Crímenes impunes
¬ Juan Manuel Magaña lunes 16, Jun 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
El relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias y especialista en derechos humanos de la ONU, Christof Heyns, realizó una visita oficial a México del 22 de abril al 2 de mayo de 2013, y hace unos días presentó su informe final de tal misión ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La misión anterior a ésta por parte de un relator especial, había tenido lugar en 1999.
En el reporte de entonces se advirtió que no era conveniente militarizar la seguridad interna en México.
Heyns dice que desde aquella vez, la situación se deterioró considerablemente desde el punto de vista del derecho a la vida, y que la impunidad sigue siendo uno de los principales problemas del país.
El relator considera esta vez que las cifras de homicidio son un problema serio y mucho más elevadas de lo que el especialista en derechos humanos de la ONU ha percibido en otros países.
Según la información que le fue proporcionada por las autoridades mexicanas, durante la anterior administración de Felipe Calderón -de diciembre de 2006 a noviembre de 2012- se cometieron 102 mil 696 homicidios intencionales.
Y el gobierno reconoce que no menos de 70 mil de esas muertes (casi 70%) estaban relacionadas con el tráfico de drogas. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, actualmente sólo de 1% a 2% de los delitos, incluidos los homicidios, dan lugar a sentencias condenatorias.
Para el experto, “la solución de largo plazo al problema de la violencia en México descansa en el establecimiento de un sistema robusto de aplicación de la ley, de acuerdo a los estándares internacionales aplicables al derecho a la vida y otros derechos fundamentales”.
En febrero de 2013 fue el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el que habló de los 70 mil muertos de la guerra de Calderón. Sólo esos, dijo, porque no existe la suficiente información sobre el tema debido a que la anterior administración dejó de hacer “un conteo oficial”, lo que también dificulta dar una cifra exacta no sólo sobre muertos sino también sobre desaparecidos.
Irresponsablemente, se dejó de contar los muertos. Y eso evidentemente fue parte del deterioro del derecho a la vida.
Y también contribuyó a una impunidad que, según Christof Heyns, sigue siendo uno de los principales problemas del país.
“La impunidad constituye el talón de Aquiles del actual sistema”, dijo, al mismo tiempo que advirtió que no es posible proteger la vida sin rendición de cuentas.
Y uno se pregunta cómo quieren que sea posible investigar y enjuiciar los delitos, si para el gobierno no contaron. Esa fue la política criminal de Calderón, responsable político de tanta muerte, que por ahí anda dejándose ver, fingiendo que la pasa bien de escapada al mundial de fútbol.
La verdad es que el repudio lo persigue. Recuerdo el acto de dignidad y no olvido con que el ex embajador mexicano Héctor Vasconcelos le echó a perder sus estancia en la Universidad de Harvard.
El hijo del llamado Apóstol de la Educación protestó con una misiva a dicha institución porque no le retiró la invitación a Calderón para una estancia académica en esa casa de estudios.
Por lo mismo, Vasconcelos devolvió a la Universidad de Harvard su diploma universitario. En una breve carta, el ex cónsul en Boston y representante de México en varios países explicó a la directora Drew Gilpin Faust, que Harvard le había enseñado que sus egresados deben cumplir con su palabra. “Ahora debo mandar de regreso mi título a Harvard. Hago esto con gran tristeza, ya que es, fácilmente, el documento más valioso que he tenido en mi vida”. Así como Vasconcelos hay miles y miles que piensan igual.