77 años después
Ramón Zurita Sahagún jueves 19, Mar 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Después de 77 años de ocurrida, la expropiación petrolera ya no es celebrada como antaño.
Las recientes reformas energéticas hacen que la conmemoración de ese hecho vaya perdiendo fuerza, como sucedió en los gobiernos panistas con los aniversarios de la Revolución Mexicana.
Eso sí, ambos hechos forman parte de los libros de texto y del anecdotario de la historia de México.
Lázaro Cárdenas del Río, en su papel de Presidente de la República, tomó la decisión de nacionalizar la industria petrolera, donde ingleses y holandeses mantenían preponderancia.
Esa medida fue sorpresiva, por lo que las empresas no tuvieron tiempo de reaccionar, aunque después interpusieron amparos y trataron de impedir que la decisión se concretara.
Desde la administración pública se dio forma a la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos, la que se encargaría de todo lo relacionado con la explotación, exportación y refinación de los hidrocarburos. El gobierno federal no se dio cuenta de la monstruosidad de la empresa que había creado y al amparo de Pemex se amasaron grandes fortunas.
La historia de Petróleos Mexicanos y los energéticos va de la mano con una serie de hechos vinculatorios, los que pasan desde el caciquismo sindical, donde personajes como Joaquín Hernández Galicia y Carlos Romero Deschamps merecen capítulos aparte de los otros dirigentes del sindicato.
La detención de Hernández Galicia (“La Quina”), José Sosa y Salvador Barragán Camacho, los tres dirigentes (en su momento) sindicales, la habilitación como trabajador activo de personas como Salvador Guzmán Cabrera, el asesinato de Heriberto Kehoe Vicent, Lenin Falcón y otros dirigentes sindicales.
La amenaza de José Sosa al presidente Miguel de la Madrid Hurtado: si se hunde Pemex, se hunde usted Presidente, le advirtió el dirigente sindical.
Pero también las administraciones de Antonio Jáquez Bermúdez, Jesús Reyes Heroles, Jorge Díaz Serrano y otros directores de la empresa, son dignas de contarse. El desafuero como senador de Jorge Díaz Serrano y su posterior encarcelamiento, así como el abuso cometido por familiares, amigos y de los propios dirigentes de la empresa, son historia dignas de contarse por parte de quienes conocen a fondo las entrañas de Pemex.
Durante los años que lleva constituida la empresa, se ha visto de todo y ha sido la principal impulsora del desarrollo del país, generadora de empleos, sostén de la economía y de los presupuestos anuales, algunos de ellos dilapidados.
Fue en la administración de José López Portillo cuando se supo de las reservas probadas de petróleo, por lo que se acuñó aquella frase demagógica del Ejecutivo federal en turno: tenemos que aprender a vivir en la abundancia. No se hizo, como tampoco se aprovecharon los excedentes petroleros en la época de Vicente Fox Quesada, los que fueron incorporados al gasto corriente. La historia del petróleo mexicano debe ser contada lo más apegada a la realidad posible.
SIGUEN ABUSOS EN EL IMSS
Hemos venido señalando el desastre que ocurre dentro del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde el trío conformado por José Antonio González Anaya, René Curiel Oscura y Carlos Alberto Treviño tienen sumida a la institución en un caos, donde prevalecen intereses personales por encima de los institucionales.
Curiel y Treviño son los que dominan los aspectos financieros, de compras, contratos y área de comunicación, desde sus respectivas trincheras, mientras que González Anaya otorga y recorta funciones a su antojo.
Uno de esos recientes casos es el del maestro Jesús Antonio Berumen Preciado, quien fue designado en enero de 2013 como director de Administración y Evaluación de Delegaciones, cargo que hoy concentra René Curiel.
Hoy, el maestro Berumen Preciado ha sido acotado en sus funciones por dos personajes que jerárquicamente se encuentran a sus órdenes: Carlos Gracia Nava y Miguel Ángel Servín Diago.
De esa manera, Berumen Preciado fue nulificado en sus funciones, ya que los dos anteriores acuerdan directamente con José Antonio González Anaya.
Nadie entiende el porqué de la pérdida de confianza hacia el maestro Berumen Preciado, quien cuenta con una hoja curricular impresionante, donde ya fungió como oficial mayor de la Secretaría de Agricultura y director de Finanzas de Diconsa, entre otros cargos.
En el IMSS se comenta que Berumen Preciado se manifestó en contra del manejo que vienen haciendo de la institución Treviño y Curiel, por lo que fue relegado, aunque no se ejecuta su cese, para evitar mayores fricciones con el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, con quien el maestro Berumen Preciado guarda una cercana relación.
TITULARES DE LA SEP
Una extraordinaria adición a su equipo gobernante realizó el mandatario poblano Rafael Moreno Valle Rosa, en la persona de Antonio Argüelles Díaz González.
Ex oficial mayor de la Secretaría de Comercio y de Hacienda, en el renglón federal, en las administraciones de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, respectivamente, Antonio Argüelles fungió también como director general del Conalep.
Moreno Valle le asignó la tarea como titular de la Secretaría de Educación Pública, en sustitución de Jorge Benito Cruz.
En Veracruz, hace unas semanas se designó al doctor Flavino Ríos Alvarado como secretario de Educación Pública.
Flavino cuenta con una amplia trayectoria política en la entidad, donde ya fungió como coordinador de los diputados priístas en el Congreso estatal y secretario de Gobierno en la gestión de Miguel Alemán Velasco.
Los dos nuevos titulares de la SEP estatales de Puebla y Veracruz, respectivamente, participaron en el encuentro convocado por el titular de la SEP, Emilio Chuayffet Chemor, para dar a conocer los avances de la reforma educativa, celebrado en el Distrito Federal.