La imagen dañada del PRD
¬ Augusto Corro lunes 27, Oct 2014Punto por punto
Augusto Corro
Con los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) vive su peor crisis como organismo político.
Cada día que pasa sin encontrar a los estudiantes, el desprestigio del perredismo se hundirá aún más. El propio líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, reconoce que la imagen del PRD fue afectada por la desaparición de los normalistas.
Todo mundo sabe que los gobiernos estatal y municipal de Guerrero, de extracción perredista, son los responsables de la matanza de estudiantes y del levantamiento del 26 y 27 de septiembre pasado. El gobernador, Ángel Aguirre Rivero, solicitó licencia al cargo, y suponemos que una vez terminada las investigaciones del caso, será enjuiciado por su omisión en el caso de los normalistas desaparecidos.
EL EX PRESIDENTE MUNICIPAL
El eje central de las investigaciones gira alrededor del ahora ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, como principal autor intelectual de la represión contra los estudiantes. En la misma condición se encuentra la esposa del alcalde, María de los Ángeles Pineda Villa, quien ya se sentía en la silla del poder, con el apoyo de los amarillos.
Los ex mandatarios Ángel y José saben más que nadie como se desarrolló el ataque contra los normalistas. Por eso, es importante localizar al alcalde que huye y mantener una vigilancia estrecha al gobernador, para que no salga del país.
Los familiares de las víctimas no se conforman con la licencia al puesto de mandatario estatal Aguirre Rivero. Los crímenes de lesa humanidad, como los registrados en Iguala, deben ser castigados con todo el rigor de la ley.
SEA QUIÉN SEA
Cuauhtémoc Cárdenas, al referirse a los 43 normalistas de Ayotzinapa, exige sanciones administrativas y penales contra los responsables de la desaparición de estudiantes de Ayotzinapa, “sea quién sea”. En las primeras investigaciones sobre los hechos cruentos ocurridos en Guerrero, sale a relucir el contubernio criminal entre las autoridades y la narcodelincuencia.
Sólo con el trabajo conjunto de los narcopolicías y sicarios se puede consumar el levantamiento de 43 jóvenes e ignorarse su paradero, un hecho insólito en la historia reciente de México.
¿Cuál es el pensamiento de un alcalde perredista para ordenar la muerte o la desaparición de las personas?
No falta el político que aprovecha el viaje con el propósito de plantear una ley para blindar las elecciones intermedias del 2015.
Es decir, que los aspirantes a cargos de elección popular no deben tener ningún vínculo con la delincuencia organizada. Como idea, es excelente; pero no dejará de ser un simple sueño.
Creemos que esos candidatos también sean analizados por los siquiatras, para saber su grado de peligrosidad, cuando lleguen a desempeñar funciones en un cargo público.
Porque ya como autoridad, los alcaldes y gobernadores se transforman de seudopersonas honorables, en sátrapas, enloquecidos por el poder y las ambiciones, como ocurrió no sólo en Guerrero, sino en otros lugares del país.
Esos funcionarios también son déspotas a quienes no les importa relacionarse con las mafias locales. ≠Tal es el caso del caso del alcalde perredista, José Luis Madrigal Figueroa, de Numarán, Michoacán, detenido hace varios días por las autoridades estatales, debido a sus vínculos con “Los Caballeros Templarios”.
De acuerdo con las declaraciones de las autoridades estatales, el propio munícipe llevó a su jefe de la policía, Jaime Daniel Solís Villegas, a una entrevista con la banda criminal.
LOS PERREDISTAS Y SUS AMBICIONES
A la cúpula perredista, con Carlos Navarrete a la cabeza, le es difícil comprender la dimensión de la tragedia de Iguala.
Así queda demostrado con la demanda de perdón promovida por el líder amarillo, durante una ceremonia tardía realizada en Iguala, con el propósito de calmar los ánimos enardecidos de los guerrerenses, arropar al gobernador y curarse en salud.
Pero esa acción conduce al magisterio disidente a quemar el edificio donde se encontraban las oficinas del Comité Ejecutivo Estatal del PRD, en Chilpancingo, Guerrero.
Se trata de una protesta, dijo en su momento un maestro, por la protección que sus dirigentes (perredistas) otorgan a los implicados en los hechos del 26 y 27 de septiembre en Iguala.
“LOS CHUCHOS”
En el análisis cronológico de los hechos registrados en Iguala, aparece el PRD como promotor principal de Abarca Velázquez para ganar la presidencia municipal.
Es la tribu de “Los Chuchos” la más entusiasmada en apoyar al alcalde, entre otras cosas por su generosidad en el “pago de cuotas”.
Luego de la desaparición de los normalistas, “Los Chuchos” intentan defender, infructuosamente a sus protegidos.
En las diferentes tribus que conforman el PRD surgen pros y contras ante la descarada defensa que hacen “Los Chuchos” del gobernador guerrerense y del alcalde igualteco.
El líder del PRD, Carlos Navarrete, recién ungido como “gerente” del partido del sol azteca, va de un lado a otro en busca de una salida a la grave crisis que vive el perredismo, pero no la encuentra.
Y tampoco hallará el camino correcto si continúa empeñado en que Guerrero continúe gobernado por el PRD que ya mostró con hechos atroces su ineptitud durante su tiempo en el poder político de la entidad.
A Navarrete, el PRD se le desmorona en las manos.