La hoguera espera
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 22, Oct 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
A estas alturas ya deberían haberse ido varios a su casa. Pero todos tratan de comprar tiempo.
El gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, que está primero en la fila, no tiene nada sobre el caso Ayotzinapa. Pero están igual o peor el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam -segundo en turno-, y un poco más atrás el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
La reunión de estos dos últimos con padres de los 43 normalistas desaparecidos de Iguala fue verdaderamente patética. En primer lugar se encerraron en un hangar de la PGR en Acapulco. ¿Es tanto el temor al toro? Y encima no traían para los angustiados familiares otra cosa que saliva. Con todo el poder que ambos tienen.
La presión nacional e internacional ha puesto seriamente en duda la estrategia federal de seguridad y la política de respeto a los derechos humanos del país. Y por encima de ello, la viabilidad de las reformas estructurales.
No han podido encontrar a los 43 estudiantes que los policías municipales se llevaron vivos en Iguala el pasado 26 de septiembre. No han dado con el ex alcalde prófugo, José Luis Abarca, ni con su mujer, ni con su jefe de la policía. No saben qué decir de la versión del padre Alejandro Solalinde, en el sentido de que los cuerpos de los muchachos fueron quemados, algunos de ellos vivos.
No saben siquiera si hay que tomarle declaración a dicho cura, que voluntariamente se presenta ante la PGR. No saben decir si los normalistas ¿fueron asesinados? ¿siguen vivos? ¿dónde están en cualquiera de estos casos? Ninguna acción contundente contra las mafias residuales del cártel de los Beltrán Leyva.
Entre más arrecia la presión, más intensa se hace la hoguera y más empujado a ella es el primero en la fila, el gobernador Aguirre. Y también más se juega con la esperanza de los familiares, amigos y compañeros de los estudiantes en cuestión. Se está jugando con fuego.
Mientras unos atizan la hoguera de la desaparición de poderes en Guerrero, el PRD se encarga de apagarla en tanto siente que el fuego aun no le llega a los aparejos. Cuando el calor le llegue a Navarrete, sin duda le dirá a Aguirre: vas tú primero.
Es patético que teniendo detenidos a 63 policías que presuntamente participaron en el secuestro y desaparición de los jóvenes, nadie tenga una idea clara de dónde ir a buscar a los estudiantes o sus cuerpos.
Cada día que pasa, no hace más que exhibir la impunidad del monstruoso crimen e incrementar la desconfianza. La falta de respuestas es gasolina pura para esa hoguera que espera a Aguirre, a Murillo, quizá a Osorio, al director del Cisen, Eugenio Imaz Gispert, que se durmió en este caso, y al comisionado nacional de Seguridad Pública, Alejandro Rubido, que sólo sabe dar discursos, y no sé a cuántos más si esto escala.
Lo tremendo es el mensaje que de todo esto puede leerse cada vez más claramente. El mensaje es cómo el crimen tiene de rodillas a este país.
Ayer la libró el gobernador. PRI y PAN en el Senado llegaron a un acuerdo para posponer hasta el 4 de noviembre la decisión sobre declarar la desaparición de poderes en Guerrero. Se trata un lapso de 15 días en el que la Comisión de Gobernación se allegará de más elementos para su resolución final.
Dicha comisión tenía ya un dictamen en contra de la declaratoria de desaparición de poderes y en el mismo se proponía que el Senado pidiera al gobernador Ángel Aguirre, que renunciara al cargo ante la ingobernabilidad que vive el estado.
Pareciera que todavía se puede jugar un poco más con fuego… a no ser que esa hoguera estalle.