Balconeada a la Cocoa
¬ Juan Manuel Magaña viernes 29, Nov 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Vaya, vaya. De pronto pareciera estar muy claro todo lo que pasa en aquel pantano en que convirtieron a Michoacán.
Las partes en conflicto se ponen bajo el reflector y con eso la conclusión salta a la vista: son los Calderón y La Tuta los protagonistas de la guerra que se ha llevado entre las patas a aquella entidad.
En las últimas semanas, primero fue Luisa María Calderón la que vino dando golpe mediático al denunciar la presencia en el Senado de delincuentes que se dicen Caballeros Templarios y al denunciar las ligas de éstos con el gobierno michoacano de Fausto Vallejo. Pero ayer el Templario mayor le reviró fuerte y en los mismos términos mediáticos: con un video.
Antes de seguir, de entrada hay que decir que es todo un predicamento tratar de creerle a un delincuente como La Tuta, tanto como pretender hacerle caso a los Calderón y su sexenio de mentira.
Pero bajo esta precaución, hay que decir que el video en el que ayer sale La Tuta es bastante revelador acerca de su conflicto añejo y frontal con los Calderón.
El video se puede observar en Youtube y ahí aparece el presunto narcotraficante Servando Gómez Martínez, quien afirma que los tratos entre la hermana de Felipe Calderón y su agrupación criminal iniciaron en el año 2006 y continuaron en 2011, cuando fue candidata a la gubernatura de Michoacán.
El líder de la ex “Familia Michoacana” y ahora “Los Caballeros Templarios”, señala que el primer acercamiento entre los Calderón y él fue en noviembre de 2006, luego de que él mandara secuestrar, pues debía dinero, a Alfonso Reyes Hinojosa, un pariente de Felipe y dueño de unas casas de cambio.
Entonces Luisa María intervino, le solicitó ser considerado, llegaron a un arreglo y tras el pago de 30 millones de pesos soltaron a Alfonso y no lo volvieron a ver hasta que apareció al lado de Felipe cuando tomó posesión. “Ahí empezó todo”, exclama La Tuta.
Ese trato en 2006, siguió Servando Gómez, se hizo mediante Carlos Mejía Villaseñor. Y éste tiene su propia historia, según La Tuta: le adeudaba 12 millones de dólares prestados para hacer un fraccionamiento, que no quiso pagar y por eso “se fue con el enemigo”.
Fue testigo protegido y en Jalisco es protegido por el Cártel Nueva Generación.
Luisa María Calderón interviene por él para hacer “ciertos arreglos para que perdonáramos la deuda al señor a cambio de algunos favores. ¿Por qué? Porque tenían una relación muy íntima, no sé de qué tipo”.
El pleito se agrava, añade La Tuta, cuando con los suyos sacó a “Los Zetas” de Lázaro Cárdenas, Michoacán en 2008, y afectaron intereses de la familia presidencial. Luego, en las elecciones estatales de 2011, Luisa María fue la única persona del ámbito político que se acercó a negociar con su grupo delictivo.
Dijo que dos días antes de la elección, ella mandó a Francisco Girón del Toro (que acompaña en una foto a la hermana de Felipe) a decir “que estábamos en los acuerdos y que la señora nos iba a respetar cuando ganara, y que íbamos de la mano por que ella ocuparía el triunfo.
Me molesté un poco y mandamos a decirle que nosotros no queríamos tratos con nadie, con ningún partido político, y que ganara el que mejor fuera”.
Es fuerte la balconeada que La Tuta le pone a Luisa María. Y hasta para que no quede en él, recomienda a la PGR y a la PF que investiguen, pues cada hecho es comprobable.
Por supuesto, la senadora panista Calderón no sólo rechazó todo, sino que se desgarró las vestiduras: “Es una abierta amenaza a mi persona y libera de culpas al gobierno estatal. Debe investigarse porque éste es el precio que pago por decir la verdad”.
Por supuesto, la PGR anunció que prepara un citatorio para que comparezca por escrito la senadora, en respuesta a una denuncia penal presentada en su contra y a fin de que sea interrogada acerca del video.
Ahora se entiende por qué Felipe ha andado tan nervioso. Con la perspectiva que ofrece La Tuta parecen claras las motivaciones de los Calderón no sólo de ahora sino de todo el sexenio anterior. Y si algo queda de relieve es su monumental fracaso: ni con La Tuta pudo, pero destrozó al país.