El campo, del olvido a una reforma
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 10, Mar 2014Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
- En PRD quieren intervención del IFE
Cuando Vicente Fox llegó a ser Presidente de la República y nombró como titular de la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (Sagarpa) al empresario Javier Usabiaga Arroyo, también conocido como el “Rey del ajo” por sus prósperos negocios en esa cadena alimenticia, los productores del sector agroalimentario vieron con mucha esperanza el nombramiento y hasta se sintieron tomados en cuenta en sus añejas demandas con la instrumentación de una nueva Ley de Desarrollo Rural Sustentable.
No fue así, el cambio prometido en el campo nunca llegó, lo que sí llegaron fueron algunas cajas de “mejoralitos” disfrazadas de Procampo, las que en gran medida fueron a parar a manos de familiares y amigos de los gobiernos en turno, el resto de la población rural en nada cambió su situación de pobreza y sí creció la migración de los jornaleros agrícolas hacia las zonas urbanas. Fueron 12 años de administraciones panistas, 12 años de olvido, burocratismo y corrupción.
De este diagnóstico tuvo conocimiento el entonces candidato a la Presidencia de México, Enrique Peña Nieto, quien en uno de sus eventos de campaña, en Jiquilpan, Michoacán, hizo suyos los planteamientos del sector agroalimentario y frente a ellos vino el compromiso: “mi gobierno va a impulsar un cambio en el modelo alimentario, y un cambio en el modelo de producción para nuestro país” y también dijo que esto se lograría a partir de reformas estructurales que estaba decidido a impulsar para mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
Y sí, todo indica que el compromiso sigue y que en las propuestas de las reformas estructurales el campo no fue excluido, porque -una vez más- frente a las principales organizaciones del sector rural el hoy mandatario Enrique Peña Nieto, anunció el inicio de los trabajos de la reforma del campo mexicano, compromiso en la que jugarán un papel importante los secretarios de Gobernación y Agricultura, Miguel Ángel Osorio Chong y Enrique Martínez y Martínez, respectivamente, pues en ellos recayó la instrucción presidencial de continuar con los procesos de consulta para la participación y vinculación con diversas organizaciones campesinas y del agro, con la idea de que todos los involucrados en tan importante sector opinen y compartan sus experiencias.
La tarea no será fácil, y menos cuando al interior de diversas organizaciones también influyen posiciones partidistas, pero será precisamente ahí donde unos y otros tendrán que decidir entre sus intereses políticos y los intereses del campo. Ojalá opten por la segunda opción, porque como ellos mismos lo han señalado infinidad de veces “el campo ya no puede esperar”. Por lo pronto varios dirigentes sociales y de organizaciones campesinas ya levantaron su voz en señal de querer participar en dicho proceso de transformación.
Gerardo Sánchez García, líder de la Confederación Nacional Campesina (CNC), dijo que la organización que encabeza está lista para participar con propuestas y trabajo legislativo en el cambio estructural que requiere el sector rural, “que busca ponerlo al día y hacerlo más competitivo con el incremento de la producción de alimentos, el ingreso de los siete millones de mexicanos, jefes de familia, que laboran en el sector agropecuario y, con ello, mejores precios para toda la población”.
El dirigente del Congreso Agrario Permanente, José Durán, demandó al presidente una reforma al campo democrática y de consenso. En tanto que el dirigente del Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros, José Jacobo, expresó su disposición de contribuir en la construcción de una nueva reforma legal para el campo que permita resolver los problemas de rezago productivo, social y ambiental y que están afectando a toda la nación. De igual manera, el dirigente de ALCANO, Raúl Pérez Bedolla, valoró las declaraciones de Peña Nieto de no modificar la tenencia de la tierra, pero aclaró que en tanto no se concrete la reforma no se podrá reconocer esa posición.
Son voces representativas, faltan muchas más, pero lo importante es que la reforma del campo mexicano ya empezó. ¿Quién más dice yo y hasta dónde?
PASO SIN VER.- Quién lo dijera. Los mismos que en 2006 y 2012 compartían la idea de “mandar al diablo a las instituciones”; los que acusaban al Instituto Federal Electoral (IFE) de convalidar supuestos fraudes electorales; los que señalaban a los consejeros electorales por su actuación imparcial a la hora de contar los votos en los procesos electorales de esos años, hoy han solicitado al todavía IFE organizar la elección para renovar la dirigencia de su partido.
Nos referimos a una de las corrientes que integran al Partido de la Revolución Democrática (PRD), al Movimiento Progresista, al grupo que apoya la candidatura del ex Jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, para dirigir los destinos del PRD nacional, y que en voz de Agustín Guerrero, dirigente de dicha expresión política, dijo que solicitó a la Comisión Política de su partido para se pida al IFE organizar la elección interna en la que pretenden participe Marcelo Ebrard.
Sin duda, una propuesta totalmente fuera de lugar porque aunque la reforma política recién aprobada otorga facultades para que los organismos electorales puedan organizar procesos internos de los partidos políticos, es un hecho que lo único que buscan es minar la credibilidad del IFE o INE (Instituto Nacional Electoral), pues sea el resultado que fuere –en el supuesto de que la mayoría del PRD aceptase que les organizaran su duelo, perdón su elección- los que hoy piden la intervención de las autoridades electorales serán los primeros en gritar fraude, como si nadie conociera los “cochineros” que acostumbran a realizar en ese tipo de procesos.