Suplicio michoacano
Ramón Zurita Sahagún martes 29, Oct 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Son muchos años los que han transcurrido desde que Michoacán se situó dentro de los estados con mayor violencia, sin que las autoridades encuentren la forma de enfrentarla con éxito. Es cierto que esporádicamente la violencia disminuye, pero también lo es que el reacomodo de los grupos delincuenciales hace explotar nuevamente el polvorín interno. La entidad sufre del acoso de la delincuencia, el éxodo de sus habitantes, una violencia incontrolable, del desempleo, pero también les afecta los desequilibrios de la vida política.
Son muchos los años en que la disputa por el poder político repercute sensiblemente en las demás actividades de la vida cotidiana, mientras se reproducen los cotos de poder de los grupos delincuenciales.
Dos partidos distintos han gobernado los últimos 20 años Michoacán, tiempo en que se recrudeció la violencia, se crearon grupos del crimen organizado, se fracturaron los mismos y dieron pie a la creación de otros, enfrentados con los anteriores.
La prevalencia de los grupos delincuenciales ha convertido algunos espacios del estado en vedados para las corporaciones policíacas y militares que por miles han llegado a ese territorio.
En algunas ocasiones, los gobiernos federal y estatal, han intentado recuperar esas zonas para la vida diaria, aunque lo hacen momentáneamente y al primer descuido vuelven a ser ocupadas esas áreas por los delincuentes.
Son amplias zonas del estado, en donde la inseguridad es alta, la violencia se hace presente y los ciudadanos prefirieron organizarse para actuar en su propia defensa.
La formación de los grupos de autodefensa es otro de los temas vigentes dentro de la agenda interna del Estado que preocupa a las autoridades, aunque ante la falta de resultados por parte de los gobiernos establecidos es un método recurrente adoptado por los habitantes de algunas regiones del país.
En algunos de los casos, los grupos de autodefensa son en esencia quienes mantienen distante la violencia, pero en otros más, su creación da paso a los enfrentamientos entre quienes buscan controlar esos espacios formados dentro de algunos estados del país, donde el secuestro, las violaciones, los asesinatos, la extorsión y el simple robo, son situaciones de la vida cotidiana.
Michoacán ha sufrido vaivenes en cuanto a los gobiernos surgidos de las urnas, ya que en el pasado remontado a la década de los 60, 70, 80 y hasta principios de los 90, los gobernantes elegidos en las urnas se alternaban con los designados como interinos y sustitutos.
Eso generó entre los habitantes del estado una situación de incertidumbre, ya que varios de los gobernantes fueron promovidos a cargos de la estructura federal, otros más relevados por ineptos, los menos rechazados por la propia ciudadanía, ya que emergieron de una elección sumamente controvertida. Sin embargo, los tres más recientes gobernadores electos en las urnas, antes del actual gobierno, pudieron terminar con sus períodos, sin grandes problemas en el terreno político, aunque en lo tocante a la inseguridad, fue cuando explotó el asunto.
Víctor Manuel Tinoco, Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel, enfrentaron la escalada de la violencia en la entidad, la que fue incubándose más en algunas zonas que hoy viven dentro de los límites del terror. Durante sus períodos se delimitaron por parte de los llamados cárteles sus cotos de poder de los grupos delincuenciales y la situación se hizo insostenible en varios de los principales municipios del estado.
Fue por eso que el principio de la guerra contra los grupos delincuenciales tuvo lugar en esa entidad, de la que provenía el entonces Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
La guerra fue infructuosa, aunque se destinaron cientos de millones de pesos y fuertes contingentes de las fuerzas armadas y de las distintas corporaciones policíacas para tratar de erradicar la violencia. Hoy se comprueba que los grupos del crimen organizado se encuentran más vigentes que nunca y que su presencia es sumamente notoria. El atentado en contra de 12 instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad es solamente un aviso de que los llamados cárteles de “Los Templarios” y la “Familia Michoacana”, se encuentran más actuantes que nunca y que con todo y la disponibilidad de las fuerzas armadas y de los grupos policiacos destinados para su combate, ellos prosiguen con sus cotos de poder.
La inestabilidad en el gobierno estatal, causada por la enfermedad de Fausto Vallejo Figueroa que lo obliga a ir y venir del gobierno estatal es otra de las razones que coadyuvan para crear una situación de caos e incertidumbre en la entidad.
La población espera que efectivamente Fausto Vallejo se encuentre lo suficientemente sano y apto para gobernar un estado de por si complicado y asolado por la violencia e inseguridad.
CELEBRACIÓN DE LA ONU
Embajadores de 62 países se congregaron en Zacatecas para la celebración del 68 aniversario de la fundación de la ONU.
Ante ellos, el gobernador del estado, Miguel Alonso Reyes, llamó a disminuir la migración en México y en el estado y se comprometió a construir políticas públicas en coordinación con los otros niveles de gobierno para generar las condiciones adecuadas que permitan reducir los índices de migrantes zacatecanos, para que encuentren oportunidades en su propia tierra, porque es un fenómeno que dice, ha afectado a la entidad por más de 100 años al extremo de que la mitad de su población vive actualmente en Estados Unidos. Por su parte y ante diplomáticos y embajadores de diferentes países, el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, destacó que la cancillería mexicana trabaja con mucha cercanía con los embajadores de todas las naciones y que en esta ocasión se eligió a Zacatecas como uno de los destinos con potencial económico y cultural de nuestro país.