Guisado de conejo
Ramón Zurita Sahagún miércoles 13, May 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Para preparar un guiso de conejo, lo primero que se debe tener es el conejo, aseguran los cocineros expertos en la materia.
La vieja sentencia puede ser aplicada para lo que viven los priístas que buscan la coordinación de la bancada de su partido en la LXIII legislatura en la Cámara de Diputados.
Son cuatro los aspirantes que ya se regocijan con la posibilidad de asumir el pastoreo de sus ovejas que, confían, rebasen los 251 legisladores necesarios para hacer una mayoría relativa.
El jaloneo por el posicionamiento ya se nota y los respaldos y padrinazgos de unos y otros también asoman, aunque manifiestan que son los propios diputados los que eligen a su coordinador, lo que resulta cierto de manera parcial.
Desde hace cuatro legislaturas, los diputados emiten su respaldo al candidato que sienten con el respaldo suficiente para convertirse en su coordinador.
Claro que antes de ello, cada uno de los diputados cabildea con el que consideran su jefe político, para definirlo.
De esa forma, en dos ocasiones el que inició como favorito no fue respaldado por sus compañeros de curul.
Manlio Fabio Beltrones sufrió el percance en su primera intentona en 2003, cuando Elba Esther Gordillo le ganó en la interna y en 2006 cuando Héctor Hugo Olivares fue vencido por Emilio Gamboa.
Las dos ocasiones sucedieron en los tiempos en que los priistas formaban parte de la oposición, ya que con el PRI sentado en el gobierno federal es cuando la línea viene en forma vertical.
En esta ocasión, se asoman antes de la elección, en la disputa por la coordinación priista tres hombres y una mujer.
Se trata del presidente del Comité Ejecutivo Nacional, César Camacho Quiroz, el ex titular de SEDATU, Jorge Carlos Ramírez, el ex senador Enrique Jackson Ramírez e Ivonne Ortega, ex gobernadora de Yucatán.
Los cuatro mueven sus respectivas piezas en busca del respaldo necesario para asumir la condición de coordinador de la bancada partidista.
Cada uno trae su estrategia y vende además de su relación directa con los verdaderos poderes del partido su trayectoria política e intenta desviar la atención de su principal objetivo con otros secundarios.
Ese es el caso de Jorge Carlos e Ivonne, yucatecos ambos, que señalan que la coordinación deberá recaer en el presidente del partido, César Camacho, mientras aseguran que buscan presidir la mesa directiva durante el primer año de ejercicio de la legislatura, el que ya dan por hecho que recaerá en un diputado de su partido.
Los dos vienen, por supuesto, registrados en la lista plurinominal de la III circunscripción, ubicados como uno y dos, respectivamente, con acceso directo a la Cámara de Diputados, ya que tradicionalmente doce de los enlistados llegan de manera expedita.
Jorge Carlos, ya fue diputado y presidió la mesa directiva, aunque ahora su mira subió, ya que también su carrera política se encuentra en acceso.
Logró cercanía con el actual presidente, Enrique Peña Nieto, quien lo incluyó dentro de su equipo de campaña y más adelante formó parte de su gabinete y confían en que la coordinación le sirva de plataforma de proyección para alcanzar la nominación de su partido al gobierno de Yucatán en 2018.
Ivonne por el contrario, ya fue gobernadora de Yucatán y actualmente es secretaria general del PRI, donde completa la fórmula con César Camacho.
Antes de eso fungió como alcaldesa, diputada local, federal y senadora y mantiene altas expectativas para conseguir el liderazgo o la presidencia de la mesa directiva y más adelante incorporarse al gabinete presidencial, del que se especuló formaría parte en su primera etapa.
Enrique Jackson Ramírez es un político que fue reciclado como tercero en la lista plurinominal de su partido por la primera circunscripción y quien en el pasado fungió como líder de su bancada en ambas cámaras del Congreso de la Unión.
Fue coordinador de los diputados priistas en la primera legislatura en que ya no fueron mayoría, al tomar el sitio que dejó vacante Arturo Núñez Jiménez, quien fue a competir por la candidatura al gobierno de Tabasco y después los seis años que duró como senador ocupó el mismo cargo.
Antes de eso fue dirigente en el Distrito Federal, secretario de Gobierno en el DF, delegado en Cuauhtémoc y mantiene vivas sus esperanzas de convertirse el año próximo en candidato de su partido al gobierno de Sinaloa.
Jackson Ramírez fue habilitado como operador electoral de la candidata al gobierno de Nuevo León, Ivonne Álvarez y en los años recientes se había refugiado en Veracruz, como principalísimo asesor del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
César Camacho es el cuarto y más fuerte prospecto del priísmo para liderar su bancada mayoritaria, basado en que actúa como presidente nacional del partido.
Proviene del mismo estado que el presidente de la República y como él, también gobernó el Estado de México.
Camacho está considerado como un político disciplinado y obediente que ha forjado en ello toda su carrera política.
Es cierto que ya fue alcalde, gobernador, diputado y senador, pero con la salvedad de la alcaldía, los demás cargos los consiguió sin el voto directo de los electores.
Fue gobernador interino y sustituto ante la ausencia de Emilio Chuayffet Chemor, designado secretario de Gobernación. Diputado federal por la misma vía que ahora, plurinominal y candidato perdedor al Senado de la República, al que llegó por la vía de primera minoría.
La apuesta de los cuatro está hecha, aunque tendrán que esperar los designios del señor, para saber cuál de ellos se queda con el conejo.