Frentes abiertos
Ramón Zurita Sahagún lunes 19, Jul 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Solamente esperaron pasaran los comicios del 4 de julio celebrados en 14 estados del país (además de los extraordinarios en dos municipios de Coahuila), para desatar las pugnas entre partidos y sus principales fichas.
Las decisiones de última hora del presidente Calderón sirvieron solamente para reabrir heridas no cicatrizadas entre los representantes de los distintos partidos ajenos al gobernante.
El uso faccioso de programas de gobierno anunciados unos cuantos días antes del proceso electoral, la constante aparición del Ejecutivo federal en cadenas nacionales de radio y televisión y su descarado respaldo a los candidatos postulados por su partido en 12 entidades del país y que redundaron en victorias en tres estados, no gustaron a sus adversarios, principalmente priístas, los que están decididos a pasar la factura correspondiente.
Los priístas se encuentran en pie de guerra y cuentan con el armamento suficiente para hacer la vida pesada y contravenir las decisiones emanadas del Ejecutivo.
De ahí que los próximos días se espere un fuego graneado entre priístas, panistas y el gobierno federal, con los representantes y dirigentes de la izquierda, alternando sus preferencias a favor de unos y otros.
Los acuerdos coalicionistas de la izquierda y la derecha domesticaron a la primera, la que ahora busca establecer las alianzas con el partido gobernante en el Congreso de la Unión, para plantear iniciativas y reformas convenientes para ellos.
Sin embargo, los priístas que hacen mayoría en la Cámara de Diputados con el auxilio de su incondicional, el Partido Verde, intentan sofocar esa rebelión.
Pero donde sí podrán los priístas intervenir y hasta modificar en algún sentido algunas decisiones del Ejecutivo o cuando menos armar revuelo con ellas, es en lo referente a varios nombramientos emanados de la Presidencia de la República.
Es cierto que las designaciones de funcionarios o servidores públicos son una facultad del Presidente de la República y que basado en ello fue que Felipe Calderón Hinojosa realizara cambios y movimientos dentro de su equipo de trabajo, pero también lo es que muchos de esos relevos fueron sumamente cuestionados y lo serán en los próximos días.
Por lo pronto, un personaje que se verá sumamente asediado es el secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, quien tendrá que comparece ante los legisladores para explicar sobre el nombramiento de Mony de Swaan en la Cofetel y su promoción a la presidencia de dicho organismo.
Los legisladores de oposición consideran que ese organismo fue puesto al servicio del Presidente de la República, por lo que manifiestan su inconformidad con el nombramiento y piden el relevo del mismo.
Otro nombramiento que cuestionan los priístas es el de José Luis Vargas Valdez como titular de la Fepade, cargo al que renunció bajo presiones Arely Gómez González.
También el cambio en la figura jurídica que rige al Canal 11, para convertirlo en un canal de proyección y red nacional, mantiene con las uñas crispadas a los opositores al gobierno que consideran que pasará a formar parte del embalaje gubernamental y será puesto al servicio gubernamental, sin cubrir con las necesidades para lo que fue creado.
A eso se le añade la ineficacia del gobierno federal en su lucha contra la delincuencia organizada, las expresiones cada vez más violentas de los grupos delincuenciales y los recientes cambios efectuados en algunas dependencias de primera línea.
La supuesta experiencia y éxito de Francisco Blake Mora en su gestión como secretario de Gobierno de Baja California, fue severamente cuestionada por personajes de diversos ámbitos de esa frontera norte, los que señalan que bajó la intensidad de los enfrentamientos y asesinatos, al ser entregada la plaza a uno de los grupos en pugna, el que mantiene bajo control el estado y evita la presencia de los otros grupos.
La operación de la seguridad púbica y el combate al crimen organizado continúan siendo los talones de Aquiles del gobierno federal y de los de otro orden, sin que se encuentre la vía para frenar la violencia.
Durante la semana pasada se dieron una serie de expresiones de violencia que son cada vez más preocupantes como el uso de carros-bomba y el manejo de explosivos, sin dejar de lado las ejecuciones y los asesinatos masivos que presentan una frecuencia inusual.
*Torreón entró en la competencia con Ciudad Juárez como la ciudad más violenta de México, y tal vez del mundo.
Son frecuentes las irrupciones de grupos armados en bares y fiestas, donde asesinan sin piedad, a los presentes, especialmente a jóvenes.
En lo que va del año son varias las incursiones de estos grupos en la principal ciudad de la zona de la La Laguna.
*Un buen anfitrión mostró ser el candidato ganador de los comicios para gobernador en Veracruz, Javier Duarte, con varios de los que serán sus colegas en funciones de gobierno.
La Villa Rica, el restaurante más antiguo de Boca del Río, fue el sitio elegido para que Duarte, quien deberá ser ratificado por el Tribunal Electoral antes del 15 de agosto, estableciera acuerdos con otros personajes priístas que resultaron victoriosos en las urnas el pasado 4 de julio y que ya fueron declarados gobernadores electos.
*Manlio Fabio Beltrones encontró una rica veta en la información de fin de semana, ganando con ello amplios espacios de difusión por la baja de información de los domingos para lunes.
En esta ocasión, el sonorense coordinador de la bancada priísta en el Senado de la República, se pronunció a favor da la aprobación de un paquete de reformas que permitan generar empleo y fomentar mayores oportunidades para los jóvenes, la que, dijo, se encuentra atrapada entre la falta de oportunidades, la delincuencia organizada y la economía informal.