El prodigioso violinista David Garret regresa a México
* Especiales, Espectáculos jueves 17, Abr 2014- Martes 18 de noviembre, en el Auditorio Nacional
- Preventa Banamex: 23 y 24 de abril, venta general: a partir del 25 de abril
Luego de haber debutado en plan grande en México, con el lleno total que logró en el Auditorio Nacional en enero pasado, el prodigioso violinista alemán David Garrett regresará a nuestro país el próximo 18 de noviembre, para ofrecer un recital en el mismo escenario.
El artista germano mostrará de nuevo su poderosa fusión entre el rock y el pop con la música clásica. La preventa Banamex se realizará los días 23 y 24 de abril y la venta general al público iniciará el 25 de abril. Los boletos estarán disponibles en el sistema Ticketmaster y en las taquillas del inmueble.
Poseedor en 2008 del Récord Guinness como el violinista más rápido del mundo, Garrett presentará con su banda selecciones de los álbumes que lo han colocado en los primeros sitios de ventas a nivel mundial, como Encore, Classic Romance, Legacy, Rock Symphonies y Music.
Con sus valiosos violines del siglo XVIII, dará vida a cortes como Master of Puppets, de Metallica; We Will Rock You, de Queen, y Viva la vida, de Coldplay. También al Nocturno de Chopin, Scherzo de Beethoven, y no faltará su versión de Hey Jude, de The Beatles.
Con su estatus de estrella internacional, Garrett (cuyos ídolos van de Jimi Hendrix y Jimmy Page a sus maestros Itzhak Perlman e Ida Haendel) le ha inyectado nueva vida al género clásico. En 2013 cumplió un sueño al interpretar al virtuoso italiano Niccoló Paganini en la película The Devil’s Violinist, de donde derivó el disco Garrett vs Paganini, en el que colaboraron Andrea Bocelli y Nicole Scherzinger.
Garrett tuvo su primer violín a los cuatro años de edad y su primera actuación con la Filarmónica de Hamburgo fue a los 10. A los 13 años se convirtió en el artista más joven en ser firmado por el sello Deutsche Grammophon.
En 1999, en la cima de su carrera como violinista clásico, decidió cambiar de ruta, mudarse a Nueva York y estudiar musicología y composición en la famosa Julliard School. Con este antecedente, se impuso el reto de conciliar excelencia y fama, tradición y modernidad.
Aunque nunca ha dejado de ofrecer conciertos clásicos tradicionales, comenzó a grabar piezas de su otra gran pasión: el rock.
El tiempo le mostró que estaba en lo correcto. Por ello, nunca ha querido etiquetar la música: “Para mí, los Paganini, Liszt y Chopin del siglo XIX fueron los primeros rockstars del mundo. Bach hizo arreglos de obras de Vivaldi y Mozart lo hizo con marchas turcas. Beethoven quería encantar a las masas también, empleando recursos musicales para ese fin. Grandes compositores siempre han incorporado elementos que fueron populares en su tiempo y no hay nada que reprocharles. Por el contrario”.