Despidos injustificados
Francisco Rodríguez miércoles 27, Ene 2010Índice político
Francisco Rodríguez
Son miles los casos de burócratas despedidos
injustificadamente que ganan demandas multimillonarias
al gobierno. Son recursos que pierde el contribuyente.
DON HÉCTOR OLVERA ha enviado a mi buzón copia de una carta dirigida al titular de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, en la que da cuenta no sólo de los miles de burócratas despedidos injustificadamente -lo que a la postre cuesta sumas multimillonarias al erario-, también provoca enormes problemas a las familias de quienes dejan de recibir un ingreso y, dice, “son problemas que se viven en los sótanos, lo que le pasa a mucha gente todos los días y que, sin ser de ocho columnas, afectan la vida cotidiana. No son problemas de coyuntura, pero afectan e inciden en una falta de gobernabilidad silenciosa, pero no menos importante. En fin, como diría el maestro Pérez Cámara, son los desafíos de la clase media.”
Ingeniero naval, Olvera dice haber leído “con mucho agrado en los medios que, ‘para evitar corrupción, opacidad, parálisis, ineficiencia y despilfarro en la administración pública federal, antes que termine junio próximo, ahora sí desaparecerán las 15 mil normas internas con las que trabaja el gobierno, pero que nadie conoce ni respeta, y serán sustituidas por un Manual Único de Operación, señaló el secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas’.
“Asimismo, ‘que desde hace tiempo estamos trabajando en el tema de ponernos en los zapatos del ciudadano, pero ahora lo que queremos es usarlos, caminar con ellos, probarlos, hacerlos más ligeros, y así poder llegar más lejos.
“Señor secretario, desconozco al detalle cual es el contenido del citado manual; sin embargo, me permitiría sugerir a esa secretaria a su muy digno cargo, que si no se ha hecho así, se incluyera algún procedimiento para que los mandos medios superiores o los que tengan la prerrogativa de despedir a personal a su mando se les instruya o dé a conocer que, para despedir o dar de baja a un empleado, deben de acatar cabalmente lo establecido en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, concretamente a lo dispuesto en los artículos 43, 44, 45, 46 y 46 Bis, toda vez que, en años recientes se han incrementado notablemente en todas las dependencias del Ejecutivo los despidos -en su mayoría injustificados- de personal bajo sus órdenes.
“Lo anterior ha traído como consecuencia un desmedido incremento de demandas laborales por parte de los trabajadores despedidos injustificadamente ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, juicios en los que casi en su totalidad les dan la razón a los trabajadores. Esto sin duda, genera al cabo de 4, 5 o más años que dura el juicio laboral y que el trabajador se quede sin ningún sustento para él y su familia.
Que quede desprotegido él y su familia de los beneficios de los servicios médicos y de otras prerrogativas que le da su empleo.
Que al ganar el juicio, una parte sustancial de sus salarios caídos tenga que destinarla al pago de abogados, que usualmente se llevan la tajada del león.
Que al no tener ingresos se endeude y pierda lo mucho o poco que ha podido obtener a lo largo de su vida.
Que el gobierno tenga que erogar -en ocasiones- sumas importantes para el pago de salarios caídos sin ninguna retribución a cambio.
Que el gobierno erogue sumas multimillonarias para el mantenimiento de todo un aparato administrativo como es el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, que a la fecha atiende miles y miles de demandas y que cada día va en aumento por el incremento de casos que se le presentan.
Que los mandos medios y superiores infrinjan flagrantemente la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado al no acatar los laudos laborales dictados por el citado tribunal y se sigan lesionando los derechos de los trabajadores y se continúen generando salarios caídos en detrimento de las finanzas públicas.
“Estas son señor secretario, algunas de las consecuencias que los mandos medios y superiores originan, al no conocer aun cuando sea medianamente la legislación vigente (que sería su obligación) y que en consecuencia no pueden despedir ni sancionar a ningún trabajador, si no es estrictamente apegado a Derecho.
“¿Qué pasaría, me pregunto, si a un servidor público que despidió injustificadamente a un trabajador, al fallar la autoridad competente a su favor y ordene su reinstalación y pago de salarios caídos, se le aplicara la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos y tuvieran ellos que pagar los salarios caídos, las cantidades que gastaron entre abogados, préstamos, y que además se les aplicara la ley y se les despidiera, esto sí, justificadamente.
“Señor secretario, le aseguro que tendríamos una administración pública más responsable, más cuidadosa de las acciones que lleva a cabo y en suma México empezaría a ser el país que estoy seguro usted, yo y muchos más mexicanos deseamos y anhelamos.
“En espera que mis comentarios y sugerencias sirvan, aun cuando sea un poco, me reitero a su muy apreciable consideración”.
Y firma, Héctor Heladio Olvera Noriega.
Índice Flamígero: Es lamentable lo sucedido al futbolista Cabañas, pero los medios han exagerado la nota. No faltan, por supuesto, quienes saquen raja política de un evento que no debió haber trascendido más allá de las páginas de “nota roja”.