Los Vallejo y la cárcel
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 30, Jul 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
No sé por qué dan la impresión de que protegen a los Vallejo, aun cuando están ya en evidencia. Apareció por fin -o hicieron aparecer- el tan anunciado video y es pasmosa la lentitud, la pachorra o la fingida cautela con que la autoridad federal apenas reacciona.
Era para que Rodrigo Vallejo Mora, a partir de su forma tan desfachatada de convivir con Servando Gómez “La Tuta”, líder de “Los Caballeros Templarios”, ya hubiese sido detenido y puesto bajo el famoso periodo de arraigo “para ser investigado”, como en Michoacán se estila contra quienes, culpables o no, son candidatos a pisar la cárcel.
Y es más, era para que ya se hubiese citado a declarar al propio ex gobernador Fausto Vallejo porque, como lo puede decir cualquiera ahí en la calle, es totalmente ingenuo creer que él no conocía las relaciones de su hijo con “La Tuta”, o mejor dicho: las relaciones de “La Tuta” con los miembros de su gobierno y los políticos de su partido, el PRI, lo que equivale a decir que con él mismo.
Lo primero que Fausto Vallejo debería de explicar es lo relacionado con el cuento aquel de que Rodrigo fue secuestrado y llevado bajo coacción ante la presencia de algún criminal peligroso. Resulta más que obvio que el junior bebe cervezas sin coacción alguna, bromea y hasta compone el mundo michoacano con el impresionante capo que luce como el poder real en la situación de aquel estado.
Nomás hay que ver lo que dice “La Tuta” acerca de que en la víspera de que Fausto Vallejo fuese operado de los cinco elementos viscerales -páncreas, hígado e intestinos, entre ellos- que le reportaba Rodrigo, lo buscó el diputado federal priísta Alfredo Anaya Gudiño “para explorar la posibilidad de ser gobernador interino”.
Por supuesto, las autoridades federales nada han dicho de si ya se investiga por lo menos a este diputado, como tampoco dice nada acerca de cómo tiene conceptuado al propio Fausto Vallejo. La aparición del video -filtrado o no- obliga, sin embargo, a no eximir al ex gobernador de comparecer ante la justicia para aclarar la relación de su hijo.
El video muestra no nada más el involucramiento de la delincuencia en el poder público de Michoacán, sino incluso quién ha mandado en realidad en ese estado, por lo menos en la etapa nefasta de los Vallejo, a quien no hay que excluir de una posible sanción penal por los delitos ocurridos en la entidad mientras “gobernó”.
Lo de las relaciones peligrosas de los Vallejo se sabe no de ahora sino de años atrás, por lo menos desde el 2011 y por eso admira la forma en que se procede con fingida ingenuidad, con excesivo tacto.
Ya ni el hermano de Rodrigo, de nombre Fausto Vallejo Mora, quien tuvo los reflejos necesarios para optar, en cuanto el video fue exhibido, por deslindarse de Rodrigo y declarar que “cada quien debe asumir su propia responsabilidad”.
Es obvio que por lo menos uno de los Vallejo tendrá que pisar la cárcel. El truco está en decidir cuándo, a conveniencia de quienes ahora tripulan o tratan de tripular la escena michoacana.