La Puebla oculta de Moreno Rosas
Francisco Rodríguez martes 12, Ago 2014Índice político
Francisco Rodríguez
Sin duda, la gestión del todavía gobernador de Puebla, Rafael Moreno Rosas —que no Valle— quedará enmarcada por signos imborrables como la corrupción, la impunidad, el derroche, la prepotencia, la represión y la violación permanente a la libertad de expresión y a los elementales derechos humanos, pero sobre todo por la muerte de un niño.
El escándalo producido por el homicidio del menor José Luis Tehuatlie, a causa del mal uso de la llamada “Ley Bala” que, desde su envío al Congreso local por parte de Moreno —el 12 de mayo— fue señalada de contener vicios y violaciones diversas (baste leer los artículos 5º, 18 y 52) aunque ahora nos venga a decir el ilustrísimo señor gobernador que la idea de esta ley fue de su secretario de Gobierno, no es sino el mayor de los actos de inmoralidad y desvergüenza cometidos en Puebla desde el 2010.
Baste recordar el dispendio que desde hace casi cuatro años ha caracterizado a la gestión de Moreno, que tan sólo en obras que no sirven para nada —como la rueda de la fortuna, el teleférico, un lago artificial y la remodelación de la Casa de Gobierno— gastó más de mil 500 millones de pesos. A esto súmele un gasto anual de 180 millones de pesos en su acicalada y perfectamente peinada y maquillada imagen.
Lo anterior contrasta patéticamente con la realidad que vive el pueblo poblano. Según datos de la Coneval, Puebla es el tercer estado más pobre del país, con una población en pobreza del 64.5 por ciento. También ostenta el tercer lugar con la mayor población de pobreza extrema de México con un 57.3%.
Durante la gestión de Moreno Rosas el porcentaje de habitantes en pobreza y pobreza extrema, ha aumentado en un 7.2 y 5.7%, respectivamente. Lo anterior quiere decir que, gracias a la gestión de Moreno Rosas, hoy en Puebla hay 262 mil ciudadanos más pobres, y de ellos 57 mil viven en la pobreza extrema.
TRES EJEMPLOS DE CORRUPCIÓN
Pero eso no es todo. Según la cifra negra del INEGI, que mide los índices delictivos anuales en los estados, en Puebla durante la actual (des)administración han crecido delitos como la violación, la extorsión y el homicidio. Puebla es, asimismo, calificado como uno de los estados con mayor impunidad.
Otra constante que desde hace cuatro años priva en ese estado es la prepotencia y corrupción de quienes acompañan a Moreno en su gestión.
Baste citar tres nombres: Primero de ellos, Facundo Rosas Rosas, el actual secretario de (in)Seguridad Pública llega al cargo por recomendación de Genaro García Luna y de Miguel Ángel Yunes Linares, ¡imagínese! Sus cartas de recomendación contienen antecedentes de represión, corrupción, violación permanente a los derechos humanos y presumibles nexos con el cártel de Sinaloa.
El segundo, Roberto Moya Clemente, secretario de Finanzas, ex yerno de Ausencio Chávez —quien fuera gobernador interino de Michoacán— y oficial mayor de la Segob en los tiempos de Emilio Chuayffet, quien aprovechó la relación de su suegro para escalar posiciones en el IMSS, la Financiera Rural, la Consar y, en Puebla para cometer diversas corruptelas, como la instalación de guarderías que subrogaba el IMSS, del tipo de la fatídica ABC, y canchas de futbol rápido, entre otras. Hoy, en puebla son conocidas por toda la población las desviaciones presupuestales permanentes. Todo utilizando prestanombres, but of course.
Y el tercero, Roberto Rivero Trewartha, socio de Roberto Moya, quien llega a Puebla en 2010 como director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los trabajadores poblanos y hoy despacha como secretario de Salud, con la novedad de no ser médico, y con la única experiencia de haber laborado en el IMSS en aéreas administrativas. Lo patético es que todos estos personajes ya se ven en diciembre del 2018 despachando en Palacio Nacional.
Facundo Rosas ya se ve despachando como secretario de Seguridad federal, Moya como secretario de Hacienda y Rivero como director general del IMSS o ya de perdis como director general del ISSSTE.
¡Qué bonito es soñar! Sin embargo, la corrupción, la impunidad, el derroche la prepotencia, la constante violación a la libertad de expresión y derechos humanos, pero sobre todo la muerte del menor Tehuatlie, son fantasmas que por siempre acompañarán a Moreno Rosas, truncando así su obsesión enfermiza de poder y ambición de grandeza.
Índice Flamígero: Desde siempre y carente de la personalidad y capacidad que le permitieran brillar con luz propia, Rafael Moreno Rosas, agregó el segundo apellido de su abuelo, quien también fuera gobernador de Puebla, para brillar aunque sea con luz artificial. Hoy en día, en los comederos poblanos, recuerdan que en lo que más se parecen el abuelo y el nieto, es en que ambos tienen fama de represores. Baste recordar los actos perpetrados por Rafael Moreno ese sí Valle —electo para un sexenio, del cual duró la mitad—, ocurridos en Huehuetlán El Chico en 1969 y en Monte de Chila en 1970, en los que murieron 58 campesinos. + + + PAN y PRI se arrogan la paternidad de la promulgada reforma energética. Gustavo Madero dice que ésta es un triunfo ideológico de los blanquiazules. Sale al quite César Camacho y señala que es un orgullo con el que los tricolores se consolidan.