¿Guardianes de la honestidad?
Francisco Rodríguez jueves 15, May 2014Índice político
Francisco Rodríguez
El partido de Vicente Fox y de Felipe Calderón —ahora de Gustavo Madero y de Ernesto Cordero— se ha degradado como el de ladrones y tramposos. Durante dos sexenios una corrupción tan o más grande que la practicada por los tricolores, no sólo nos escandalizó y asqueó, también dizque nos gobernó.
Otrora, los panistas se autopostulaban guardianes de la honestidad. Hoy se revelan cual un puñado de ladrones que usan los recursos públicos para llenarse los bolsillos. Peor, todavía: emplean tramposamente sus latrocinios para atacarse en una campal que tiene como premio la presidencia del partido fundado —en mala hora— por Manuel Gómez Morín.
Todos robaron. Fox saca hoy a relucir parte de su fortuna con un fondo de 500 millones de dólares, dizque para apoyar a las empresas que aprovechen los supuestos beneficios de la recién aprobada reforma energética.
Calderón tiene cerca, en Cambridge, Massachusetts, a Alejandra Sota, a quien se acusa de saquear las arcas públicas desde la vocería de Los Pinos durante la ocupación militar de la casa presidencial del michoacano. Y de ahí, pa’abajo. Hoy, prácticamente, todos los panistas son sospechosos de corrupción. Lo confirma la filtración y publicación, en el diario El Universal de una conversación telefónica en la que el senador panista Ernesto Cordero llama “pinches ladrones” a Gustavo Madero, presidente del PAN, y a Luis Alberto Villarreal, coordinador de los diputados blanquiazules. El legislador plantea “hundirlos” para hacerle “un favor” al panismo.
La conversación telefónica grabada es de Cordero con el diputado federal Fernando Rodríguez Doval. El senador le pide no defender a los líderes panistas en el escándalo de los moches, revelado en noviembre por el diario Reforma, mismo que ayer publicara la confirmación de los mismos en declaraciones del alcalde de Celaya, de extracción panista.
Según ese periódico, la coordinación panista cobraba comisiones a los alcaldes para asignarles recursos federales. Cordero también le pide a Rodríguez Doval, siempre según la grabación de El Universal, que no apoye a Madero en su reelección al frente del partido que usa los colores de la Virgen María. Ladrón que denuncia a ladrón, en todo caso. Porque aquí mismo usted ha leído cómo fue que Ernesto Cordero, en tanto fungía como secretario de Hacienda, se benefició del fraude a la Secretaría de la Defensa Nacional con aquella escandalosa adquisición de equipos para espiar telefonía celular y de radiocomunicación —sistema Pegasus— por un monto de 5 mil millones de pesos, cuando los equipos importados por Susumo Azano Matsura tenían un costo de 15.5 millones de dólares y él los revendió a la Sedena, en varias etapas, en un monto superior a los 120 millones de dólares, lo que representa un margen bruto de utilidad del 875% sobre el precio de venta.
¿Dinerito para la fallida campaña de Cordero en pos de la candidatura presidencial panista? Eso decían al proveedor. Pero de ahí salió también el dinero para que el controvertido ex dirigente panista César Nava adquiriera un muy costoso condominio ubicado en la avenida Rubén Darío, sin duda, la calle más cara de la ciudad de México por su vecindad con el Bosque de Chapultepec.
De Cordero también se sabe, de acuerdo a denuncias recibidas en mi buzón electrónico, de cómo fue que en una reunión de alcaldes panistas solicitó a éstos la aportación —“voluntariamente a fuerza”— de 250 mil pesos a cada uno, para su precampaña. ¿De dónde obtendrían estos recursos? De la corrupción, evidentemente. Ladrón que denuncia a ladrón…
Y el PAN hoy, como nunca, convertido en un partido de ladrones y tramposos que nos asquea y escandaliza, pero que dizque gobernó a México durante 12 años. Fatal, ¿no cree usted?
Índice Flamígero: Como el viejo anuncio de aquellas calcomanías, Ernesto Cordero “pega por arriba, por abajo, por todos lados”. En su conversación con Rodríguez Doval, involucra a la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota y la acusa de que, cuando ella coordinó a la bancada panista en la Cámara baja, también pretendió cobrar un moche a los alcaldes panistas, pero que Cordero se opuso en un excepcional rasgo de honradez.