El mundo de Beakman en la UNAM
* Especiales, Cultura viernes 21, Feb 2014Más de 203 mil personas disfrutaron de “El show de Beakman”, cerca de 200 mil a través de la señal de TV UNAM y más de tres mil en vivo en la explanada de Universum, Museo de las Ciencias, con lo que una multitud de hoy adultos mexicanos realizaron un largo sueño.
Durante el primero de dos shows programados por el Instituto de Física (IF) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el marco de su 75 aniversario, el actor Paul Zaloom, quien da vida al personaje, interactuó con niños, jóvenes y adultos que se dieron cita en ese espacio del campus universitario.
La segunda presentación, promete una audiencia similar o mayor, toda vez que la demanda de boletos para asistir al espectáculo, gratuito pero bajo un estricto y bien organizado control, ha superado las expectativas de los organizadores quienes, sin embargo, atendieron pronto todas las solicitudes.
Al punto de la una de la tarde horas y bajo un Sol que echaba sus rayos como plomo derretido, inició el acceso a la explanada. Primero eran decenas, pronto cientos y en un instante ya eran miles los seguidores de ese científico extravagante que cambió la vida a millones de personas en los años 90 del siglo pasado.
“Beakman” pidió voluntarios de entre el público para realizar algunos de sus más elementales experimentos. En la mayoría de los casos, fueron “trucos” en los que la física tuvo un papel fundamental, a partir de la explicación en torno al centro de gravedad, el flujo del aire, el peso, la palanca y otros elementos.
Antes de iniciar su espectáculo, el entrañable científico de la televisión, con su inconfundible bata verde con plumas en los bolsillos, su característico cabello elevado, y con la elocuencia y expresión corporal que lo distingue al hablar, fue ovacionado para que apareciera, aunque todo comenzó en tiempo y forma.
Los vítores y los goyas universitarios crearon una atmósfera de emoción, no poca algarabía y mucha alegría entre los asistentes, que si bien eran jóvenes estudiantes de la máxima casa de estudios, sí identifican al personaje, como los adultos jóvenes, que incluso ya con hijos, asistieron para conocerlo en vivo.
“Beakman” en persona. Y aunque la logística no permitió una producción que dejara al científico realizar números ostentosos, lo realmente importante fue verlo a él, en vivo, escuchar su voz, saberlo cerca de quienes aquí lo admiran y decirle de frente “yo me hice ingeniero porque tú me mostraste la técnica”.
La primera parte del espectáculo estuvo dedicada a la ciencia recreativa. Tras una pausa breve, apareció en el escenario un personaje. No era “Beakman”. Entre el público hubo miradas atónitas, otras que delataron la identificación de esa persona y otros más que sonrieron al ver al mismísimo actor Paul Zaloom.
Paul reveló algunos secretos de esa producción televisiva. Comentó que en Estados Unidos hay una ley que exige a las cadenas de televisión incluir programas educativos, o de lo contrario se les retira la licencia y con ello la señal de transmisión. “Es una ley que ya tiene años, pero está vigente”, dijo.
Explicó que algunos canales de televisión programaron “Los Picapiedra”, con el argumento de que enseñan historia y el pasado a los televidentes; otros, a “Los Supersónicos”, aduciendo que dan una idea clara del futuro; otros más, a “Los Pitufos”, personajes que enseñan al mundo a ser mejor a través del amor.
Pero eso no satisfizo a las autoridades y entonces nació “Beakman”. Y lo hizo cuando en Estados Unidos la población adulta era el 52 por ciento del total de los estadounidenses. “Los adultos aprendieron que la ciencia es algo más que serio y formal, aburrido o para ser atendido solo en los laboratorios”.
Mostró fotos de su álbum personal. De bebé en el piso, de niño en un tractor, de joven con apariencia de rebelde y de adulto convertido en titiritero. “Soy titiritero, no científico, y mi cabello no es real”, dijo para responder en México las dos preguntas que con mayor frecuencia le hacen en diversos escenarios.
La nota triste se dio cuando se evocó a “Lester”, el ratón glotón que acompañó a “Beakman” en la aventura televisiva. “Murió hace tres años víctima del cáncer”, dijo, y confesó que a ese personaje, tanto como al actor que lo encarnaba, “lo amo mucho, es un chico al cual siempre recordaré”, subrayó.