones la realiza el gobierno de Jalisco con el federal. Bueno, así debe ser y que duerma tranquilo, aunque muchos jaliscienses no duerman tranquilos por la inseguridad. Ahora de que no se va, pues no se va a ir. El hueso de la gubernatura está muy carnoso como para olvidarlo.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA.- Del total de toneladas de residuos reciclados por Walmart en el primer trimestre del año, 19 mil 902 (36%) son de Bodega Aurrerá; 15 mil 475 (28%) de Walmart; 9 mil 303 (17 %) de Sam’s Club; 4 mil 162 (8 %) de Mi Bodega Aurrerá; 2 mil 354 (4%) de Bodega Aurrerá Express. Superama y los centros de distribución participaron con 1 mil 647 y 1 mil 786 respectivamente (3%) y Suburbia contribuyó con 701 toneladas (1%), de acuerdo a Antonio Ocaranza, director de Comunicación Corporativa de esa compañía, en alusión a los resultados por el Día Mundial del Reciclaje. En 2014, Walmart dejó de generar más de 235 mil toneladas de residuos en México.
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