Calderón, atrás de las cortinas
¬ Juan Manuel Magaña viernes 28, Feb 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Sin duda el notición de la detención y el proceso criminal que se sigue a “El Chapo” le ha proporcionado a Felipe Calderón una espesa cortina para tapar la escandalosa corrupción del último año de su sexenio, el mismo que por los sexenios de los sexenios se ha denominado el “Año de Hidalgo”.
Los tremendos informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre su revisión de la Cuenta Pública 2012 comenzaron a salir justo cuando la bomba noticia del capo eclipsó algo de lo que todo mundo debe no sólo tomar nota sino también juzgar, principalmente la autoridad actual.
A reserva de comentarlo extenso la próxima semana, por ahora nos referiremos a lo más recientemente revelado por la ASF.
Es algo que en su momento fue descarado, pero como Felipe vivía en Los Pinos, ni quien tosiera. Resulta que la Secretaría de Hacienda (la de Felipe) aumentó, de manera permanente, el presupuesto que la Presidencia de la República ejerció el sexenio pasado, por encima de lo aprobado por la Cámara de Diputados.
La ASF informó que en el último año del gobierno de Felipe Calderón —de elección presidencial—, el inquilino de Los Pinos gastó 3 mil 5 millones de pesos, mil 140 millones más que lo autorizado por los legisladores. ¿En qué?, seguramente se estará usted preguntando.
Durante el sexenio de Calderón, la ASF sólo realizó tres auditorías a la Presidencia: en 2009, 2010 y 2012, ante el crecimiento sistemático del dinero destinado a la publicidad e imagen de la administración en turno.
En 2010 se buscaba comprobar las denuncias respecto de que sólo en ese año Calderón había gastado 6 mil 479 millones de pesos en promoción de imagen, bastante más que el monto autorizado de mil 600 millones.
En ese año, el órgano fiscalizador encontró que en sólo cuatro años –de 2007 a 2010– el gasto de publicidad de Calderón y las dependencias de gobierno fue de 7 mil 672 millones 277 mil pesos. En el primer año completo del sexenio, en 2007, el gasto fue de 574 millones 188 mil 100, una variación de 20 por ciento respecto del último año de Vicente Fox, cuando éste gastó 476 millones 627 mil 300 pesos.
Al comparar ese primer año con el sexto año de gobierno de Calderón, cuando el gasto de publicidad fue de 2 mil 850 millones 678 mil 400 pesos, la Auditoría Superior se dio cuenta de que hubo un crecimiento de 498.1 por ciento en ese rubro. Todo, para sorrajarnos una propaganda gubernamental que nos decía que Calderón era muy valiente y que con su guerra no sólo estaba salvando la patria sino al mundo.
La ASF dilucidó que las ampliaciones a los fondos de publicidad fueron autorizadas por las secretarías de Hacienda (con Agustín Carstens, que ahora es gobernador del Banco de México, y con el ahora senador del PAN Ernesto Cordero).
Pero además, la auditoría encontró que no se cuenta con información que acredite que las erogaciones realizadas se hayan apegado a los criterios de economía, austeridad y racionalidad, dado que esos gastos no se consideran prioritarios.
Más allá del gasto en publicidad, en el informe de la cuenta pública 2012 se explicó que el presupuesto autorizado para Los Pinos fue de mil 896 millones 602 mil 500 pesos y Hacienda lo modificó con ampliaciones por mil 144 millones 11 mil 100 pesos, aunque se hicieron reducciones por 125 millones 457 mil 200, lo que dio como resultado un presupuesto modificado de 3 mil 5 millones 156 mil 400, que se ejerció en su totalidad.
De ese monto, 121 millones se destinaron a sueldos base; 322 millones a “compensaciones para los funcionarios” —incluido Calderón—; 106 millones en telecomunicaciones; gastos de seguridad y logística del Estado Mayor Presidencial, 287 millones; y a mantenimiento y conservación de vehículos, 432 millones, entre otros.
¿A poco no es criminal gastar tanto para mentirle a un país? ¿Y quién cree usted que recibió la tajada de león para ayudarle a mentir? Qué rápido adivinó: la TV.