El patrón de impunidad
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 16, Abr 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
El banco estadunidense Citigroup dio a conocer hace un par de días que descubrió un nuevo fraude perpetrado en su filial mexicana, Banamex, por otra empresa contratista de Pemex. Se trata en esta ocasión de la firma Evya, fundada en 1991 en Ciudad del Carmen, Campeche, para prestar servicios de diseño, ingeniería, construcción, rehabilitación y mantenimiento de infraestructura petrolera en tierra firme y en el mar.
Con el paso de los años, Evya se ha logrado beneficiar de más de 400 contratos con la paraestatal.
La prensa seria ha publicado de inmediato todo lo que se sabe de Evya. Primero que nada, que es propiedad de los panistas Francisco Javier, Luis y Roberto Camargo Salinas. Ya dice mucho aquello de que la firma tenga filiación política, pero dice más el hecho de que tuvo su mayor crecimiento durante las administraciones panistas encabezadas por Vicente Fox y Felipe Calderón, con adjudicaciones de diversas obras.
Es más, en este nuevo asunto delictivo ha vuelto a surgir, como en el caso de Oceanografía, el nombre de un panista clave en Pemex durante el calderonismo: Mario Alberto Ávila Lizárraga, subdirector de Mantenimiento y Logística en la Coordinación de Servicios Marinos de Pemex Exploración y Producción (PEP), entre el 1 de marzo de 2010 y el 6 de diciembre de 2012.
En esa gestión, Evya obtuvo 40 contratos con Pemex por un total de 8 mil 255 millones 61 mil 103 pesos.
Según Citigroup, el caso de Evya —que estaría involucrada en una afectación por cerca de 30 millones de dólares— tiene “similitudes” con el fraude cometido por la empresa Oceanografía, la cual recibió de Banamex préstamos a corto plazo por 585 millones de dólares respaldados por adeudos de Pemex que resultaron inexistentes, pues se utilizaron falsificaciones de cuentas por cobrar en Petróleos Mexicanos.
También la prensa ha recordado que desde octubre de 2013 Evya fue denunciada ante el Órgano Interno de Control de Pemex Exploración y Producción por diversas irregularidades relacionadas con contratos por 10 mil millones de pesos para la construcción de dos hoteles flotantes.
Y este es el punto. Lo de Evya, como lo de Oceanografía, se sabe de hace tiempo, pero la autoridad mexicana parece sólo reaccionar hasta que Citigroup solicita una indagación al respecto en Estados Unidos. La autoridad ha dicho sorprendentemente que sólo sabe de este asunto lo que las versiones de prensa decían ayer o anteayer, afirmación muy reveladora de su actitud al respecto.
Me pregunto ante tanta pasividad oficial, cuán tranquilos pueden hallarse Fox y Calderón luego de haber desatado tanta corrupción en la empresa emblemática del patrimonio nacional. Nomás no pasa nada, con todo y lo exhibidos que están. Y me pregunto cuánta decepción produce en el ciudadano el hecho de constatar que el patrón de la impunidad siga intacto así el poder pase de un partido gobernante a otro.