La fiesta de Ivonne
Ramón Zurita Sahagún martes 3, Ago 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Si alguien sabe organizarse una fiesta, es la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, la que hace de sus informes ciudadanos una festividad de atractivos múltiples.
Es un sueño de hadas el que construye la única gobernadora priísta de todo el país, la que reúne todos los elementos para disfrutarlo ella misma y sus gobernados.
La receta es sencilla, usa los principales ingredientes, los condimenta, adereza, los mezcla y todo sale a pedir de boca.
Y es que Ivonne mostró que tiene un gran poder de convocatoria y que a su llamado acuden los principales políticos de su partido, actores y actrices de moda, comunicadores, cantantes y toda figura que se precie de popularidad.
Es la tercera ocasión en que la gobernadora de Yucatán usa la figura de informe ciudadano (cumple también con las reglas internas, enviando su informe en forma oficial al Congreso del estado) y también por tercera consecutiva en que las cosas le salen redondas, aunque en esta ocasión con algún prietito en el arroz.
La razón del contratiempo, el exceso de tiempo usado para mostrar lo bondadosa que es la gobernadora y la apertura de puertas que mantiene su gobierno hacia la ciudadanía en general.
Dos horas tardó Ivonne en mostrar parte de los beneficios que trajo su administración a favor de los más necesitados, lapso en que dejó en claro que su partido (PRI) regresó para no dejar más el poder en esa parte de la Península de Yucatán.
Testimoniales de personas beneficiadas por sus programas de gobierno mostraron parte del paternalismo que todavía se ejerce en Yucatán, donde la voluntad gubernamental es la mejor recomendación para satisfacer las necesidades de una persona o familia.
Ivonne puso, como siempre, dramatismo y énfasis en su discurso, el que acompañó en dos ocasiones con la parte emocional, derivando en el derrame de lágrimas.
El trabajo realizado por los operadores de la gobernadora dejó algunas lagunas en la parte técnica, aunque el sabor y la pimienta que pone en su punto fino la gobernadora sustituye esas pequeñas fallas.
120 minutos tardó Ortega Pacheco probar sus aciertos de gobierno, lo que provocó incomodidad entre los asistentes al evento, los que desesperados miraban el reloj, revisaban sus correos electrónicos, sus mensajes de texto o hasta hablaban por teléfono.
Sin embargo, nada de eso inmutó a la gobernadora de Yucatán, la que disfrutaba su fiesta, deleitándose con cada palabra que pronunciaba en su extensa alocución.
Eso sí, los que no tenían Black Berry a la mano, gozaban de la presencia de Galilea Montijo, Edith González, Roxana Castellanos, Wendy Braga o murmuraban con la presencia de Carmen Salinas, Silvia Pinal, Lilia Aragón y otras actrices de mayor edad.
Pero había para todos los gustos, el divo de Juárez, Juan Gabriel, que disputó, sin éxito, los aplausos al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, quien sin grandes problemas mostró serla figura más popular de México, por encima de actores, actrices, cantantes, deportistas, políticos o quien se le ponga enfrente.
Ivonne fue arropada por la clase política de su partido, ya que además de Peña Nieto, asistieron a darle su respaldo los gobernadores de Campeche, Fernando Ortega; Quintana Roo, Félix González Canto; Durango, Ismael Hernández Deras, además de los electos de Tlaxcala, Mariano González Zarur; Durango, Jorge Herrera Caldera; Tamaulipas, Egidio Torre Cantú; Quintana Roo, Roberto Borge Angulo y Zacatecas, Miguel Alonso Reyes.
Como siempre, en las calles, se armó la vaquería y la gobernadora bailó jarana y otros ritmos yucatecos, antes de que en la cena formal, Juan Gabriel la invitara a bailar y lo hiciera con la soltura y gracia propias de quien disfruta una fiesta hecha a la medida.
*Miguel Alonso Reyes será el primero de los doce gobernadores electos en tomar posesión de su cargo, ya que lo hará el doce de septiembre, fecha en que en Zacatecas se desarrolla la feria estatal, un marco adecuado para el cambio de gobierno y de siglas en el poder.
El reto de Alonso Reyes es grande, después de doce años de gobiernos perredistas, partido en el que él mismo militó, durante el tiempo en que fungió como secretario particular de Ricardo Monreal Ávila y en otros cargos de gobierno.
Sin embargo, al nuevo gobernador no se le asocia con ninguno de los grupos en pugna en esa entidad, con todo y que mantuvo cercanía con los Monreal y con la actual gobernadora, Amalia García, aunque no rompió en forma abierta con ninguno de los dos grupos.
Eso le valió ser considerado como un político sin rencores y sin deseos de venganza, como podrían ser ubicados los contendientes que perdieron ante el joven Alonso Reyes el pasado cuatro de julio.
Con todo y ello, la tarea que emprenderá el neopriista será ardua, ya que tendrá que recomponer el dañado tejido social del estado, el que se encargaron de fracturar los enfrentamientos entre las García, las Corichi y los Monreal y que generó fracturas y renuncias dentro del PRD, además de una serie de deslealtades que ampliaron la brecha entre los militantes de la izquierda.
*Mario Zepahua fue diputado federal en la LIX legislatura del Congreso de la Unión y ganó amplia fama, cuando fue secuestrado en la zona de Zongolica, Veracruz, distrito que representaba en la Cámara de Diputados.
Hoy se encuentra recuperado de aquel amargo trance y colabora en el área política del gobierno de Fidel Herrera Beltrán.