Las centrales, a la baja
¬ Gustavo Mora viernes 4, Jun 2010Nostálgicos y acelerados
Gustavo Mora
La Confederación de Trabajadores de México, sin Fidel Velázquez Sánchez.
La Confederación Nacional Campesina, sin Javier Rojo Gómez.
Y la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, sin Caritino Maldonado.
Como dijo bien el lechero del Estado de México: “Cero más cero…¡da cero!”.
El líder electricista, Paco Pérez Ríos, declaró y con razón: “Fidel Velázquez fue factor en las elecciones presidenciales de Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz”.
La Confederación Nacional Campesina se acreditó con Luis Echeverría Álvarez, que la convirtió en el brazo armado para sus vendettas políticas, con Augusto Gómez Villanueva, Alfredo V. Bonfil, Celestino Salcedo Monteón y Félix Barra García.
Fidel volvió por sus fueros con José López Portillo y hasta Carlos Salinas de Gortari, sin mancharse con la de Ernesto Zedillo Ponce de León, que impuso Salinas, que cubrió la suplencia de Luis Donaldo Colosio cuando Velázquez Sánchez ya había fallecido.
Javier Rojo Gómez llegó a sonar fuerte como prospecto a la candidatura presidencial en la sucesión de Manuel Ávila Camacho, que ganó Miguel Alemán, por la buena o por la mala, pues para llegar se llevó entre las patas a Manlio Fabio Altamirano (lo que le permitió ser gobernador de Veracruz) y Maximino Ávila Camacho (que murió envenenado antes de que se decidiera la sucesión presidencial). Y Carlos Alberto Madrazo Becerra que encabezaba el bloque rojogomista en la Cámara de Diputados, pasó unos días en el Palacio Negro de Lecumberri, sin haber cometido pecado alguno, por lo que el juez ordenó su libertad inmediata.
Caritino Maldonado Pérez pintaba para más, pero el helicóptero en que viajaba por la sierra de Guerrero, cuando era gobernador, fue bajado por la guerrilla de Genaro Vázquez Rojas.
Esos eran líderes de verdad, no las caricaturas que tenemos ahora.
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Lo mismo ocurre con el bloque de gobernadores donde no hay uno que suene como los Torres Landa, Olivares, Borunda, Óscar Flores, Manuel Bernardo Aguirre, Aguilar y Maya, Corona del Rosal, Gustavo Baz, Carlos Hank González, Lázaro Cárdenas del Río y su hijo Cuauhtémoc Cárdenas, Gilberto Flores Muñoz, Rodolfo Brena Torres, Manuel Bartlett Díaz, Melquiades Morales Flores, Mariano Palacios Alcocer, Pedro Joaquín Coldwell, Francisco Martínez de la Vega, Carlos Jongitud Barrios, Carlos Alberto Madrazo Becerra, Norberto Treviño Zapata, Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines, Gonzalo N. Santos y algunos más.
Total, que la crisis que afecta a las centrales priístas por falta de líderes verdaderos, con capacidad de convocatoria en los sectores a su cargo y se extiende a los gobernadores.
Y para qué hablamos del gabinete presidencial que tantos parches que ponen los presidentes de la República, terminan en caricaturas, como nos lo declaró Rubén Figueroa, siendo gobernador de Guerrero. ¿Qué tanto cambiaría la situación si el Senado de la República termina nombrándolo o haciéndole manita de puerco a sus colaboradores, como lo pretenden con la mentada reforma política?
El Poder Judicial come aparte y aunque algunos de los miembros del Consejo Nacional de la Judicatura y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como el presidente del Instituto Federal Electoral deben llevar la bendición del Poder Legislativo federal, los intereses partidistas y las ambiciones políticas personales son las que determinan esos movimientos. ¿No dice en su libro Luis Carlos Ugalde que Elba Esther Gordillo Morales se enojó con él porque no le quiso tomar la llamada para que proclamara como ganador a Felipe Calderón Hinojosa y le envió el recordatorio de que ella fue la que lo propuso para que llegara a ese cargo?
