PRD y el pacto
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 2, Dic 2013Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
Aunque la decisión de la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática aún no está del todo definida en torno a su posible salida respecto a seguir participando dentro del Pacto por México, es un hecho que en este año de acuerdos y negociaciones el partido del sol azteca se ha visto como un partido moderno, de oposición al gobierno, pero con ideas y propuestas para contribuir en el desarrollo de la vida política, social y económica del país.
Después de la derrota en las elecciones de 2012, para la dirigencia de dicho partido no debió ser fácil tomar una decisión política de tal magnitud, ya que en su escenario sólo había dos caminos: uno, el de siempre, de ruptura total y oposición a todo lo que oliera a gobierno, y otro, una postura con visión de Estado, donde gran parte de los seguidores de este instituto reclamaban su espacio para avanzar en la democracia. Optaron por lo segundo, y el tiempo les dio la razón, gran parte de sus ideales fueron tomadas en cuenta en dos reformas trascendentales que pronto contribuirán a transformar la nación en lo referente a educación y telecomunicaciones.
La estrategia funcionó, el ala más importante de la izquierda mexicana se sumó con entusiasmo a impulsar las propuestas de su partido, las que por años fueron pospuestas o hechas a un lado por posturas radicales que los llevaron a ser considerados como los seguidores y partidarios del “no a todo”. Esa actitud propositiva, que no “colaboracionista”, fue ampliamente reconocida por diferentes sectores de la sociedad e incluso se empezó a hablar de una nueva actitud, que hoy en día debe prevalecer entre los partidos políticos, para que las propuestas a favor de México sean realidades y no meras fantasías de papel o del discurso.
No debió ser fácil tomar ese camino, como tampoco deber ser fácil hoy enfrentar una realidad donde todos cuentan y la mayoría decide. Se dice que la redacción de la reforma político-electoral, que está a punto de aprobarse en el Congreso de la Unión es el motivo, aunque la mayoría de los análisis concluyen que esta postura se da en torno a la reforma que viene: la energética.
Sea cual sea la decisión final, es un hecho que el PRD ya demostró que en democracia los partidos de izquierda también pueden elevar su voz, ser escuchados y, lo mejor, con ideas hacer propuestas en la búsqueda de un mejor país, “una patria para todos” como reza el slogan que los identifica como opción política. No hay duda, es una opción diferente, pero alejada de posturas radicales y de confrontación entre mexicanos, e independientemente de su postura ante las reformas que vienen, sería bueno que su participación se siguiera manifestando en las tribunas parlamentarias, en foros políticos u académicos, porque la toma de calles, las manifestaciones violentas, los gritos y sombrerazos, son acciones que ya están patentadas por otros y que al paso del tiempo han demostrado que no sirven para nada, bueno sí, sólo para seguir engañando a la gente y viviendo de las prerrogativas públicas.
Sí se salen o no los del PRD del Pacto por México, o si con esa acción se muere el pacto es algo que pronto lo sabremos, pero lo que sí es un hecho es que la mayoría de los mexicanos ya están hartos de posturas de rencor, chantaje y división, y lo único que quieren es que en medio de las diferencias políticas y la pluralidad de ideas, los políticos se pongan de acuerdo y se pongan a trabajar por México…
PASO SIN VER.- Y mientras unos quieren la muerte del Pacto por México, en el sector agroalimentario cruzan los dedos porque entre campesinos, ganaderos y productores del campo en general surja un Pacto por el Campo. Y en este asunto uno de los más interesados en impulsar las reformas en este sector es el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien tiene claro que el sector agroalimentario mexicano es prioritario y estratégico para el desarrollo del país, por lo que -junto con el titular de la Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez- impulsa reformas jurídicas que garanticen incrementos a la productividad del sector primario nacional.
Sin duda, de lograr este propósito, la administración del presidente Peña Nieto estará cerrando el candado de la reformas estructurales que requiere la nación y en esas reformas los hombres del campo tendrán la última palabra de hasta dónde quieren la transformación del campo, su campo… Por lo pronto hay que seguir abonando a esta buena causa.
VA MI RESTO.- Dice el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz, que su partido está “enrachado” porque ganó en 2012 y 2013, y que 2015 también será tricolor. Pero la militancia del Distrito Federal se pregunta si en este pronóstico político está considerada alguna oportunidad de triunfo en la capital de la República. Y no es para menos el cuestionamiento, los priístas capitalinos dicen que el trabajo de la dirigencia de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre no se ve por ninguna delegación, por ningún distrito y menos por algún seccional. Y así cómo, se preguntan.
Bueno, cómo andarán las cosas en las filas del tricolor capitalino, que ni el anuncio de que diputados federales se sumarán a la estrategia del PRI-DF para recuperar la ciudad de México motivó a sus seguidores. Y tal vez tengan razón, durante años sus dirigentes les han dado frío político y ahora dudan que el calor mostrado sea efectivo.