¿PRD o Morena?
Ramón Zurita Sahagún jueves 15, May 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Uno de los estados que más resentirá la disputa por los votos de la izquierda que habrá de darse en los procesos electorales del año próximo es Tabasco, entidad de enclave del partido que mantiene como líder moral y real a Andrés Manuel López Obrador.
Después de muchos años en que mantenía buenos porcentajes de votos, la izquierda consiguió la victoria a nivel estatal, alcanzó mayoría en el Congreso local y barrió en las posiciones federales.
Fue uno de los estados que mayor porcentaje de votos aportó a la campaña presidencial de López Obrador. La consolidación de la izquierda tardó 24 años pero lo consiguieron, después de varios altibajos en que ganaban las posiciones a nivel federal, pero a la siguiente elección las perdían y también alternaban los triunfos en lo local.
Con la candidatura de Arturo Núñez Jiménez, el perredismo aliado con los otros organismos de izquierda logró arrebatar el gobierno de las manos priístas, pero el estado en que encontró las finanzas y la administración pública fue lamentable.
Sin embargo, Núñez Jiménez realiza un gobierno esforzado, respondiendo a las necesidades de la población, que permitía avizorar la posibilidad de refrendo de la izquierda en los próximos comicios.
Con lo que no contaba el PRD es que para la próxima elección el voto de la izquierda se vislumbra fraccionado y abre un boquete enorme para los priístas que buscan reagruparse para intentar reconquistar los principales cargos de elección popular en disputa.
El ingreso del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la competencia electoral con candidatos propios (por ley se prohíbe alianza en su primera participación electoral) que habrán de enfrentar a los perredistas, los que podrían ir en alianza con Movimiento Ciudadano y, tal vez, con el Partido del Trabajo, dividirá los votos que la ciudadanía emita por la izquierda.
Los partidos de izquierda cuentan con buenos candidatos para los principales cargos, aunque no se define aún, si éstos competirán bajo las siglas del PRD o Morena.
Ante este escenario, los priístas intentan, sin éxito, reagruparse, ya que mantienen varios grupos que disputan el poder y pretenden enlistar en los cargos de elección popular a sus protegidos. Sin lograr conjuntarse alrededor de su partido, los tricolores se encuentran en una cómoda posición, a la espera de que la fragmentación de la izquierda tienda a beneficiarlos y que sus candidatos salgan airosos del compromiso electoral del año próximo.
Pocos son los priístas que cuentan con posibilidades reales de victoria en una competencia electoral como la que se espera para el año próximo, por lo que están a la espera de que la rebatinga de votos les favorezca. Es por eso que la disputa por la candidatura priísta a la alcaldía de Centro (Villahermosa) se tensa entre los prospectos que buscan el respaldo de su partido para competir con esas siglas.
Jesús Alí de la Torre, el fracasado candidato a gobernador que fue el primer priísta en perder el gobierno estatal, convertido en director de Políticas Pública de la Secretaría de Desarrollo Social, mueve los hilos de la madeja, en un intento por meterse de nuevo a la competencia electoral.
Alí de la Torre mueve sus alfiles y busca sembrar a Adrián Hernández Balboa (delegado de Diconsa), su ex coordinador de campaña como candidato a la alcaldía de la capital estatal, mientras que a José Rubén Fernández, delegado de Sedesol, recomendado por el mismo Alí de la Torre, se intenta ubicarlo en el VI distrito electoral federal, si es que el propio Alí decide competir por una diputación local en busca del liderazgo de su fracción en el Congreso estatal. Otro priísta que se encuentra desbocado en sus pretensiones por alcanzar la nominación al ayuntamiento de Centro (Villahermosa) es Máximo Moscoso, delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor.
Moscoso busca con ahínco una posición electoral, ya que, hasta el momento, no alcanzó nominación alguna. Subsecretario de Gobierno en la administración estatal de Andrés Rafael Granier Melo y ex representante del gobierno de Tabasco en el Distrito Federal, Moscoso fue reconvenido por Lorena Martínez, por anticiparse a las campañas electorales.
Sin embargo, no ha hecho caso de ese freno y continúa desbocado en pleno proselitismo, por lo que en los próximos días podría ser denunciado por este hecho ante las autoridades electorales. Moscoso busca patrocinador, ya que en el pasado perteneció al equipo de Enrique González Pedrero y al de Roberto Madrazo Pintado, pero su acercamiento con Granier Melo lo distanció de los otros dos.
El aspirante a alcalde se acercó con Benito Neme Sastre, director de Caminos y Puentes Federales y quien pretende erigirse como el factótum de las candidaturas priistas en Tabasco, aunque él mismo pretende incluirse dentro de las candidatura a diputados federales, solamente que por la vía plurinominal.
No es sencillo el panorama en Tabasco para los distintos partidos, aunque uno que no cuenta con el suficiente aval de la población es Acción Nacional, quien vería de lejos esta rebatinga de sufragios entre los partidos de izquierda y el Revolucionario Institucional.
Habrá que esperar para ver el rumbo que tomen los votantes y definan si van con una de las opciones de izquierda o dividen su voto y otorgan posibilidades reales de triunfo a los candidatos priístas.
OCEANOGRAFÍA
El caso Oceanografía toma otros sesgos y son los referentes al futbol, deporte donde los escrúpulos parecen perdidos.
La compra de equipos al mejor postor, sin siquiera investigar la procedencia del dinero y de las escandalosas fortunas que ahí se invierten debiera ser investigado por la federación, pero no la de futbol, sino el gobierno federal.