El socio de Aramburuzabala
Francisco Rodríguez lunes 14, Oct 2013Índice político
Francisco Rodríguez
Es muy probable que usted haya escuchado en alguna ocasión el nombre de una de las empresas consentidas por el fallido y fatídico calderonato: Kio Networks. En el anterior sexenio brindó servicios de hospedaje a muchos de los equipos de cómputo de prácticamente todas las dependencias de la administración federal.
Expertos consultados señalan que el descomunal crecimiento y desarrollo de esta empresa se atribuye, tanto a las extraordinarias relaciones de su principal accionista María Asunción Aramburuzabala -la mujer más rica de México, ex propietaria de la Cervecería Modelo- con los integrantes del primer círculo de quien era ocupante de Los Pinos, Felipe Calderón, así como a la muy evolucionada facultad de hacer todo tipo de favores a los funcionarios que los contrataron del presidente de Kio, Sergio Rosengaus Leizgold.
Pues si en el calderonato les fue bien, presumen, ahora va a irles requetebién. Han vuelto a la palestra.
Y es que, con bombo y platillo, Kio anunció a principios de este 2013 su asociación estratégica -ahora para ofertar servicios de videovigilancia e inteligencia a los gobiernos estatales- con el Grupo Obses, de Gustavo Cárdenas, un infatigable vendedor de puerta en puerta de chalecos antibalas y que, al igual que nuestro conocido Susumo Azano, se convirtió en el “otro” proveedor de equipos de espionaje en el sexenio anterior. Cárdenas, para más señas, mantenía una excelente relación, no sólo con el inexplicablemente impune Genaro García Luna, también y principalmente con su subordinado Luis Cárdenas Palomino.
Y que gracias a ello, Obses se fue para arriba. Su propietario dejó de tocar puertas y, merced a la venta de equipos también con precios “inflados” -a Marisela Morales, en la PGR, lo mismo que a la Defensa Nacional y a la Marina Armada- adquirió costosos departamentos en Miami, donde casualmente ahora reside García Luna, lo mismo que en París, así como un avión Gulfstream, de esos que los realmente ricos de nuestro país utilizan para moverse desde y hacia Toluca para sus viajes de placer y negocios.
Este es pues, el nuevo socio de la señora Aramburuzabala, quien hasta no hace mucho estuviese casada con el entonces embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza.
MEGATRANSA EN EL SAT
Pues resulta que en uno de tantos contratos de seguridad obtenidos por Kio-Obses, es el de la administración y operación del sistema C4 del SAT, temible dependencia a la que usted y yo conocemos como Sistema de Administración Tributaria, ahora a cargo de Aristóteles Núñez. El proyecto se denomina VIVA (Video Vigilancia Administrada Integral), el cual comprende alrededor de 15 mil videocámaras instaladas en las aduanas de todo el país.
Y ahí va el dato. El porqué de esta plática que pareciera más conveniente en una columna de corte empresarial: pues resulta que quien por aquel entonces, cuando se firmó el contrato de Kio-Obses con el SAT, fungía como administrador general de Comunicaciones y Tecnologías de la Información de ese organismo, Alejandro Carlos Villanueva Zamacona, es ahora nada más y nada menos que flamante director general de Tecnologías de Información y Comunicaciones de la Auditoría Superior de la Federación. Esto es, ahora es juez y parte. Él va a supervisar desde la dependencia de la Cámara de Diputados la operación que llevó a cabo en el SAT. Y no es poca cosa.
Porque ética aparte -siempre ausente en los contratos gubernamentales-, nada de malo tendría lo anterior si no fuera porque, para esta operación multimillonaria, Villanueva Zamacona creó un esquema para “inflar” la infraestructura necesaria del proyecto, consistente en los equipos de almacenamiento de video, proporcionados por EMC Computer. Gracias a ello, Kio es la que resulta adjudicada para proveer, obviamente con un sobreprecio.
En ese esquema, para más datos que puedan interesar a las autoridades del SAT, lo mismo que a la PGR, participaron Luis Maza, director general de Kio Networks; Miguel Ángel Campos, director de Ventas a Gobierno de EMC Computer de México, y Felipe Labbé, socio y vicepresidente de Intelego, otra empresa consentida en el sexenio pasado, especialmente en el ISSSTE y en Pemex. Protego, del controvertido Pedro Aspe Armella, aparece incluso como socia de Intelego.
Y es que fue a través de esta empresa que pudieron “sacar” el dinero para compensar los buenos -¡qué digo buenos, excelentes!- servicios prestados por Villanueva Zamacona. Su parte de la transa al Estado mexicano, pues.
Hoy, Villanueva Zamacona reporta a Fernando Cervantes Flores, auditor especial de Tecnologías de Información, Comunicaciones y Control. ¿Sabrá éste de todo lo que trata de “tapar” su subordinado? Lo del SAT, claro. Pero también de otras dependencias gubernamentales, ahora bajo auditoría, en las que Kio mantenía la hegemonía.
Grave, ¿no cree usted? Por eso, le seguiré informando.
Índice Flamígero: Nueva administración en el GDF, nuevos operadores, en consecuencia. Y es que si usted está planeando o tiene intención de vender productos o servicios al gobierno del Distrito Federal, le recomiendo ampliamente a quien se presenta como “el nuevo operador del jefe de gobierno”, el señor MAME. Se llama Enrique Gerardo Amador Tardiff. Con él puede usted “negociar” -comisión de por medio, but of course- desde contratos para la Procuraduría General de Justicia, el Metro o en 14 distintas delegaciones, según su catálogo de posibilidades. Que ¿dónde lo localiza? Anote: 56056896. Servido. + + + Enrique Amador, un ex funcionario de la Financiera Rural, del IMSS y de la Comisión Federal de Electricidad, es mejor conocido en el medio de las adquisiciones por su apoyo para la recepción “virtual” de equipos de cómputo adquiridos a las empresas de Claudia Rincón, afamada como “la Reina de las Licitaciones”. Y es que, misteriosamente, los equipos son recibidos y pagados por cada institución gubernamental, ¡aún cuando físicamente ni siquiera han sido importados a nuestro país! Buena, muy buena negociante con una corte fenomenal, ¿o no?